Repasamos la evolución táctica de la selección feminil de España camino a la final del Mundial, así como los problemas que la aquejaron.
España está en la final del Mundial Femenino 2023, y eso tiene todo y nada de sentido.
¿Por qué tiene sentido? Tienen a dos de las mejores jugadoras del mundo, según el último ranking del Balón de Oro, en Alexia Putellas y Aitana Bonmatí. Además, cuentan con el apoyo de las jugadoras del Barcelona que ganaron dos de las últimas tres Champions Leagues, incluida la adolescente Salma Paralluelo, que tuvo un gran torneo. Era cuestión de tiempo que su éxito en las inferiores (dos campeonatos mundiales sub-17 consecutivos y campeonas del mundo sub-20) se tradujera en éxitos de la selección mayor.
¿Y por qué no tiene sentido? Antes de viajar a Australia y Nueva Zelanda, España nunca había ganado un partido en la fase eliminatoria de un torneo importante, y Putellas aún no ha completado 90 minutos en el torneo desde que se recuperó de una lesión en el ligamento cruzado anterior.
Pero lo más significativo es que la preparación de España para la fase final se ha visto empañada a lo largo del último año por una disputa entre las jugadoras y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el seleccionador Jorge Vilda. Como consecuencia, algunas de sus mejores jugadoras no estuvieron disponibles para el Mundial, entre ellas la defensora Mapi León y la mediocampista Patri Guijarro, dos de las mejores jugadoras del mundo en sus puestos.
Esas grietas se taparon con grandes victorias sobre Costa Rica y Zambia en sus dos primeros partidos de la fase de grupos en Nueva Zelanda, pero parecía que volverían a casa cuando Japón les propinó una paliza de 4-0 en Wellington el 31 de julio. Pero la roja se reagrupó, Vilda creó ocasiones, y con triunfos sobre Suiza, Países Bajos y Suecia, reservó su plaza en la final del domingo contra Inglaterra en Sídney.
Repasamos la evolución táctica de España camino a la final, así como los problemas que la aquejaron y que, al menos temporalmente, han dejado de lado. -- Sam Marsden.
El pedido de cambio de las jugadoras, protagonista de la preparación para el Mundial
Tras una nueva eliminación prematura en la Eurocopa del año pasado, en la que cayeron ante Inglaterra en cuartos de final, las jugadoras españolas empezaron a pedir cambios a nivel interno. Preferían que los problemas se trataran en privado, pero en septiembre salieron a la luz pública.
El punto central era que esta "Generación de Oro" de jugadoras deseaba recibir el apoyo necesario para prosperar. Consideraban que las continuas eliminaciones prematuras en los grandes torneos bajo la dirección de Vilda (ante Austria en la Eurocopa 2017, la USWNT en el Mundial 2019 e Inglaterra en la Eurocopa 2022) no eran lo suficientemente buenas y era necesario hacer un cambio.
Las jugadoras insisten en que no exigieron el despido de Vilda; la lectura de la situación por parte de la RFEF fue otra. El presidente Luis Rubiales respaldó rotundamente a Vilda y sigue haciéndolo en cada oportunidad. Ante la falta de entendimiento, a finales de septiembre, 15 jugadoras comunicaron por correo electrónico a la RFEF que no querían ser seleccionadas hasta tanto no se hicieran grandes cambios en la organización actual.
Dijeron que el ambiente de juego con la selección estaba afectando tanto su "salud como su estado emocional" y que no tenían intenciones de volver hasta que se encontrara una solución.
Entre esas 15 jugadoras había varias de la plantilla del Barcelona, como Bonmatí, León y Guijarro. Otras tres jugadoras, Putellas, Jenni Hermoso e Irene Paredes, no enviaron el correo electrónico, pero apoyaron a las que sí lo hicieron. Todas ellas se perdieron varios partidos -Putellas por lesión- antes de regresar en distintos momentos a principios de este año.
Las quejas eran dos: contra la RFEF y contra Vilda. En primer lugar, las jugadoras querían mejoras por parte de la RFEF. Querían que se organizaran amistosos contra países de mayor rango para ayudarlas a prepararse para el Mundial. Querían mejoras en los viajes a los partidos. Querían más personal de apoyo que las ayudara con la preparación física y la prevención de lesiones. Querían disponer de todas las herramientas necesarias para llegar lejos en un torneo importante.
En segundo lugar, aunque ninguna jugadora ha hablado públicamente de Vilda, según informaron fuentes a ESPN el pasado mes de septiembre, las 15 jugadoras sentían que la relación con el entrenador se había deteriorado. No hay acusaciones de comportamiento inapropiado contra él, pero sí quejas sobre su estilo de dirección dentro y fuera de la cancha.
