El capitán James jugó 61 minutos muy bajo de fútbol. Ni siquiera se encargó de la pelota quieta en el empate 2-2 de Colombia frente a Paraguay.
El 10 tuvo su partido más discreto, sin la influencia para sostener la ventaja inicial del primer cuarto de hora en Barranquilla. Su contacto con la pelota fue básico, apenas un pase al espacio por la izquierda a Luis Díaz en la contra del segundo gol de Jhon Durán.
El 2-0 estableció otros caminos para la Selección. Se alejó del juego colectivo y se lanzó con el juego largo. El 10 no tuvo apoyo de sus mediocampistas más cercanos. Jefferson Lerma Richard Ríos arriesgaron con la mala salida y atendieron las coberturas en las bandas.
Sin ese control el equipo fue dominado en el Metropolitano. Los paraguayos se animaron, olfatearon espacios y sacaron el punto.
El partido lo aquejó físicamente. No ejecutó las pelotas quietas, ni los tiros de esquina. Antes de salir tuvo un frentazo débil a las manos del portero Roberto Fernández. Salió a los 61' por Jaminton Campaz.
Su aporte defensivo fue pobre. Recuperó el balón una vez y de sus 21 pases, solo un par fueron en zona de ataque.
Sin su capitán en buena forma futbolística, Colombia se apaga.
