La Selección Mexicana tuvo una triste presentación en Tegucigalpa y te presentamos las claves del resultado.
La ausencia de Guillermo Ochoa fue el factor principal en la derrota de México contra Honduras, en Tegucigalpa. La salida del arquero mexicano provocó el descontrol, dejando al Tricolor con pocos réditos para enfrentar a un país centroamericano que ha tenido problemas con su futbol en los últimos meses.
Guillermo Ochoa, salida inesperada
La salida inesperada de Guillermo Ochoa, por una lesión en el hombro, provocó el descontrol de la Selección Mexicana. De inmediato, a la siguiente jugada en la que ya no estaba el arquero del Salernitana, el equipo de Jaime Lozano recibió el 1-0.
Sin el liderazgo de Ochoa, la defensa de México no estuvo acertada y el equipo perdió el control, al grado de acabar en bronca al final del partido.
César Montes, lejos de su mejor nivel
César Montes no tiene regularidad en el Almería y eso se notó en el juego contra Honduras. El central que juega en el balompié de España perdió la marca en el primer gol de los catrachos y batalló todo el juego para frenar a un futbolista como Anthony ‘Choco’ Lozano, que anotó y provocó la lesión de Guillermo Ochoa.
La defensa fue uno de los puntos más bajos del Tricolor en Tegucigalpa.
Santiago Giménez, sin contacto con el balón
México terminó el primer tiempo sin disparar al arco, a pesar que supuestamente el equipo mexicano era el favorito en la eliminatoria contra Honduras. Santi, a pesar de ser el goleador de Holanda, tuvo pocas oportunidades al ataque y terminó por salir de cambio en el segundo tiempo. Sigue sin ser el hombre clave en el ataque del Tricolor.
Julián Quiñones, con triste debut
Julián Quiñones debutó con México, inmediatamente después de que Honduras anotó el 2-0. Jaime Lozano envió al campo al atacante naturalizado mexicano para acompañar a Raúl Jiménez al minuto 72, el problema es que apenas pudo tener contacto con el balón y terminó siendo irrelevante en Tegucigalpa.
Edson Álvarez, el capitán que se quedó solo
Edson Álvarez estaba separando a sus compañeros al final del partido, cuando se enfrascaron en un intercambio de palabras con los jugadores de Honduras y el cuerpo arbitral. El jugador del West Ham quiso tomar el liderazgo tras la salida de Guillermo Ochoa, aunque no pudo. El mediocampista jamás tuvo el control del mediocampo, ante un equipo centroamericano que encontró fácilmente los caminos al ataque.