El Maestro Óscar Washington Tabárez destacó que ‘la cultura futbolística de Uruguay es de las mejores del mundo’, recordó qué tan importante fue el respeto y la transmisión de valores en su gestión al frente de la Selección Uruguaya y agradeció el homenaje que se le realizó a él y todo su cuerpo técnico.
Este miércoles en la Sala Zitarrosa, se llevó a cabo un reconocimiento por parte del fútbol y la cultura uruguaya al legado de Tabárez y su cuerpo técnico integrado por Celso Otero, Mario Rebollo y el profe José Herrera, destacando su trabajo en la Celeste desde 2006 a 2021.
Al final de la ceremonia (cuya Comisión Organizadora estuvo integrada por Matías Faral, Marcelo Tulbovitz, Claudio Pagani, Maximiliano Pérez, Federico Bavosi y Santiago Rodríguez), el Maestro tomó la palabra y fundamentalmente quiso agradecer, ‘un verbo que se usó con mucha frecuencia en esos 15 años en el Complejo Celeste’.
Tabárez recordó: “Cuando llegaban los chiquilines de la Sub 15, les decíamos ‘acá se saluda, aunque no conozcamos a algunas personas, y se agradece a quien le retira el plato de comida o a quien le hace algún otro favor’. (A nuestro cuerpo técnico) se nos ha nombrado mucho, pero son muchas más las personas que hicieron muchas cosas que pasaron ahí. (...) Y hubo que hacer un proyecto guía para dejar afianzadas las ideas”.
“Una vez había oído que unos japoneses buscaban organizaciones para sus empresas, para que sean lo más eficientes posibles, y sacaban mucho de las colonias de insectos que hay en la naturaleza: las hormigas, las abejas… Eran un gran ejemplo de que cada uno hace su función para el bien colectivo; el gran problema que tenían era que los seres humanos, aparte de ese sentido colectivo que pueden tener, tienen ambiciones. Entonces pensamos en eso, y dijimos cómo podemos hacer. Esas ambiciones, o la idea de progresar, a veces son muy sanas, pero también sabemos que por ahí hay alguno que use un elemento que es la escalera para trepar. ¿Cómo se hacía? A través de la transmisión de valores, de la educación… Para la convivencia y para la competición tenía que haber una vinculación con nuestra cultura. La cultura futbolística de Uruguay es de las mejores del mundo”, destacó.
El ex seleccionador de Uruguay contó incluso que hoy con 78 años sigue leyendo sobre la historia del fútbol oriental, y que por ejemplo el profe Herrera le prestó el libro Cincuenta días de gloria, donde el escritor Mauricio Bergstein repasa la historia de José Leandro Andrade.
Tabárez continuó: “Había un tango que dice que lo que se recuerda a veces son las pasadas alegrías, y yo tengo alegrías pasadas, pero a mí me reconfortan. Me tomo casi como algo deportivo recordar cosas que hemos vivido. Pero hay otras cosas que traen alegrías en la actualidad, yo ya no soy entrenador ni lo voy a ser, que son los reencuentros. Los encuentros casuales en la calle además con los desconocidos”.
“Cuando uno va a un supermercado y anda en la calle y nos vienen a hablar, la palabra que más usan es gracias”, valoró.
Y el propio Tabárez finalizó su oratoria agradeciendo ‘a todo ese gran grupo de personas que forman las comunidades que hay en nuestro país y representan junto a cierto deporte como el fútbol y aspectos destacados de la cultura uruguaya; a todos ellos, sin falta, que han puesto su grano de arena para tratar de hacer algo para algo tan importante como es el fútbol para nuestro país…’.
“Para mí, el fútbol no es lo más importante de la vida. Pero es un vehículo imprescindible e inigualable para llegar a las cosas más importantes que el fútbol”, subrayó.
“El agradecimiento también a los que han organizado este evento. Confieso que todos nosotros llegamos acá sin saber ningún detalle de todo este esfuerzo tan sentido, tan profesional, tan cálido que nos han entregado. Así que para mí, el 10 de diciembre del 2025 entra entre las fechas más importantes que pude haber tenido en mi trayectoria en el fútbol. A todos ellos, muchísimas gracias”, concluyó.