Fuera del campo de juego, las fuentes afirman que puede ser controlador y que no ha manejado bien los asuntos extradeportivos. En la cancha, hubo protestas sobre la preparación, el entrenamiento y las tácticas, sobre todo en los partidos importantes. Las fuentes destacaron que nunca fue solo un problema de Vilda, sino que existía la sensación de que no estaba capacitado para el cargo que heredó en 2015, considerando cuánto ha progresado el fútbol femenino.
Hijo de un ex preparador físico que formó parte del cuerpo técnico de Johan Cruyff en el Barcelona, Vilda tuvo una fugaz carrera como jugador, pero ninguna experiencia como entrenador de alto nivel fuera de la RFEF. El conflicto se prolongó y ninguna de las 15 jugadoras entró en la convocatoria de España antes del Mundial.
Bonmatí le dijo a ESPN en junio que había habido diálogo entre las jugadoras y la RFEF durante los meses siguientes y que se habían producido algunos cambios. Se había incorporado más personal de apoyo, se habían enfrentado a mejores rivales en los amistosos, se había contratado un nutricionista, se habían mejorado los viajes y se había asignado una partida de dinero para que las familias de las jugadoras pudieran viajar al Mundial con el equipo. Mateo, el hijo pequeño de Paredes, incluso se ha convertido en la mascota no oficial del equipo.
Mientras tanto, aumentaba la presión sobre algunas jugadoras para que estuvieran disponibles para la Copa Mundial. Patrocinadores, agentes y marcas estaban deseando ver a sus clientes en el escenario más grande.
Además, hay una importante cantidad de dinero que ganar para las jugadoras, que cobran mucho menos que sus colegas masculinos. La FIFA ha aconsejado que el país ganador pague a cada jugadora 270.000 dólares de su premio, y al subcampeón, 195.000 dólares. Eso llevó a ocho de las 15 jugadoras a ponerse a disposición de la selección, según dijeron fuentes a ESPN. Siete decidieron no volver, entre ellas León, quien dijo "mis valores son lo primero", así como Guijarro, quien marcó dos goles en la final de la Champions League a principios de este verano.
De las ocho que regresaron, Vilda seleccionó a tres: Bonmatí, junto con sus compañeras del Barça Mariona Caldentey y Ona Batlle.
Desde entonces, se ha comentado poco de esa saga. Bonmati habló de un "año difícil" mientras que Caldentey dijo que una victoria en el Mundial "demostraría que todo [lo que hicieron las jugadoras] ha valido la pena". Putellas no ha dicho nada al respecto.
Vilda sólo quiere hablar de las 23 jugadoras y de los eventos adentro de la cancha. Eso ha dividido a España. Rubiales quiere darle crédito al entrenador de "clase mundial “que es Vilda, y que ha "sido cuestionado incluso en un nivel humano", mientras que otros quieren asegurarse de que las jugadoras sean las que reciban todo el crédito por el avance de España.
Vilda, tal como leerás más abajo, ha tomado algunas buenas decisiones desde la derrota contra Japón. Teniendo en cuenta el contexto, las cámaras siempre están en busca de señales que nos indiquen cómo se ha desarrollado la relación entre las jugadoras y su DT. Dos videos se hicieron virales durante las finales. El primero fue durante una presentación en Madrid previa al torneo cuando las jugadoras no reaccionaron cuando Vilda subió al escenario. El segundo fue después del triunfo en tiempo suplementario contra Países Bajos en los cuartos de final en el que ninguna jugadora apareció celebrando con Vilda.
Fuentes han destacado que las "jugadoras están más unidas que nunca en su objetivo común", pero no quisieron hacer comentarios con respecto a cómo está la situación con Vilda. Esto hace que sea aún más sobresaliente el hecho de que España esté a punto de ganar la Copa Mundial por primera vez este fin de semana. -- Sam Marsden
El rol de Paralluelo ha impulsado la buena suerte de La Roja
Adentro de la cancha en este torneo, España ha mostrado lo mejor y lo peor de sí. En la cuarta competencia importante bajo el mando de Vilda, La Roja frecuentemente ha caído en el patrón familiar de la posesión sin propósito. Su dura derrota por 4-0 ante Japón fue el arquetipo que nos remontó a la caída en fase de grupos ante Inglaterra en la Euro 2017.
Ese partido estadísticamente bizarro contra Japón – en el que permitieron que España retuviera el balón, pero contratacaron con una precisión letal – fue uno de los partidos más memorables del torneo y fue la alarma que La Roja necesitaba.
