Gerardo Vonder Putten anunció este lunes su retiro como futbolista profesional. El ‘10’ de la Selección Uruguaya sub 20 del 2007, que tenía en su plantel a Edinson Cavani, Luis Suárez y Martín Cáceres, se encontraba jugando en el Sant Jordi de Ibiza y decidió finalizar su carrera a los 33 años.
El 4 de julio del 2007, la selección juvenil dirigida por Gustavo Ferrín enfrentaba a Jordania en Burnaby, Canadá, por el mundial de la categoría. Al minuto 40, Vonder Putten asistía a Cavani para que el salteño convierta el definitivo 1-0, el único triunfo mundialista a nivel de juveniles para la gran mayoría de la generación uruguaya 1987, donde se destaca la presencia de los actuales dos máximos goleadores históricos de la Celeste: Suárez y Cavani.
Si bien había integrado las selecciones sub 15 y sub 17, el enganche zurdo se hizo conocido en el fútbol uruguayo mostrando su talento al llevar el número ‘10’ en el Sudamericano sub 20 del 2007 que se disputó en Paraguay, donde jugó los nueve partidos del combinado charrúa que terminó en la tercera posición del torneo perdiendo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 con el gol agónico de Lautaro Acosta que le dio el triunfo y el segundo puesto a Argentina, que lograría en China su segundo título olímpico con los grandes rendimientos de Lionel Messi, Sergio Agüero, y el 1-0 de Ángel Di María en la final ante Nigeria.
Vonder Putten nació en Montevideo el 28 de febrero de 1988 y se formó en Danubio; integró todo el proceso juvenil y, meses después de regresar del Mundial de Canadá (donde Uruguay cayó en octavos ante Estados Unidos), debía renovar su vínculo con el club de Jardines del Hipódromo, pero diferencias entre su representante Francisco ‘Paco’ Casal y el presidente danubiano Arturo Del Campo derivaron en una desprolija salida del futbolista a Central Español, donde estuvo un semestre, pese a que el grupo empresarial le había prometido llevarlo a Peñarol o al exterior.
Luego, el volante ofensivo recibió una oferta del fútbol de Serbia que al Grupo Casal no le convenció, por lo que el futbolista comenzó a tomar su propio camino, aunque de manera sorpresiva no encontró oportunidades en el equipo Javor Ivanjica, club que lo había contratado, rescindiendo contrato a los nueve meses pese a haber firmado inicialmente por tres temporadas.
Tras sufrir el clima, las diferencias culturales y hasta temor en los primeros simulacros de bombardeos, tocó volver con 22 años a Sudamérica para fichar por Cobreloa, club en el que padeció el gran terremoto chileno del 2010. “Aunque en Calama la roca es más dura y no se mueve tanto como en Santiago, yo nunca había vivido una experiencia como esa”, recordaba en una entrevista en Ovación en junio del 2020.
Después jugó en Guaraní, en Deportes Quindío, Visé de Bélgica, los equipos peruanos Unión Comercio y Los Caimanes, y Alianza Petrolera de Colombia. En el 2015 estuvo entrenando en Montevideo City Torque, pero finalmente fichó nuevamente por Los Caimanes, pasando en el 2017 al San Rafael de Ibiza, donde volvió a coincidir con Enzo Scorza, otra gran promesa de la generación 1988.
Posteriormente fue Marquense de Guatemala, Sport Rosario de Perú en el 2018, y más tarde el Sant Jordi de Ibiza, el último equipo de su trayectoria, sin poder concretar su ansiada vuelta a Danubio. “Ahora que soy más grande me doy cuenta lo que es el ambiente de fútbol. Antes yo solo quería jugar y no pensaba en nada más. Me arrepiento de haber salido así del club porque Danubio me dio todo. Fue un tema del grupo Casal con Arturo (Del Campo) y nosotros con Enzo (Scorza) quedamos en el medio. Yo debí haberme puesto firme y decir algo, dar mi opinión, pero era muy joven y no opinaba mucho. Ahora ya está, esos errores ya se pagaron y es hora de seguir adelante”, comentaba el año pasado en Ovación.
Este lunes, Vonder Putten publicó en su cuenta de Twitter: “Hoy decido ponerle fin a algo tan hermoso como ser futbolista profesional. Fueron muchos años de carrera en los cuales supe disfrutar cada momento al máximo, como llegar a la Selección, tocar el cielo con las manos al gritar un gol con la camiseta más hermosa del mundo y aprender a superar los tragos amargos que me enseñaron el camino”.
“Muchos amigos, muchos compañeros, de los que de todos aprendí un poco y tengo el mejor recuerdo para con ellos; a todos los entrenadores, funcionarios y dirigentes de todos los clubes donde tuve la dicha de formar parte, agradecerles de corazón por todo lo brindado y sobre todo a mi familia, papá y mamá que siempre pusieron la espalda para que pueda cumplir este sueño hermoso”, agregó.
Y concluyó en sus agradecimientos: “A mi esposa Vivi que desde el día uno me acompañó en todo momento y formamos una hermosa familia con nuestra hija Paz. A todos ustedes que me dieron para adelante, que cuando la cosa se puso fea estuvieron con una palabra, un abrazo o un gesto de apoyo. Gracias, mil gracias. Preparado para lo que viene y con las mismas ganas de siempre. ‘En la vida lo que parece un final, es realmente un nuevo comienzo’”.