Óscar Jiménez, portero del América y autor de la hazaña con la que las Águilas avanzaron a los cuartos de final en la Concacaf Liga de Campeones al atajar un penal, aseguró que Paul Aguilar fue su amuleto para descifrar a dónde lanzarse durante la tanda que definió al equipo ganador.
En entrevista con ESPN Radio Fórmula, Jiménez compartió que el lateral azulcrema le hizo señas durante los lanzamientos para ayudarlo a decidir la mejor opción para lanzarse.
“Con Paul van dos penales que nos volteamos a ver. Como que él presiente a dónde va. Lo vi en el tercer penal y me dijo que a la derecha. Aguanté y no llegué. Me voy contento a casa porque vale la pena el esfuerzo y recibir el reconocimiento de tus compañeros. La exigencia es mucho más y este equipo debe pelear el título”.
Además, declaró que poco a poco se acortan las brechas con Centroamérica, pero que para dichos equipos se juegan la vida.
“Ellos saben que es el juego de su vida. Dejan todo en la cancha. Es lógico que van creciendo sus ligas y debemos demostrar por qué estamos en esta liga y en este equipo. Su portero tuvo una buena noche. Es futbol y puede pasar cualquier cosa en el partido”.
Finalmente, señaló que compite diario con Guillermo Ochoa por un lugar en el once inicial, pero que le aprende mucho a uno arquero que clasificó como “leyenda del americanismo”.
“Se fue Marchesín, ahora llega Memo. Es un ídolo americanista y un gran arquero y tiene mucho a su favor. Es difícil porque son pocas las oportunidades que se te presenten. Aquí no hay que a alguien lo quieran más. Uno debe trabajar y aguantar. A Memo lo aprecio y compito con él, pero me queda trabajar en silencio. Le agradezco a Miguel la confianza. El estar atrás de Memo ayuda a tener mayor jerarquía y madurez”, concluyó.