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¿Qué le pasa a Nacional? Del equipo que pasaba por arriba a sus rivales a no ganar un solo partido y sembrar dudas

Los dirigidos por Ricardo Zielinski no pueden disimular la baja de Felipe Carballo, Leo Coelho y Luis Suárez; a ello se suma que centraliza el juego en ataque y comete errores defensivos. 1950foto

¿Qué le pasa a Nacional? Es la pregunta que se hacen sus hinchas. De aquel equipo que pasaba por arriba a sus rivales, solo queda el recuerdo. El Nacional de 2023 es una sombra del que lastimaba por bandas y era sólido en defensa. Por el contrario, el actual equipo centraliza el juego y es anunciado, al tiempo que comete errores defensivos.

Desde que comenzó el año, los dirigidos por Ricardo Zielinski no pudieron ganar un solo partido y las bajas de Felipe Carballo, Leo Coelho y Luis Suárez son difíciles de disimular.

Está claro que no hay una sola razón para explicar el momento de los tricolores.

Lo primero que hay que apuntar es que se está en un proceso de recambio. Llegó un nuevo entrenador, se fueron jugadores y vinieron otros. Ahí hay un punto clave: no resulta sencillo disimular las bajas de los futbolistas que emigraron.

A nadie escapa que Felipe Carballo fue el mejor jugador de la temporada 2022 del fútbol uruguayo. El volante se convirtió en el motor del equipo que conducía técnicamente Pablo Repetto. Su salida a Gremio es algo difícil de disfrazar. Era el líder futbolístico, algo que el nuevo equipo aún no encontró. Ese rol lo podía asumir Francisco Ginella, pero Nacional tuvo la mala fortuna de que el jugador se lesiona a poco del inicio de la temporada oficial. El resto de los volantes no tiene las mismas características.

En esa zona del campo, el técnico colocó a Diego Zabala de doble 5 junto con Diego Rodríguez, pero está claro que el jugador no siente la función. En el partido con Liverpool terminó metiendo a Camilo Cándido por dentro y mandó a Zabala por derecha.

¿Qué alternativas tiene el DT para la función? Marcos Montiel, que jugaba de volante en River Plate, y Yonathan Rodríguez.

LA DEFENSA
En el fondo el equipo tricolor mostró serias dificultades. El técnico Zielinski varió permanentemente a los laterales. Bocanegra la pasó mal en el clásico y lo sacaron. Almeida no es el mismo de Liverpool. Y Cándido pasó del lateral al mediocampo.

Lo cierto es que el equipo no muestra la misma solidez que en la pasada temporada. Acá también hay una baja difícil de disimular, la de Leo Coelho. Vale recordar que el zaguero brasileño fue el que le corrigió la defensa a Pablo Repetto el año pasado y no en vano fue elegido el mejor zaguero del año.

Su desembarco en el equipo potenció a Nicolás Marichal, que al poco tiempo fue negociado al exterior, y otro tanto ocurrió con Mathías Laborda.

Para suplir a Coelho, Nacional apeló a Diego Polenta que hasta el momento no ha dado la talla. Y otra de las incorporaciones que se sumó fue Maximiliano Perg, que contó con escasas oportunidades.

En el fondo se le achacan errores al golero Sergio Rochet en el segundo gol clásico y en la pelota donde da rebote que termina en el gol con que Liverpool gana la Supercopa. Son momentos, a nadie escapa la categoría de Rochet.

EL ATAQUE
En ofensiva el equipo es anunciado. Queda la sensación de que la idea es construir juego por dentro asociando a Franco Fagúndez con Gastón Pereiro. Pero no hay claridad ni juego fluido.

En el clásico la principal arma de Nacional fue la pelota quieta. Por esa vía será un equipo difícil de bancar.

Contra Liverpool se chocó contra el bloque defensivo que plantó Jorge Bava a partir del momento que quedó con un hombre menos. Nacional, a pesar de amontonar gente en ofensiva, no tuvo ideas ni claridad.

Zielinski probó con doble 9 en el clásico y con uno solo el domingo ante Liverpool. Ahora apareció Federico Martínez, un jugador desequilibrante por las bandas.

Así las cosas, el fin de semana empieza el Torneo Apertura y sus hinchas se preguntan: ¿Qué le pasa a Nacional? De ser un equipo que atormentaba a sus rivales y los pasaba por arriba, pasó a quedarse sin ideas y a cometer errores defensivos que lo hacen llegar al inicio de la temporada sin ganar un solo partido y en un manto de dudas.