Adrián ‘Toto’ Fernández comentó su llegada a Peñarol, dijo por qué aceptó la propuesta del club uruguayo y afirmó que en el ascenso argentino ‘no le daba para vivir del fútbol’. El futbolista también habló sobre su apodo y señaló en qué sector de la cancha podría jugar.
En diálogo con Minuto 1 (Carve Deportiva 1010), Fernández indicó este lunes qué lo llevó a firmar por el Carbonero: “La historia que tiene Peñarol, el buen momento que está pasando… Son decisiones que no se dudan, llegué al equipo más grande de Uruguay”.
“¿Cómo no voy a querer pegar este salto? Para mí es el paso más importante de mi carrera y espero estar a la altura. Ni bien me dijeron que estaba la posibilidad, no lo dudé”, subrayó el jugador que llegó desde San Telmo.
Luego dijo sobre su juego: “Me siento muy bien de volante interno, porque a veces trato de sacarle la pelota al cinco o mismo a los centrales para llevarla hacia adelante, y tratar de llegar a posición de gol o asistir a mis compañeros”.
“Puedo jugar de doble cinco o por fuera en un 4-4-2. También de mediapunta, algo similar a lo de Leo Fernández. ¿Jugar por banda? Tomo la responsabilidad de hacerlo de la mejor manera en cualquier posición que me toque, no le cierro las puertas a nada; me siento capacitado de poder hacerlo”, afirmó.
Los partidos en el barrio, su apodo y el almacén de su tía
El Toto comentó sobre su barrio: “Soy de La Saladita, de Avellaneda. Pero también anduve por Villa Tranquila, la Isla Maciel. Es un barrio muy tranquilo y lindo, con mucha gente humilde. En el barrio de donde vengo son todas canchas con muchos pozos, demasiados, entonces ahí hay que cuidar la pelota a morir; no hay nada de pasto, todo tierra y ahí había que llevarla todo suela porque si no, se complicaba”.
El argentino nacido el 20 de mayo de 2001 aceptó que ‘le sale bastante bien’ el hecho de cubrir y proteger la pelota con su cuerpo, y dijo sobre quienes dicen que es ‘el Riquelme del ascenso’: “Para mí es un montón. Pero eso es de la gente, qué puedo decir. Lo agradezco porque es un apodo muy importante para un jugador de fútbol”.
“Es muy difícil jugar en la Primera Nacional, es una competición muy larga donde hay muchos jugadores de muy buen nivel, equipos con muy buen presupuesto. Eso te potencia. Con los hinchas rivales no hablo, sí por ahí hago algún gesto como para hacerte enojar porque a los jugadores los putean todo, y en Argentina más y te vuelven loco. Puede haber algún poquito de chicana mostrando el escudo”, relató.
Y remarcó que antes de llegar a Uruguay seguía ayudando en el almacén de su tía: “Ella nos ayuda mucho a la familia. Me abrió las puertas para tener conocimiento de lo que es trabajar y ganarse el pan de cada día, entonces le metí para adelante”.
“En Argentina no me daba para vivir del fútbol. Hasta antes de venir a Uruguay iba al almacén y ayudaba. No digo que me pagaban, pero si me faltaba un paquete de arroz o un desodorante, pedía para llevarme. El almacén estaba en Villa Tranquila y la gente me veía todos los días. Todo eso te dan más ganas de seguir creciendo como futbolista”, aseguró Fernández.
Su camino en el fútbol
El Toto, que internacionalmente sólo había viajado a Paraguay cuando era niño para visitar a unos familiares, comentó por qué su carrera sin hacer divisiones formativas: “Antes era un poco vago, no hacía nada. Jugaba a la pelota en el barrio, dormía tarde en ese momento, hasta que un amigo me llevó a una prueba en San Telmo y quedé”.
“Fue una cosa de locos, porque me dijeron que al otro día tenían un amistoso con Huracán. Fue un paso gigante y desde ahí no paré, tuve un proceso muy rápido, jugué diez partidos y en seguida me llevaron a Reserva”, indicó.
Y manifestó sobre el futsal: “Jugué bastante, hasta que me hice profesional. Siempre trato de jugar, ahora ya no porque el club me mata, ya lo dejé. Me gustaba mucho jugar al futsal”.