Randal Kolo Muani, jugador del Eintracht de Fránkfurt, no tuvo un debut brillante con la selección de Francia en el Mundial de Qatar y reconoció que le pesó la responsabilidad, como al resto de sus compañeros, y que jugaron "con el freno de mano puesto" ante Túnez.
Pero el atacante espera tener más oportunidades y aseguró que hasta de un partido como ese hay lecciones que sacar, como viene haciendo desde que llegó a Qatar en un viaje imposible desde Japón, donde estaba con su club cuando Didier Deschamps lo llamó para sustituir a Christophe Nkunku.
Muani, que el próximo lunes cumplirá 24 años, tiene la mirada abierta, como si con ello quisiera aprender todo lo que le puede ofrecer un Mundial.
"Todos los días se aprende algo, estoy en mi tercera temporada profesional y hay muchas cosas en las que puedo progresar", aseguró el delantero francés, que tiene entre sus fuentes de inspiración a Robert Lewandowski, el líder de una Selección Polaca contra la que el próximo domingo Francia se jugará un puesto en cuartos de final.
"Claro que es una fuente de inspiración, es uno de los mejores delanteros del mundo y marca muchos goles. Es un llegador, pero también un jugador que está cómodo con el balón en los pies, pese a su gran altura. Tendremos que vigilarlo de cerca", señaló.
El instinto goleador del polaco es uno de los aspectos que más envidia Kolo Muani del delantero del Barcelona y también uno de los aspectos en los que considera que tiene un mayor margen de progresión.
"Cuando me encuentro frente al gol, tengo que aprender a mantener la sangre fría", dijo Muani, que en su primera temporada en el Eintracht ha marcado ya 7 goles, lo que le sitúa en el punto de mira de Deschamps.
El entrenador dio la sorpresa al llamarle cuando se lesionó Nkunku y sonaban otros nombres como Nebil Fekir o Wissam ben Yedder.
Ahora, el joven delantero francés quiere abrirse un hueco en una selección en la que las oportunidades están contadas. Debutó en un Mundial frente a Túnez porque, en el último momento, Marcus Thuram sintió una indisposición y no pudo ocupar el puesto de '9'.
"Cumplí un sueño que tenía desde niño", afirmó el delantero, que descubrió también que un Mundial va mucho más deprisa que cualquier otra competición. "Hay más intensidad que en los clubes, menos controles fallados. Tienes que estar más concentrado", destacó.
Sabe que su debut no fue un buen ejemplo de eso, pero insiste en que su objetivo es aprender.
En casa tiene a dos maestros, como Olivier Giroud y Kylian Mbappé. "Es un lujo poder hablar con ellos de detalles en el campo", declaró. Cuando el primero debutó en la selección, Randal Kolo Muani solo tenía doce años y escuchar ahora sus palabras es una lección impagable.
Con el segundo comparte generación, pero las cosas han ido más deprisa en la carrera del parisino.
"Kylian lleva ya muchos años en la selección y encima es un jugador muy importante. No tengo duda de que es uno de los líderes", afirmó.