Esteban Conde comentó este jueves su sentimiento al volver a Danubio, club que descendió en la temporada 2020 luego de cincuenta años en Primera División y que deberá afrontar este 2021 con el gran objetivo de recuperarse y volver rápidamente a la A. En declaraciones al programa ‘Quiero fútbol’ (Radio Sport 890 AM), el arquero sostuvo: “Estar en el club en este momento es una forma de agradecer”.
La noticia concretada a fines de marzo removió el fútbol uruguayo: la ‘Universidad del fútbol’, el equipo del juego distinguido, de los gurises con calidad y talento, bajaba a la B tras dos muy malas temporadas en lo futbolístico y luego de algunos años de graves problemas institucionales.
Comenzado el mes de abril, Danubio comenzó a anunciar sus incorporaciones para afrontar el torneo de Segunda, destacándose el regreso de varios históricos, algunos de los cuales han podido consagrarse campeón uruguayo con el equipo de Jardines del Hipódromo: Conde, Ignacio González, Juan Manuel Olivera y Ribair Rodriguez serán los experientes, junto a los que ya estaban, que acompañarán a los más jóvenes augurando un rápido retorno a Primera.
“Yo decidí salir de Atenas y surgió esta movida de Danubio de volver a contratar algunos jugadores que ya habían estado en el club con el rol de referentes, para así guiar un poco a todos los jugadores jóvenes que tiene el club y que pintan muy bien; en ese rol querían que estuviéramos en el club así que se dio todo bastante dinámico”, aseguró el ex-golero de Rentistas, Universidad de Chile, Atlético de Rafaela, Nacional, Banfield y Atenas de San Carlos.
Conde indicó: “No tenía en los planes regresar por el hecho de que ya había pasado mucho tiempo pero se dio la posibilidad y realmente me dio muchísimo gusto la llamada de Danubio porque siento que estar en el club en este momento es una forma de agradecer todo lo vivido en la etapa anterior. Es una institución que le dio una visibilidad importante a mi carrera, consiguiendo el campeonato uruguayo 2006-07, participación en copas internacionales, todo eso está guardado en el corazón y recibir un llamado de la institución con Arturo Del Campo a la cabeza, es un montón de cosas que se conjugan”.
El golero señaló sobre el regreso de varios jugadores históricos, quienes por ejemplo se agregan a Salvador Ichazo y Sergio Rodríguez que ya estaban en el club desde la pasada temporada: “Sentimos que podemos aportar deportivamente y fuera de la cancha, y creo que es lo que fue a buscar en definitiva el club en nosotros. Está lindo reencontrarse con esa gente, todos excelente personas y que uno quiere mucho, mi pasaje anterior en Danubio nos dejó muchas cosas como un montón de amigos, y en mi caso también un paladar futbolístico a la hora de pensar en ser técnico también porque queda muy marcado el Danubio campeón con Gustavo Matosas como entrenador, que jugaba bárbaro, con un montón de jugadores espectaculares como Nacho González”.
Y remarcó sobre aquel Danubio campeón: “Fue muy buena esa conjunción de jugadores con el modelo de juego del cuerpo técnico, donde también estaba el profe Gesto y Jorge Giordano, realmente fue espectacular. Edinson Cavani estaba iniciando y respondía, teníamos un montón de jugadores muy buenos; Gustavo logró sacar lo mejor de Carlos Grosmüller, que hasta ese momento venía con idas y vuelta en el club, y explotó, era impresionante; Grosmüller y Nacho eran fiel reflejo de la escuela de Danubio”.
El arquero, que había llegado al franjeado desde Rentistas en el 2005 y que a inicios del 2010 emigró al fútbol chileno, destacó sobre el momento que le toca transitar al club: “Danubio ha vivido tiempos difíciles a nivel dirigencial y general, y eso puede replicar en un descenso que es duro para la institución. A veces las cosas se ponen en su lugar, cuando las cosas no se hacen bien te pasan factura y cuando se hacen bien da resultado, no siempre".
Conde, quien remarcó que actualmente se respira un ambiente muy lindo en los entrenamientos danubianos, valoró sobre su momento personal: “Yo estoy en el cierre de mi carrera, el final se va asumiendo cuando uno ya está entrado en años para lo que es un jugador profesional. De un tiempo a esta parte yo vengo preparándome para ser entrenador y me gusta mucho la idea, entonces tampoco es que quiero andar dando lástima en la cancha, es la realidad, y uno se va midiendo año a año”.
“En el semestre anterior si bien no nos fue bien en Atenas en Segunda, yo sentí que todavía estaba con ganas de seguir jugando, mi rendimiento fue bastante dispar porque venía sin actividad y me costó, había estado cinco o seis meses sin entrenar adecuadamente en Argentina por la cuarentena y me llevó un tiempo acomodarme en Atenas, me sirvió principalmente para medirme y para sentir que quería seguir jugando por un tiempito más”, agregó el nuevo arquero a disposición del técnico Leo Ramos.