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Así soy yo: el Canario Álvarez se autodefine y revela los aspectos que trabajaba para mejorar

En momentos donde gobierna la incertidumbre. Cuando la inmensa mayoría de los uruguayos se pregunta: ¿Y después de Suárez y Cavani quién? En la búsqueda de los sustitutos de los máximos goleadores de la historia de la selección uruguaya con todo lo que ello implica, el Canario fue una bocanada de aire fresco.

Agustín Álvarez Martínez, con apenas 20 años, comenzó a sembrar la semilla de la ilusión. Se puso la camiseta de Uruguay y jugó como si la vistiera desde siempre.

A la hora de hablar de sus virtudes se pueden destacar muchas cosas. Pero nada mejor que preguntarle al propio jugador sobre cuales considera que son sus virtudes y defectos. Así se autodefine el Canario en un mano a mano con ESPN. Así soy yo…

“Técnicamente soy bueno, también en el juego aéreo y lo que me he dado cuenta últimamente es que, cuando hay un jugada de gol, o mismo cuando hago el gol, es mi ubicación en el área. No te das cuenta en el momento pero después cuando mirás te ponés a pensar por qué justo yo estaba ahí en el partido. Vos estás ahí porque capaz que lo intuís. Entonces una de las características es mi intuición dentro del área”, comenzó diciendo Agustín Álvarez.

A la hora de hablar de aspectos a mejorar, el delantero de la selección expresó: “Obviamente que a medida que voy jugando partidos me voy a adaptando al fútbol de máximo nivel. Son mis primeros partidos internacionales estos y lo que me dicen que tengo que mejorar es ponerme más fuerte físicamente, de arriba, para chocar a los rivales que para un 9 hoy en día es necesario y estoy enfocado en eso y luego de los entrenamientos me quedo con el profe para mejorarlo”.

Y concluyó haciendo referencia a la forma de definir las jugadas de gol: “En el área, en lo apretado, el delantero sabe dónde definir y no piensa mucho, es más reflejo, pero cuando tenés mucho tiempo para pensar, y mientras vas pensando dónde poner la pelota, el golero también piensa. Pero en el momento, rápido, es más reacción y el golero no tiene tiempo para pensar”.