El técnico Néstor Lorenzo metió mano en el entretiempo. Fortaleció los costados en defensa y en ataque. Por esa vía, llegaron los goles de Luis Díaz para el 2-1 de Colombia ante Brasil.
El primer tiempo inquietó al DT. Deiver Machado dejó sola su zona en defensa y comenzó distraído. Poco ayudó a Luis Díaz en ataque por la izquierda. Menos aún con centros al área. Davinson Sánchez lo salvó en uno de sus regresos tardíos con castigo de amarilla que lo sacó del próximo partido ante Paraguay.
Por derecha, la banda menos utilizada para salir, también corrigió. Matheus Uribe fue superado en esa posición. Descuidó a Kevin Castaño en marca y excepto por un pase largo a Díaz fue discreto en ataque.
Lorenzo fue al límite. Puso a Cristian Borja por Machado. Y a Luis Sinisterra por Matheus. A todo o nada, con Castaño más solitario para recuperar. También con mejor opción de pases con James, Jorge Carrascal, Daniel Muñoz y el extremo de Bournemouth.
"Sabíamos que íbamos a asumir un riesgo porque Carrascal era de corte ofensivo y le iba a quedar la cancha grande a Kevin, que salió también lesionado de una rodilla. Agradezco a los jugadores la entrega y la forma en la que asumieron el partido", expresó el entrenador.
Sinistrera habilitó más juego por ese costado. Le dio un respiro a Díaz, incansable en ese costado y en intentos individuales. Aunque Brasil pasó más cómodo por la mitad de la cancha, fue frenado por la solidez de los centrales.
Borja hizo la diferencia con ese primer envío al área para "Lucho". Un pase preciso que cabeceó por el empate. Richard Ríos entró por Rafael Borré y generó la jugada del gol de la victoria. Su profundidad por movió a la defensa, le dio espacio a James que dio una asistencia de lujo para el segundo frentazo de guajiro.
"Hicimos un gran partido, el equipo se multiplicó en situaciones de inferioridad numérica”, añadió Lorenzo.