Los ecos de la guerra directriz fueron silenciados. Peñarol, desde lo que generaron sus jugadores dentro del campo de juego, y lo que transmitió el entrenador Diego Aguirre en un asado donde pidió unión, cambió de humor. El equipo aurinegro llega al clásico de este viernes, por la sexta fecha del torneo Apertura, en inmejorable posición para enfrentar a Nacional en el Campeón del Siglo. Peñarol tiene puntaje ideal tras ganar los cinco partidos que disputó hasta la fecha. A saber: Cerro Largo, Miramar Misiones, Rampla Juniors, Cerro y Racing. El técnico Diego Aguirre, a diferencia de su colega de Nacional Álvaro Recoba, consolidó una oncena titular que, salvo algún retoque, se empieza a recitar de memoria. Es un punto que genera confianza en los jugadores. Desde el punto de vista futbolístico, el equipo tiene circuitos de juego a partir de la decisión de jugar con un talentoso de doble cinco y dos puntas: Maximiliano Silvera y Leonardo Sequeira. La generosidad de Silvera le permite al equipo construir juego desde el mediocampo, teniendo en cuenta que el 9 baja permanentemente para recibir, pivotear y descargar. Por si fuera poco, libera espacio para Sequeira que se convirtió en uno de los goleadores del equipo. Asimismo, en el mediocampo Peñarol dispone del jugador más desequilibrante en estas cinco primeras fechas del Apertura, Leonardo Fernández. El referido volante comenzó jugando por detrás del 9, pero la lesión de Gastón Ramírez determinó que Aguirre lo pusiera de doble 5 al lado de Damián García. Leo rindió de muy buena manera por lo que ahora se plantea la duda ante el posible regreso de Ramírez. En el último juego ante Racing, el técnico puso a Eduardo Darias como doble 5 liberando a Leo Fernández. ¿Fue pensando en el clásico? A todo esto, Peñarol suma un arma peligrosa como la pelota quieta al disponer de un ejecutante que genera inquietud en los rivales como Leo Fernández. El clásico es un partido bisagra para Peñarol. Por un lado, después de arrancar el torneo enfrentando a equipos que pelean por el descenso, se enfrentará por primera vez contra un rival que va por el campeonato. Esto determina que Nacional sea el primer examen de exigencia para el Peñarol de Aguirre. Por el otro, el conseguir la victoria le permitirá a los aurinegros dar un golpe de efecto en la tabla de posiciones y sacarle nueve puntos de diferencia a su eterno rival.