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¿Peñarol tiene alternativas en el plantel para probar algo distinto?

Peñarol no ha mostrado grandes rendimientos individuales o a nivel colectivo y los resultados tampoco han acompañado. ¿Mauricio Larriera tiene opciones en el plantel para provocar un cambio profundo en este mismo torneo?

Al aurinegro le llevó varios partidos establecer cuál sería el equipo base para este semestre, pero finalmente quedó compuesto con Kevin Dawson en el arco, Matías Aguirregaray, Hernán Menosse, Ramón Arias y Juan Manuel Ramos en la defensa, Walter Gargano, Damián Musto y Pablo Ceppelini en la franja central del medio, Ignacio Laquintana por derecha, Federico Carrizo por izquierda y Agustín Álvarez Martínez como punta de ataque.

El equipo se muestra muy escaso de potencia en ataque, con grandes dificultades para llegar al gol y en la creación de ocasiones. En ocasiones, recibe goles con facilidad y parece falto de ideas para romper los cerrojos de equipos que lo esperan en un bloque bajo. ¿Es una cuestión de nombres?

¿Qué otros jugadores podría probar el entrenador?

En la defensa, Edgar Elizalde ha rotado tanto en el puesto de central izquierdo como de lateral, y ha cumplido en las tareas de marca aunque le cuesta proyectarse al ataque. Facundo Bonifazi también tuvo minutos como carrilero, no ha podido impresionar ni generar un circuito de juego con el volante que lo acompañe por ese lado. Entre los juveniles, Jairo O’Neill y Mathías De Ritis aparecen como opciones, aunque este último se encuentra repartiendo su tiempo entre los entrenamientos de la Selección Sub-20 y es una apuesta que el club seguramente buscará llevar de a poco. Kevin Lewis ocupó ese puesto durante su cesión en Sud América, pero ha tenido minutos desde que volvió. Peñarol no logra imponer el vínculo por la banda que tenía con Joaquín Piquerez y Facundo Torres, y no parece que con los nombres de hoy en día vaya a buscar repetir ese modelo.

Por al lado opuesto, Matías Aguirregaray fue muy criticado por su actuación contra Cerro Porteño, y las alternativas son hombres de la casa: ya sea Ezequiel Busquets, Agustín Da Silveira o Luciano Fernández, quien jugó en la pretemporada pero no tuvo más minutos. Busquets podría aportar más explosión física, Da Silveira más firmeza en la última línea, aunque la experiencia del “Vasco” y algunos buenos rendimientos que ha tenido (por ejemplo, en el clásico ante Nacional) siguen jugándole a su favor. Falta pulir esa sociedad con Laquintana que permita a ambos explotar lo mejor de sus características en función de la idea global.

En la línea media, Walter Gargano es uno de los nombres insustituibles por su condición de líder, por su capacidad de pase y su gran estado físico a pesar de sus 37 años. Cuando Jesús Trindade era el acompañante, el “Mota” podía jugar con mayor libertad porque el actual jugador de Pachuca cubría muchísimo campo y era un eficaz recuperador de pelotas. Damián Musto tiene otra dinámica y también otra capacidad para el juego ofensivo. El argentino tiene un buen desempeño defensivo y también como referente, pero pasar al ataque no es su fuerte. Rodrigo Saravia ha sido utilizado en varias ocasiones, tiene más desplazamiento e intensidad y mostró tener buena pegada desde lejos, pero no ha impresionado lo suficiente como para adueñarse del puesto. Agustín Álvarez Wallace parece correr con algo de desventaja en la preferencia del DT, a pesar de tener más partidos en primera que Saravia, y cuando le ha tocado jugar no ha deslumbrado. Matías De Los Santos y Kevin Lewis volvieron al aurinegro tras tener préstamos en Deportivo Maldonado y Sud América, respectivamente, pero no han tenido minutos de juego, por lo que no parecen estar en la consideración inmediata de Larriera.

Como volante más ofensivo por el centro, o mediapunta, habitualmente lo hace Ceppelini, que más allá de algún altibajo puntual, ha sido de los más destacados en el semestre con sus goles y habilidad para limpiar la jugada en el último tercio de la cancha. Bryan Olivera no ha podido llevar adelante buenos rendimientos. El zurdo, dueño de una gran pegada, ha tenido problemas para hacerse de la pelota cerca del arco rival y casi no ha podido crear chances para los delanteros. En ese sitio, Peñarol no cuenta con muchas opciones distintas: quizás podría probar con Carrizo por el centro, o hacer estrenar a Matías Ferreira, uno de los campeones de la CONMEBOL Libertadores Sub-20.

En la banda derecha, Laquintana es la opción más utilizada y si bien ha sabido utilizar su velocidad para desequilibrar en algunos encuentros, le falta regularidad y conseguir la pelota para hacerse cargo del ataque por si mismo cuando los caminos más claros no aparecen. En la izquierda, el argentino Carrizo tuvo algunos buenos destellos de su técnica y marcó un gran gol en la Libertadores, pero le ha costado asumir ese rol de manija del ataque del equipo para el que lo fueron a buscar. Larriera ha probado con el juvenil Brian Mansilla, aunque es difícil cargarle la mochila de cambiarle la cara a un equipo alicaído. Máximo Alonso, en cambio, con más experiencia en Primera División, aparece como una de las opciones que el DT podría llegar a emplear más seguido por su cambio de ritmo, buena pierna izquierda y determinación. Alejo Cruz es otro de los nombres que comenzó la temporada con más fuerza, pero con el paso de las fechas fue perdiendo lugares en la escala de preferencia del entrenador a la hora de elegir los equipos. Su velocidad puede ser un arma a considerar, aunque se lo vio con poca claridad para resolver los mano a mano cuando estuvo en cancha.

La sequía del “Canario” Álvarez arriba dañó mucho a las chances de Peñarol en los últimos meses. Lo peor no es la falta de puntería del joven atacante, sino las pocas ocasiones que sus compañeros le generan, tanto a él como al que le toque ocupar el puesto de 9. Rúben Bentancourt no se ha mostrado más claro en ese aspecto y su mejor aporte ha sido más como segunda punta que como definidor. Lucas Viatri ha ingresado pocos minutos a intentar brindarle un camino alternativo al equipo cuando el plan A no se traduce en un dominio ofensivo, y tampoco ha impactado demasiado.

En definitiva, el plantel de Peñarol no parece ofrecerle muchas alternativas más de las que probó a Larriera, que deberá apelar a un cambio desde lo mental o una nueva idea de juego donde esta lista de jugadores pueda mostrar su dominio ante los rivales. El semestre todavía no terminó, pero se vienen partidos decisivos para ver cómo será el futuro del Carbonero en la competición continental y también en la Tabla Anual.