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Rampla-Cerro: historias de jugadores que vistieron las dos camisetas en la Villa y los hinchas llaman "traidores"

El zaguero Enrique Saravia es un caso único: tiene la rara particularidad que de un año al otro marcó un gol con cada camiseta en el clásico. AUF

El clásico de la Villa del Cerro marcaba la temperatura de la última fecha del Torneo Clausura de 1996. Rampla y Cerro igualaban 1 a 1 en el Estadio Centenario que era una olla a presión. Los eternos rivales del barrio no habían jugado la temporada, la padecieron. Es que sufrieron hasta la última fecha con la daga del descenso. Y en la última pelota del clásico, el zaguero Enrique Saravia hizo delirar a los picapiedras marcando el gol del triunfo.

Aquel equipo de Rampla, donde jugaba Juan Ramón Carrasco, salió a la cancha con: Ortiz; R. Silva, Saravia, L. Rodríguez y Araújo; Candia, Quiñones, Cortazzo y JR Carrasco; Carlos Rodríguez y Alexis Noble.

Al año siguiente, el autor del gol del triunfo Rampla pidió pase para el eterno rival, Cerro. Para los hinchas, “una traición”.

Saravia fue titular en Cerro en el primer clásico del barrio de 1997. El partido le dejó un sabor amargo porque fue expulsado a los 39 minutos. Rampla ganó 2 a 1. Quique Saravia pasó a ser mirado de reojo por los villeros.

Pero la revancha llegó el 22 de setiembre de 1997. Los eternos rivales de la Villa se enfrentaron en el Franzini por la fecha 7 del Clausura. Cerro abrió la cuenta a través de un gol de Mario Regueiro. Luis Cor igualó el juego a los 70 minutos. Y cuando restaban nueve para el final, Saravia tuvo la dulce venganza y anotó el gol de la victoria de Cerro.

Aquella tarde el elenco albiceleste jugó con: Franco; Cafú, Saravia, Bartora y Sánchez; OJ Morales, Perdomo, Otero y González; Pintos y Regueiro.

¿A qué viene el cuento? A que la joya juvenil que tenía Rampla, Enrique Almeida, quedó libre y cruzó de vereda, se fue a Cerro. El pase de un rival al otro despertó la eterna polémica de la cual forman parte los hinchas que, lo primero que hacen, es catalogar el acto como “una traición”.

El tema no es nuevo. Tal vez lo que cambia o hace ruido es que el juvenil Almeida, después de defender a Rampla, se manifestó hincha de Cerro. El botija fue sincero y no tuvo reparos en escribir en su cuenta de Instagram: “Como lo soñé”.

Pero la historia tiene innumerables casos de futbolistas que vistieron la casaca de uno y otro equipo del barrio. ESPN repasa algunos de los casos que se dieron.

Un caso similar al de Saravia, que de una temporada a otra pasó de un equipo de la Villa al otro, fue el del exdelantero Leonardo Medina.

En la temporada 2011/2012, Leo jugó en Cerro y a los pocos meses pidió pase para defender a Rampla en la B.

Más lejano en el tiempo está el caso de un histórico como Jorge Manicera. El mundialista con la Selección de Uruguay se inició en Rampla y cerró su carrera en Cerro.

Entre los goleros que jugaron en uno y otro equipo están: Pedro González Acuña que vino de Salto a Cerro en la década del 50 y en 1965 se fue de los albicelestes a los picapiedras.

Rodrigo Odriozola que, antes de atajar en Rampla -donde superó el centenar de partidos- pasó por el arco de Cerro. Otro arquero que jugó en los dos fue Carlos Aires, que en el año 2003 atajó en Cerro y luego fue a Rampla. Adriano Freitas es otro guardameta que jugó en los dos.

Los defensas que vistieron la camiseta de los dos equipos de la Villa fueron: el Palillo Víctor Rodríguez, Bruno Piano, Marcelo Pérez, Rodrigo Canosa, Sebastián Galán, Williams Martínez, Gianni Rodríguez, y Mauro Brasil.

Entre los volantes figuran: Leonardo Fernández (que también jugaba de lateral), Omar Pérez, Adrián Leites, Marcel Román.

Y los delanteros Alexis Noble, Luis Machado, Pablo Olivera, Maureen Franco, Héctor Romario Acuña, Jorge Pato Perazza, Delis Vargas y Jhosuan Berríos, hasta llegar a Enrique Almeida.