La dinámica del hockey sobre césped ha hecho que nuevas técnicas se hayan incorporado en el desarrollo del juego. Uno de los golpes más utilizados en la actualidad es el flick, es decir, empujar la pelota para que se levante del suelo con dirección elevada. La técnica que implica su buena ejecución es además peligrosa para quienes se encargan de su recepción. Por eso la FIH, adjudicó reglas para evitar que la salud de los protagonistas esté en riesgo. ¿Cómo es?
De Pedro Ibarra a Juan Ignacio Catán, de Agustina Gorzelany a Valentina Ferola, protagonistas de la defensa que hicieron y hacen del uso del flick, una herramienta esencial para ganar terreno rápidamente en ataque y descomprimir la presión rival. A nivel internacional su uso es más habitual, mientras que en el hockey argentino cada vez se especializa más a los nuevos jugadores en poder utilizarlo con más frecuencia.
“Es un golpe que le da un plus al juego e incentiva la habilidad de los jugadores que cada día se perfeccionan más en el uso de las bochas aéreas”, le contó a ESPN Hockey, María Florencia Gómez, árbitra AAHBA, quien también esclareció cómo está compuesta la regla.
Según la regla 9 del Reglamento en el apartado 10, una vez ejecutada una bocha aérea los jugadores no deben acercarse a menos de cinco metros de un oponente que está por recibir una bocha elevada hasta que haya sido recibida, controlada y está en el suelo. Puede haber una intercepción dentro de los cinco metros, pero fuera de la distancia de juego y siempre que se haga en forma segura. El receptor inicial es quien tiene derecho a la bocha. Si no es claro que jugador es el receptor inicial, el jugador del equipo que elevó la bocha debe permitir al oponente recibirla.
A su vez, la FIH establece dos posibles situaciones que se dividen en Fase 1 y Fase 2 para monitorear de cerca las acciones: La Fase 1 de recepción de pelota indica que cuando un jugador, incluido el arquero, impide intencionalmente que el receptor inicial reciba la bocha infringiendo la Regla 9.10 se debe otorgar: córner corto cuando ocurre en el área de 23 metros fuera del círculo; penal cuando ocurre en el semicírculo; tarjeta y tiro libre cuando ocurre entre las líneas de 23 metros con impacto en el juego.
La Fase 2 de control de pelota se refiere a cuando un jugador, incluido el arquero, permite que el receptor inicial reciba la bocha, pero infringe la regla 9.10 antes de que la pelota sea controlada y/o esté en el suelo. Esto generalmente se interpreta como una falta no intencional, y se debe otorgar: tiro libre cuando ocurre en el área de 23 metros fuera del círculo; córner corto cuando sucede dentro del semicírculo; tiro libre cuando ocurre entre las líneas de 23 metros.
“Dividir las situaciones en Fase 1 y Fase 2 facilita la manera de interpretarlas, y contribuye a identificar de manera más rápida a aquellos/as jugadores/as que tienen intención de jugar la pelota sobre quienes quieren cortar el juego”, concluyó Gómez.