Hay locos, están los que protestan todo, y aquellos que permanecen de brazos cruzados. Los que arman sus equipos de atrás hacia adelante y los que lo hacen a la inversa. Conservadores y audaces. Los que pregonan un estilo, y no lo cambian, y los que consideran que se deben adaptar a las circunstancias del partido y del rival. En el loco mundo de los entrenadores, como dice el dicho: cada maestro tiene su librito. Y el de Uruguay tiene el suyo.
Hay cosas que Marcelo Bielsa no negocia y que las trasladó a sus jugadores. El Uruguay del Loco tiene un libreto, un estilo, una forma de salir a jugar. Este es el ABC de Bielsa.
Desde el arco
El ABC de Bielsa parte desde el arco. El DT quiere que su golero sepa jugar con los pies, una característica a la que apeló en todos sus equipos por entender que desde ahí comienza a generar la superioridad.
En un congreso de entrenadores que se desarrolló en Brasil, el Loco había expresado: “El juego con los pies es de muchísima importancia. Para mi tener un arquero que sea un vértice retrasado del inicio de la circulación, le agrega un jugador más al inicio de la posesión, y a eso le doy mucha importancia”.
Y agregó: “Me importa mucho el juego aéreo de los arqueros y me importa mucho la capacidad de actuar como líbero, como un segundo líbero detrás de la defensa. El manejo que hace el arquero entre el espacio específico que le corresponde relacionado con el arco, desde ahí en adelante, del área chica a la medialuna, hay una acción de líbero que en el arquero es muy importante”.
Intensidad
Es una de las principales características del Uruguay de Bielsa. La Celeste es un equipo que juega a un ritmo difícil de bancar. Presiona tras pérdida, se posiciona rápidamente en territorio rival, los laterales se paran prácticamente como punteros, los defensas persiguen a los delanteros hasta su propio terreno y las transiciones de defensa a ataque son a pura velocidad. Cada jugador ocupa su rol y tiene claro lo que debe hacer dentro del campo de juego.
Facundo Torres, que formó parte del proceso de preparación, lo dejó en claro: “La intensidad que pide Bielsa es impresionante. Nos pide mucha ser aplicados en la marca, algunos posicionamientos tácticos y en ataque hacer varios movimientos, diagonales y cosas que venimos aprendiendo y que se están dando de buena manera, pero la intensidad es la gran diferencia. Cada entrenamiento es impresionante, cada día es muy intenso y eso marca la diferencia”.
La presión
Va de la mano con la intensidad que le ponen los jugadores de Uruguay al juego. Bielsa ordena a sus dirigidos una presión asfixiante sobre la salida del equipo rival donde los delanteros inician el movimiento. Los volantes se adelanten y se posicionan en terreno rival para recuperar cerca del arco contrario. ¿Qué pasa si el rival saltea esa línea de presión? Se encuentra con un segundo bloque dispuesto a cortar todos sus circuitos de juego.
Dinámica en movimiento
Uno de los aspectos que más remarcó el técnico a sus dirigidos en las charlas que mantuvo por videollamadas es la dinámica en movimiento. Bielsa pidió a sus jugadores que no pueden estar parados en el campo de juego, como lo reveló Facundo Pellistri: “Habla mucho de la dinámica de movimiento que genera espacios. Por ahí hago un desmarque que no se ve, pero ese desmarque hace que la línea defensiva se tire unos metros más atrás y genere espacios para el mediocentro o enganche para recibir y poder girar. Y después, una vez que se recupera la pelota, dañar al otro equipo. Que sepan que si la pierden van a salir nuestros extremos, y el mediocentro va a acompañar, para lastimarlos. La filosofía es estar juntos cuando no la tenemos y cuando se recupera salir bien fuertes para hacer daño”.
Juego directo
A nadie escapa que Bielsa es amante de que sus equipos tengan la pelota. Pero el Uruguay que dirige es directo y punzante. Tiene buenos jugadores en la mitad de la cancha, pero los volantes no andan con mucho rodeo, sino que, una vez que rompen la línea, van derecho al arco rival. No importa la zona donde se recupere el balón, el principal objetivo es llegar al arco rival con pocos toques, velocidad y verticalidad.
No especula
Esta es una de las principales características del ABC de Bielsa. Sus declaraciones son elocuentes: “No hay planes alternativos en la forma de jugar. Creo que la forma de jugar es genérica, y que es muy difícil imaginar el juego de una manera diferente. Nosotros perseguimos tratar de poseer la pelota más tiempo que el rival, llevarla de nuestro campo al campo rival conservándola, sin ponerla en demasiado riesgo, y lograr que en el campo rival la posesión genere peligro. Eso es inherente a cualquier modelo; lo que puede cambiar es protagonismo o especulación. Yo siempre elijo protagonismo, y descarto especulación”, expresó el entrenador y lo dejó en claro en los partidos que le ganó a Brasil y Argentina por las Eliminatorias.