La Selección Chilena saltó al campo del Estadio Nacional con la misión de ganarle a Bolivia y, en primera instancia, anotar, una de las grandes deudas del proceso liderado por Ricardo Gareca. Y a los 39 minutos, pudo lograrlo.
El esquivo tanto de la Roja llegó tras una extraña jugada, en la que arquero boliviano Carlos Lampe cayó y perdió el control del balón, lo que aprovechó Eduardo Vargas para colocar el empate transitorio.
La situación provocó el enojo de los futbolistas rivales, que cuestionaron la decisión del delantero de empujar el balón a la red.
El último compromiso donde los dirigidos por Gareca había anotado fue en el amistoso que terminó en goleada chilena por 3-0 sobre Paraguay, partido disputado el 11 de junio del presente, también en el recinto ñuñoíno.