Con la derrota de Uruguay ante Argentina en Montevideo, aunque sin merecerlo, nos quedaba la chance de ir a buscar puntos en La Paz, en donde siempre se nos hace más que difícil. Pero la derrota ante Bolivia fue tan o más dolorosa que las sufridas ante Brasil y Argentina de visita.
Se han perdido todos partidos perdibles. Lo que lastima y molesta son las formas. Porque ante Colombia se jugó un gran primer tiempo pero no se pudo anotar y se terminó empatando. Contra Argentina en Buenos Aires pasó lo mismo. Hasta el gol de Messi estuvimos más cerca de anotar y hasta el palo lo impidió, pero después fue baile completo y lo mismo pasó ante Brasil en donde no tuvimos respuesta ninguna.
Pero vayamos por partes. La debacle comenzó con la triple fecha en donde se rescató un solo punto de los nueve que se jugaron. Se empató con Colombia y perdió, muy feo, ante Argentina en Buenos Aires y también cayó sin levante ante Brasil. Y no es mirar atrás, sino remarcar que, a mi entender, esa triple fecha quebró a este equipo en lo futbolístico y en lo anímico. Es la sensación que me quedó, pero tenía, como todos los uruguayos, la ilusión que se pudiera dar vuelta la pisada en esta doble fecha.
Nos tocaba Argentina, que está un escalón arriba nuestro, que llegaba casi clasificada y sin Messi o entre algodones y Bolivia en La Paz, que siempre nos resultó dificilísimo.
Pero cuando las cosas no salen encima ligas muy mal como contra los albicelestes. No recuerdo un partido clásico del Río de la Plata con 19 remates de Uruguay y ocho de Argentina y con más chances de gol nuestras y convirtiendo a Martínez, el arquero, en la gran figura de la noche.
Pero en fútbol pasan estas cosas. Cuando andás mal se hace muy difícil levantarse y le está pasando a este equipo. Futbolísticamente se está tan bajo como hace mucho tiempo no veía a una selección uruguaya y si encima te hacen goles tontos y los recibís en momentos en donde nada lo hacía pensar, anímicamente el equipo se quiebra.
Es bueno resaltar que no todo está perdido. Que aún se puede soñar y porque no lograrlo. Pero serán los jugadores, mucho mas que el entrenador, los que deberán sacar "las castañas del fuego".
En La Paz daba lástima mirarlo por TV y realmente le terminamos dando vida en estas cinco fechas últimas a todos, a tal punto que Perú nos superó, Bolivia se arrimó y hoy estamos séptimos en la tabla de posiciones. De los últimos 15 puntos logramos uno solo lo que hace todo muy bravo en una competencia tan pareja. Es cierto, todo muy apretado y solamente Brasil y Argentina tienen su boleto seguro, Ecuador casi, y para cambiar esto hay que sumar y sumar de a tres o el sueño de estar en todos los mundiales será solamente eso y nos quedaremos sin el "último baile".
Sigo confiando en que se logre revertir esta situación y que el fútbol uruguayo esté en el mundial pero para eso deberán alinearse los planetas y este equipo deberá aparecer y demostrar ante Perú, Venezuela, Paraguay y Chile que sí se puede.