Se lo llevaron preso en el Parque Central cuando rompieron su cábala de poner marcha atrás el ómnibus del plantel. No permitía el color verde en los equipos donde trabajaba. Declaró aburrirse con el fútbol del Barcelona de Pep Guardiola, que Bielsa elude a los equipos que generan presión y que en Sudamérica hay “argentinitis”.
Era un personaje de las redes sociales. Un hombre que decía lo que sentía. Sin pelos en la lengua. De esos que en la jerga se conocen como “un loco lindo”. Esta mañana, a los 63 años y como consecuencia de un infarto, falleció Rosario Martínez.
Su prolongada carrera lo llevó a trabajar en los dos grandes de Uruguay. Pocos saben que Rosario estuvo en Nacional como ayudante de Roberto Fleitas en 1997 y que 10 años después desembarcó en Los Aromos donde trabajó con Gregorio Pérez para Peñarol.
El Canario, como le decían sus amigos a Rosario por haber nacido en Santa Lucía, trabajó posteriormente en Progreso, Fénix, Racing, Liverpool, y Rampla Juniors. En el exterior lo hizo en Bolivia, Ecuador y Guatemala.
Rosario se caracterizaba por ser un hombre frontal, que decía lo que pensaba y era un gran defensor de lo uruguayo. De hecho, decía que en Sudamérica había “argentinitis”. Y al margen de sus logros deportivos dejó innumerables anécdotas y recuerdos como el día que se lo llevaron preso en el Parque Central.
Detenido y esposado
El 23 de abril de 2016 el plantel de Fénix llegó al Parque Central. Tocaba visitar al puntero Nacional. El chofer del vehículo no encontró lugar disponible para estacionar. El hombre se pasó unos metros de la puerta de ingreso, entonces los encargados de la seguridad comenzaron a indicarle que lo metiera marcha atrás. ¡Para qué! Cuando Rosario se percató se paró de su asiento y brindó la orden de detener la marcha. De ninguna manera se permitiría que el ómnibus diera marcha atrás. Cábalas son cábalas…
El técnico bajó del rodado, se generó un entredicho y de pronto se vio envuelto en un escándalo con la policía que lo rodeó, lo tiró al piso y lo esposó. A esa altura ya estaban los fotógrafos y los periodistas radiales que informaban al instante: “es increíble lo que está pasando, se llevan detenido a Rosario Martínez”.
Al llegar a la comisaria lo metieron en una pieza y a los pocos minutos lo liberaron. Se fue derecho al Parque a conducir a su equipo. Ese día se embroncó con Gustavo Munúa porque no quería suspender el partido.
Verde acá, no
Otras de sus cábalas reconocidas era que no permitía el color verde. Se comenta en el ambiente que le hizo modificar a Racing su camiseta de alternativa. El club de Sayago jugaba de verde y pasó a utilizar casaca negra.
El día que llegó a Rampla Juniors, su último club, se encontró metido en la cancha del estadio Olímpico donde el verde invadía los ojos. Rosario, que se había vestido todo de rojo, caminó todo el entrenamiento de un lado al otro con las manos detrás.
Cuando terminó el movimiento, pegó un grito: “¡Jona! ¡venga, por favor!”.
El utilero de los picapiedras se arrimó y escuchó la orden. “No me bajes más los chalecos verdes…”.
Luego del entrenamiento lo entrevisté para El Observador. El mano a mano fue imperdible. Su frase quedó marcada: “Me aburre el Barcelona de Guardiola”.
Cuando le pregunté si le gustaba el fútbol del Barcelona, me miró y me preguntó: “¿Tengo que decir lo que la gente quiere escuchar y lo que le gusta a Martínez?”. Y cuando le pedí su pensamiento respondió.
“Me aburre el fútbol de Barcelona. Me gusta el fútbol del Bayern ahora, me gusta el fútbol del Real Madrid, de Atlético Madrid. Me gustan todos los equipos que piensan en el arco de enfrente. Tampoco soy anti-Guardiola. Creo que lo de Barcelona tiene mucho que ver Guardiola pero tiene mucho más que ver la escuela. Yo no estoy contra Bielsa, no estoy contra Guardiola o Sampaoli mismo que lleva años en el fútbol y no ganó tanto, pero me gustaría ver qué pasa si vinieran a dirigir a Basáñez, a Boston River, a Uruguay Montevideo, quisiera ver si consiguen los mismos logros y la gente habla tan bien de ellos”.
Bielsa no aguanta la presión
En los últimos años, cuando estuvo inactivo, Rosario se comenzó a expresar a través su cuenta de twitter. Sus frases comenzaban a hacer ruido en el ambiente.
“El "verso" siempre se enfrenta a la realidad, niegan la pelota quieta y el contragolpe pero se sirven de los mismos para ganar, ahhh los cambios es otro tema..., bla bla bla”, escribió en marzo de 2019.
Criticó al francés Antoine Griezmann por no celebrar el gol contra Uruguay en el Mundial de Rusia 2018: “Esta es para que me puteen ( así los bloqueo),vergonzoso lo de Griezmann, no festeja un gol para SU PAÍS, porque donde viven 3.500.000 de uruguayos tiene 3 amigos, estás representando a tu país ..., menos mal que es francés y no uruguayo”.
Y el 15 de mayo de 2019 le tocó el turno a Marcelo Bielsa: “y ahora..., aquellas "viudas que gastaban" sus rodillas hablando maravillas de Bielsa todo el tiempo que dirán ahora ? seguro quedaran calladitos y con la cabeza metida en un pozo para no ser descubiertos, ja ja”.
En aquel mano a mano me dijo de su colega argentino: “Bielsa es un muy buen entrenador, como tantos que tienen en el fútbol argentino pero no inventó el agua caliente, tiene el mayor fracaso de la historia del fútbol argentino en los mundiales. Se fue en la primera vuelta y con resultados lamentables. Clasificó jugando muy bien, clasificó con Chile al Mundial y en el torneo solo compitió dignamente. Los grandes logros de Bielsa a nivel de clubes tampoco están, ¡tampoco están! Y es un entrenador que creo que elude permanentemente los equipos que le generan presión. Está dirigiendo en la segunda división. Eso habla por sí solo. Bielsa es lo que venden los pro-bielsistas en la cual voy a incluir a buena parte de la prensa mundial. Los trata pesimamente, los maltrata permanentemente y sin embargo hablan muy bien de Bielsa”.
Soy lo que soy
Rosario Martínez se presentaba en su cuenta de twitter como: “Soy lo que saben que soy, trabajador, perseverante, organizado, profesional, independiente, amigo de mis amigos, buen hijo, mejor padre y no mucho más!!!”.
Cuando le pregunté quién era Rosario Martínez, respondió: “Soy independiente, soy cristalino, soy frontal. No tengo compromiso con nadie. Digo lo que me parece que tengo que decir en su momento. Yo soy uruguayo, siento y respeto el fútbol uruguayo de toda la vida, como ganamos siempre. Corriendo, metiendo también, con buenos defensas y con delanteros rápidos que en todo momento pensaban en el arco de enfrente”.