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Los errores de Munúa en el clásico entre Peñarol y Nacional

Nacional ganaba 1 a 0 a pesar de haber hecho muy poco por la victoria. El hecho de tener al mejor centrodelantero del fútbol uruguayo resultó clave para sacar ventaja. Le había bastado con la lucidez y la capacidad de Bergessio para eso. Y ahora, encima, quedaba con un hombre de más. Era una chance inmejorable para apretar el acelerador, alejarse de su arco y buscar el segundo. Pero Munúa no lo hizo.

El técnico planteó un partido con tres volantes, el más retrasado fue Claudio Yacob y sus laderos Felipe Carballo y Gabriel Neves. Por los extremos colocó a Santiago Rodríguez y Gonzalo Castro.

La intención de ocupar todo el ancho de cancha no redundó en beneficios para el Tricolor, que generó poco juego y no se acercó casi nunca al arco rival. Así y todo sacó ventaja en la única llegada gracias a su goleador.

En el segundo tiempo Nacional no reaccionó a tiempo. Peñarol se le vino y el equipo no salió. La expulsión de Britos le abrió una oportunidad inmejorable a Munúa para retocar el equipo e imponer condiciones. Pero no sucedió. Los cambios tampoco mejoraron al equipo, que se metió demasiado atrás y nunca pudo correr la cancha.

Ya con el partido empatado, el entrenador decidió sacar a Bergessio para poner a Vecino. Más allá de quién ingresó, resultó difícil de entender cómo resignó a la figura más peligrosa que tiene el equipo.

Así se le escapó la victoria al equipo de Munúa, que sigue sin poder festejar en clásicos oficiales.