<
>

Cristian Olivera: su historia y su juego a pura velocidad

Cristian ‘Kike’ Olivera defenderá al Almería de España en las próximas temporadas. El delantero uruguayo, nacido el 17 de abril del 2002 y formado en Rentistas, conversó con ESPN sobre la velocidad de su juego y también de su carrera.

Hace apenas cinco años lo fichaban en la séptima categoría de los Bichos Colorados, al año siguiente era citado para la selección sub 15, luego convocado para el Sudamericano sub17; en el 2019 fue figura en su club para lograr el ascenso a Primera y en este 2020 ha sido uno de los mejores en el equipo sensación del fútbol uruguayo.

“El fútbol intenso es lo que a mí me gusta; mis características son la velocidad, el dribbling y el cambio de ritmo”, le cuenta a ESPN.COM.UY el Kike, con voz aún de adolescente que remarca la juventud del futbolista cuya temporada 20/21 ya será europea. Le convirtió goles a un equipo dirigido por Diego Forlán y a otro cuyo técnico es el Loco Abreu, pero por ejemplo para un categoría 2002 los goles y partidos del Mundial Sudáfrica 2010 son historias de otros o con suerte alguna imagen de infancia.

El tiempo vuela y Olivera también, que como un niño disfruta si el partido le permite campo para correr. Aunque no siempre fue así: “Antes de chico era más del dribbling, no tenía mucha velocidad, pero con el dribbling hacía la diferencia”, aseguró el futbolista que de niño jugó en Arapey Mendoza, Potencia, Flores Palma, Danubio (AUFI) y Cerrito; luego pasó por las juveniles de Danubio y la escuelita de Defensor hasta llegar a Rentistas.

En los Bichos Colorados pudo potenciar su velocidad gracias al trabajo del profe José ‘Pitu’ López: “Cuando llegué a las juveniles de Rentistas el ‘Pitu’ me mandaba ejercicios para que yo hiciera en casa, y con eso más lo que hacía en cancha fui reforzando mi velocidad. Skipping, trineo, saltos con pesas. Me sentía más rápido porque antes no le ganaba a los defensas corriendo y después de hacer esos trabajos durante varias semanas sentía la diferencia, eso me dio más confianza en mi propia velocidad”.

Hoy, algunas temporadas después ficha por el Almería sin haber ni siquiera jugado una rueda entera en la Primera División de Uruguay, pero con la gran experiencia de haber disputado un año completo en la dura y siempre exigente Segunda categoría: “Al principio me costó porque en la B se guerrea mucho más que la A, no te dejan jugar tanto, los defensas te marcan con oficio, ‘con la carpeta’ y eso me costó, pero cuando le fui agarrando el ritmo se me facilitó un poco”.

Incluso jugó una dura disputa por el último boleto a Primera división. A fines del 2019 Rentistas y Villa Española jugaban la final de ida del playoffs por el tercer ascenso y Olivera recibía una de las patadas que más recuerda: “Fabián Píriz me pegó fuerte y tuve que salir, en su momento me asusté porque tenía el tobillo muy hinchado pero luego me di cuenta que no era nada; él me vino a saludar luego del partido, quedó todo bien”.

“A veces en la B te vas en velocidad y le punteas la pelota al defensa y viene la patada; las canchas tampoco ayudan mucho, y los defensas responden de esa manera” explicó Olivera, entendiendo a sus rivales pero sin dejarlos de encarar. Días después pudo jugar la revancha por ese tercer ascenso; Rentistas ganó y a Primera.

“Me gusta cuando el juego se pone de ida y vuelta, y con Rentistas también jugábamos a eso, por ejemplo cuando íbamos ganando y se nos venían no nos quedábamos atrás e íbamos a buscar otro gol” relata el futbolista que se ha encontrado muy cómodo con la idea de juego del entrenador Alejandro Cappuccio.

El técnico de Rentistas fue quien hizo debutar a Olivera jugando en la Segunda División, le dio la titularidad del equipo con apenas 16 años y en este 2020 en Primera siguió confiando en el joven futbolista.

Olivera es parte de un contexto del fútbol uruguayo del que parece alimentarse y a la vez retribuir con su juego, una especie de causa y efecto. El fútbol charrúa ha mejorado sus canchas y dado oportunidades a entrenadores que apuestan por una mayor dinámica y velocidad; ‘Kike’ respondió de buena manera y hasta obligó a su equipo a acompañar e interpretar su juego y a los rivales pensar y correr mejor para detenerlo.

Incluso también pertenece a una camada de futbolistas uruguayos letales en el mano a mano en la última zona del campo. Y la Selección Uruguaya potencia esa característica sabiendo del rédito que puede provocar en el juego futuro. “Hoy está todo tan planificado y programado que los equipos protagonistas tienen uno o dos jugadores que rompen los esquemas y lo hacen de forma individual, en los duelos. Para romper equipos estructurados la gambeta sigue siendo una herramienta increíble, es decir la velocidad en la última zona desequilibra”, asegura Alejandro Garay, técnico de las juveniles celestes.

En el sudamericano sub17 del 2019, bajo las órdenes de Garay, Olivera jugó de volante por derecha. En ataque estaban Juan Manuel Gutiérrez y Matías Arezo. En la sub20 de Uruguay de ese año jugaban Nicolás Schiapacasse, Brian y Santiago Rodríguez, Pablo García y Emiliano Gómez, entre otros atacantes veloces y habilidosos.

Olivera reconoce: “El que hacía la diferencia en velocidad de aquella sub17 era Juan Manuel Gutiérrez. Futbolísticamente yo me manejaba bien con todos mis compañeros pero me entendía mejor con Gutiérrez, Arezo, Pedro Milans. Ahí jugaba de volante por la banda derecha, me sentía cómodo”.

Y agrega: “Yo soy más desequilibrante por las bandas que de nueve, igual me gusta jugar por todo el frente de ataque; de nueve ya jugué algún partido en Primera, me costó un poco pero me manejé bastante bien, Cappuccio me dio muchos consejos”.

Con el francés Kylian Mbappé como referencia, Olivera asegura que trabaja para mejorar el control y pegada de su pierna izquierda, y el cabezazo. En el 2019 convirtió tres goles en el Campeonato de la B y en este 2020 hizo tres en el Apertura de Primera División, la mitad fueron de cabeza.

Se destacó enfrentando a Nacional y a Peñarol; ya cambió camisetas con el argentino Gonzalo Bergessio, con el carbonero Joaquín Piquerez y con el delantero Juan Ignacio Ramírez. ¿Con quién quisiera cambiar? “Con Facundo Pellistri, Matías Arezo y Juanma Gutiérrez”, responde el futbolista que aún mantiene el pensamiento inocente y competitivo de enfrentar y ganarle a sus amigos o a los de la otra cuadra.

Olivera sólo frena para enganchar o mirar fútbol por televisión; el de Uruguay, el inglés, el francés y el español son sus favoritos. Terminando la entrevista en la tele se ve un nuevo gol del Liverpool ante el Leeds en el inicio de la Premier League 2020/2021: “Es un partidazo, juegan a un ritmo impresionante”, comenta el mismo futbolista que en cancha arranca explosivamente por la banda.

El ‘Kike’ sabe del apoyo de su familia, de sus virtudes y los aspectos a trabajar. Y con 18 años también acepta las patadas de los rivales, elige a sus amigos para futuros intercambios de camiseta y se sigue maravillando cuando otros juegan un partidazo o corren detrás de la pelota. Ahora él deberá jugar en canchas españolas mientras que su carrera, a toda velocidad, apenas comienza.