Después de eso, España tuvo un alivio con un partido de eliminación ante un equipo suizo poco inspirado, en el que Vilda hizo cambios clave, dándole a la arquera suplente, Cata Coll, el puesto titular por delante de la regular número uno, Misa Rodríguez. Además de Coll, la defensora, Laia Codina, entró por Ivana Andrés mientras que ambas abrieron los partidos subsiguientes. Incluso tras permitir un inusual gol en contra cuando Codina disparó al arco abandonado por Coll desde 40 yardas, La Roja se vio libre para sacar provecho del espacio que Suiza les ofreció en su tercio defensivo, anotando cinco de sus 25 remates.
Vilda ha permanecido consistente con su mediocampo, haciendo que Teresa Abelleira pase a un rol más profundo y permitiendo que la jugadora de Real Madrid avance la pelota desde allí. Junto con Abelleira, Bonmatí ha sido una presencia constante en el escuadrón. La mediocampista de Barcelona – una de las 15 jugadoras antemencionadas que han permanecido – también es la que en mejor forma física se encuentra esta temporada, liderando la carrera por el Balón de Oro de este año.
Como una de las futbolistas más inteligentes adentro de la cancha, Bonmatí ha sido clave para España, energizando el mediocampo y enlazando la pelota hacia adelante. Su regreso al escuadrón ha sido una cuerda salvavidas para Vilda y España.
Bonmatí y Abelleira han podido controlar los acontecimientos sin estar en el centro de la escena gracias al regreso de la doble ganadora del Balón de Oro, Putellas. Pero, aun sin poder completar los 90 minutes desde su reincorporación tras su lesión en los ligamentos cruzados anteriores, no ha sido muy efectiva en medio de la formación 4-3-3 que España ha desplegado en este torneo.
De hecho, los mejores momentos de España han tenido lugar cuando Jennifer Hermoso ha caído más atrás en un rol suplementario en el mediocampo, liberando un espacio extra en el frente de tres en donde la estrella en ascenso, Salma Paralluelo, ha tenido espacio para brillar. Proporcionando un perfil diferente al de Alba Redondo o la delantera preferida de Vilda, Esther González, los goles de la jugadora de 19 años han hecho que pase al XI titular, en vez de tener que conformarse con apariciones desde el banco.
Paralluelo ha cambiado la dinámica de la manera en la que ataca España, permitiendo que el equipo se abra por la cancha y sobrecargue el área. La delantera – que anteriormente fue velocista – es además una de las jugadoras más rápidas y altas de la cancha, agregando más amenaza a las jugadas a pelota parada y más avance que Putellas.
Sin haber ganado anteriormente un partido de eliminación en un torneo importante antes, el triunfo ante Suiza les proporciono el empujón mental perfecto de cara a el primer partido de cuartos de final de España en esta competencia. Aunque parecía que iban a caer en el viejo patrón de crear chances sin terminar de definirlas, la introducción de Paralluelo en el minuto 71 minutos cambió el juego contra Países Bajos y ella fue quien anotó el gol ganador en el tiempo suplementario.
Y, tal como sucedió contra las neerlandesas, el juego directo de Paralluelo desde la banca en el minuto 57 resultó ser el tónico para España contra un equipo sueco que no tuvo fortaleza defensiva en la semifinal.
Habiendo sido eliminadas por Inglaterra en la Euro 2022, habrá una trama secundaria en cuanto a una potencial retribución cuando entren en la cancha contra las Leonesas. Lo lógico sería que Vilda se enfoque en las fortalezas de su equipo, recostándose en las sociedades existentes y dándole a Paralluelo el visto bueno desde el inicio del partido – en vez de esperar aún estar con el juego al alcance el tiempo suficiente para que ella pueda producir un impacto como suplente.
Quizá también veamos más conservadurismo por parte de La Roja, con el fondo siendo uno de los más cuestionables del torneo y Aitana quizá un poco más profunda para dar ayuda al lado de Abelleira.
También está la tentación de que Vilda acuda a las jugadoras de Barcelona en su plantel que, al comienzo del verano se recuperaron contra Wolfsburgo para quedarse con su segunda corona de la Champions League. Experiencia en los partidos importantes y fortaleza mental son cosas que le han faltado a España en los torneos anteriores. Pero, habiendo sumado más jugadores de un club a este equipo, España le permitirá a Vilda recostarse sobre las sociedades existentes y el entendimiento entre las jugadoras.
Con el fondo de tres de Inglaterra haciendo un juego fuerte en esta competencia, la carga estará puesta sobre la delantera española, independientemente de quién la conforme, para que presione y consiga abrir el juego donde sea posible, y también evite amontonarse en el medio de cancha. -- Sophie Lawson