James Rodríguez volvió a tener buen partido con Colombia en la Eliminatoria. Dio el pase para el 2-0 de Luis Díaz que encaminó la goleada ante Chile en Barranquilla.
Con el 3-0 el equipo aplastó al último de la tabla. Fue una máquina sin piedad que exprimió todos los espacios de un rival destruido anímicamente. El cuarto gol era inminente y se dio naturalmente con las piernas frescas de Juan Fernando Quintero y Luis Sinisterra en la última jugada.
Un tiempo antes, con los chilenos aplicados en su campo, el contexto era más complicado. Y ahí el 10 se empleó a fondo para romper esa resistencia. Sin influencia con el balón para jugar en corto, intentó de pelota quieta. Su zurda es infalible.
De un córner se abrió el marcador en un gol fortuito de Dávinson Sánchez a los 34'. Lo que necesitaba Colombia para castigar un planteo demasiado defensivo. Con más grietas en el fondo, James se encargó de lo demás.
Le dio más sentido a la posesión. Combinó con Richard Ríos, aprovechó mejor a Luis Díaz. Impecable físicamente forzó la jugada del segundo gol en el arranque del complemento. Apretó la salida de Chile en el área y con su robo, dejó de frente a "Lucho" en su remate directo al arco.
Fue su cuarta asistencia en diez fechas de la Eliminatoria. El mejor en ese registro que acelera el regreso de la Selección al Mundial.
En sus 86' en el Metropolitano tuvo números de líder futbolístico. 92 por ciento de efectividad en la entrega, creó siete oportunidades, dio igual número de pases en el último tercio, ganó cinco duelos de ocho y recuperó cuatro veces.
Todo con partido completo en la altura de Bolivia y poca continuidad en Rayo Vallecano. Se fue aplaudido cuando lo reemplazó Juan Fernando Quintero.
“Yo siempre intento entrenarme bien, cuidarme también. Se está pasando por una buena fase. Hoy confieso que estoy cansado y ahora espera cuando llegue a Madrid a ver qué”, dijo.
Colombia está segunda con 19 puntos en zona de clasificación directa. La huella de James se nota en esa campaña. El capitán está vigente.