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Ernesto Vargas y Luis Alberto Cubilla, campeones en cinco colores

Los ex futbolistas Ernesto Vargas y Luis Alberto Cubilla han logrado salir campeones de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental con Peñarol y luego repetir los mismos logros con Nacional.

Son decenas los jugadores que han jugado en los dos grandes del fútbol uruguayo. Algunos hinchas no cuestionan el pasado mientras el rendimiento sea bueno, podrán cuestionar la presencia de escudos del rival en la piel de sus futbolistas, podrán dudar ante un delantero que de niño haya llorado la lesión de una estrella del tradicional adversario, pero si el juego y los resultados son positivos, los cuestionamientos se desvanecen, y si son negativos los análisis no perdonan el más mínimo error.

Los actuales hinchas del rival se enojan haber tenido una historia en común con aquel que ahora grita los goles de enfrente y campeonatos uruguayos. Algunos de esos jugadores son recordados en uno de los dos equipos, menos aún han celebrado con ambos clubes y solo dos futbolistas han logrado la gloria máxima con la camiseta tricolor y con la aurinegra.

Luis Alberto Cubilla llegó desde Paysandú a Peñarol cuando finalizaba la década de 1958, antes de cumplir veinte años. Su calidad y su clase lo transformaron en una de las figuras más importantes del primer campeón de la Copa Libertadores en 1960.

Como puntero derecho era incontrolable y servía constantemente a sus compañeros, para así transformarse en un equipo casi invencible. Incluso Cubilla convirtió el gol que significó el título para Peñarol ante Olimpia en Paraguay en el último partido. Un equipo aurinegro casi imbatible, porque en la final de la Intercontinental de ese primer año de Libertadores, Real Madrid lo derrotó.

Sin embargo, Peñarol generaría su propia revancha al ganar nuevamente la Libertadores en 1961 y luego vencer sí a Benfica por la Copa Intercontinental. Posteriormente, Cubilla fue al Barcelona de España y a River Plate argentino, y al regreso a su país (1969) se incorporó a Nacional.

Al tricolor le era esquivo el máximo torneo continental, pero fiel a su carrera, Cubilla también estaría presente en un primer campeón. En 1971 el albo lograría su primera Libertadores (derrotando a Estudiantes en la final) y también por vez inédita alzaría la Copa Intercontinental (venciendo al Panathinaikos griego dirigido por el legendario Ferenc Puskás).

Cubilla se retiró campeón en Defensor en 1976 y tras ello comenzó una exitosa historia como entrenador. Luego de ser otra vez el mejor de la Libertadores en 1979 (esta vez siendo entrenador de Olimpia de Paraguay) dirigió a Peñarol en 1981. Allí, en el carbonero uno de sus delanteros era un joven Ernesto ‘Pinocho’ Vargas.

Al año siguiente en el carbonero asumiría Hugo Bagnulo. Con gol de Fernando Morena en la hora ante Cobreloa como visitante y con Vargas de titular de la final, Peñarol lograba su quinta Libertadores. Y si bien Vargas no fue titular en diciembre, también celebraba con el carbonero el triunfo ante Aston Villa en la final Intercontinental del mismo año.

Los punteros carboneros de aquel equipo fueron ‘Pinocho’ y Venancio Ramos, y ambos jugaron posteriormente en Nacional. El caso más llamativo fue el de Vargas, quien fue dejado libre por el mirasol al concluir el año 1986 por una lesión de rodilla.

‘Pinocho’ se incorporó sin escalas a Nacional y mejorado de su problema físico fue fundamental para que el tricolor venciera en la Libertadores de 1988. Incluso Vargas convirtió el primer gol de la segunda final ante Newell's Old Boys en el Centenario. En diciembre de ese año Vargas también fue titular en la Copa Intercontinental que el bolsilludo obtuvo ante PSV Eindhoven.

Así, Vargas obtuvo su cuarto título continental: dos Libertadores y dos Intercontinentales, dos con la camiseta tricolor y otros dos con la aurinegra e igualaba en 1988 la marca de Luis Cubilla.

En la actualidad, si bien el zaguero argentino Jonatan Maidana ha vencido en la Copa Libertadores con Boca (2007) y con River (2018, venciendo la final al xeneize), no ha logrado obtener el título mundial de clubes con ninguno de los dos equipos. Aunque con menos participación, el caso del volante Nicolás Bertolo es muy similar, ganando la Copa del 2007 con Boca y la de 2015 con River, sin haberle ganado tampoco alguna final a un campeón europeo.