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La gran evolución de la Selección Argentina desde la Copa América 2021, con grandes títulos a cuestas

De lujo. Así es el proceso de Lionel Scaloni como técnico de la Selección Argentina, obviamente con Lionel Messi como capitán, figura y emblema. En un año y medio, la Albiceleste se quitó más de una espina, cortando grandes rachas, ya que ganó tres títulos especiales, la Copa América 2021 en Brasil contra el local, la Finalíssima a Italia y después la frutilla del postre, el Mundial de Qatar 2022, sobre Francia.

El equipo mostró una gran evolución y ahora apunta a "no bajar la guardia", con la mayoría de los campeones del mundo y algunos jóvenes que piden cancha, ya que debe salir a defender la corona de la Copa América 2024 en Estados Unidos.

Con buen pulso, Scaloni fue probando y cambiando algunas fichas en el tablero. Adquirió una muy buena química con el plantel, al que ya conocía en gran parte por haber integrado el cuerpo técnico de la anterior etapa, que condujo con problemas Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia 2018. El propio Scaloni explicó que fue César Luis Menotti, el primer DT de Argentina campeón mundial, en 1978, en casa, quien fue clave para pedir paciencia y sostener, desde su puesto de Director de Selecciones Nacionales, al joven entrenador en su puesto.

El recambio fue fundamental en el banco del seleccionado. La palabra justa y experimentada del recientemente fallecido técnico ayudó a un proceso tan especial e histórico. Con Pablo Aimar, Roberto Ayala y Walter Samuel, excompañeros con la celeste y blanca, más el aporte del analista de datos y vídeos, Matías Manna, se forjó esta era Scaloni. Apostó por rodear muy bien a Messi, con pilares de la etapa previa, y sin dudas que la Copa América obtenida en Brasil, en plena pandemia del Covid, sin hinchas en las tribunas, resultó el quiebre en el rubro anímico, de confianza, para una generación.

La Albiceleste creció en todos los aspectos

Argentina fue ganando en confianza, con posesión del balón, generación de oportunidades y manejo de las acciones. Rodrigo De Paul y Leandro Paredes fueron valiosos, con el aporte Giovani Lo Celso, en el mediocampo. A Nicolás Otamendi lo empezó a acompañar el enorme crecimiento de Cristian Romero, quien parece un curtido central desde su surgimiento. Siempre, el equipo guiado por la magia y la inventiva de Messi. Tuvo un gran aporte de Ángel Di María y Lautaro Martínez, el goleador de la era Scaloni, y así se quedó con la citada Copa América en Brasil, sostenido desde el arco por el confiado Emiliano Martínez, con sus arengas y provocaciones en penales claves.

Casi todos los habituales titulares de ese conjunto, que cortó una sequía de 28 años sin conquistar un título para la Albiceleste, fueron los que golearon a Italia, el campeón de la Eurocopa previa, en la Finalíssima en Wembley. Ese triunfo, a mediados de 2022, casi un año después del éxito continental en Brasil, sirvió para comprobar el nivel y la categoría de Argentina, frente a un histórico rival europeo, ya con la mente y el objetivo puestos en Qatar.

La gran baja del equipo para la cita mundialista fue la de Lo Celso, una pieza de peso para Scaloni. Y la Copa del Mundo, pese al olvidable debut ante Arabia Saudita, que pudo ser goleada a favor y terminó con una derrota que terminó una serie invicta del seleccionado, permitió mostrar a otras piezas que se ganaron un lugar en el XI. La dupla de Alexis Mac Allister y Enzo Fernández, quedando Paredes como suplente, resultó un hallazgo del técnico, más la incorporación de Julián Álvarez en el ataque, en lugar de Lautaro.

Un aporte fundamental lo hizo Di María, autor de un gol en cada una de esas tres finales históricas. Fue Fideo quien le marcó un golazo a Brasil en el Maracaná, el que metió otro tanto frente a Italia y el encargado de decretar un golazo, tras un contragolpe inolvidable, en la definición ante Francia en Doha. Hubo jugadores valiosos, claves en la formación y el engranaje de la Selección, siempre conducidos por Messi, el hombre encargado de manejar los tiempos, cargarse la presión y además definir encuentros, con goles de jugada o de penal.

Después de la tercera estrella mundial de Argentina, Scaloni sembró una duda tras un gran triunfo sobre Brasil, hace siete meses, de visitante, por las Eliminatorias, pero decidió seguir al frente de la Albiceleste. Con su cuerpo técnico intacto, el DT pudo consolidar un grupo de trabajo con figuras. De a poco hizo algún retoque, pero casi todos los titulares de la gran cita se mantienen actualmente. Sigue firme Dibu Martínez, rotan Nahuel Molina y Gonzalo Montiel, continúan Cuti Romero y Otamendi, más la categoría en alza de Lisandro Martínez para cambiar a veces, y alternan Nicolás Tagliafico y Marcos Acuña.

En la zona media suelen estar De Paul, Mac Allister y Enzo, quien ahora llega a la cita en Estados Unidos con cierta inactividad por una operación, va probando con Lo Celso, mientras que a Messi lo suelen acompañar Di María y Julián, y bien puede estar Nicolás González. En este tiempo, Alejandro Garnacho pidió pista y puede ser extremo. Y Lautaro, tras una gran temporada en su club, sigue siendo importante en el área y puede ir entrando por Álvarez. También se puede sumar Exequiel Palacios, más algunos jóvenes que suman rodaje y son alternativas para Scaloni y compañía. Un caso: la nueva joyita que sumó el DT: Valentín Carboni.

Argentina sólo sufrió un traspié, de local, en las Eliminatorias para el próximo Mundial, ante Uruguay, previo a la victoria citada en Brasil. El equipo continúa con virtudes acostumbradas, de tener paciencia, dinámica, buen manejo de pelota e inteligencia. El conjunto de Scaloni llega a la nueva Copa América como Nº1 del mundo en el ranking de la FIFA, con Messi jugando en Inter Miami y siendo "anfitrión" en Estados Unidos.

El capitán, crack como nadie, explicó que el Mundial 2022 cambió su vida. “Ahora ya soy consciente de que somos campeones del mundo. Pero es como que cambió todo pero al mismo tiempo no cambió nada", expresó hace pocos días. Hoy, la Selección de Scaloni da muestras de que parece que nada cambió, porque continúa firme en todas sus líneas, aceitada, con ideas claras, confianza y contundencia. El nuevo desafío es el de salir a revalidar la gloria reciente, frente a rivales que cada vez le quieren ganar, por lo que significa un triunfo sobre Messi y compañía.

Una frase reciente de Mac Allister demuestra lo que representa Messi para ellos y, obviamente, para los adversarios: "Sabemos que cuando Leo está, los rivales tienen un poquito más de miedo, es lo normal". Ahora es tiempo de ratificar lo hecho y hay hombres y nombres para tener fe. Sin ninguna duda.