Desafiliación…o no desafiliación. Esa es la cuestión.
La respuesta incompleta es no.
La respuesta completa es no, por ahora.
La Liga MX no hace muchas cosas bien, pero algo que sí hizo bien, fue redactar el comunicado en el que en cuatro puntos explica su posición institucional ante proceso judicial que enfrentará Guillermo Álvarez Cuevas.
Lo primero es desmarcarse. La bronca es -oficialmente- de Billy como persona física. El Club Cruz Azul y de hecho la Cooperativa Cruz Azul no son los objetivos de la pesquisa. Por ahora.
Lo segundo es respetar la presunción de inocencia. No es su papel, es de las autoridades, pero no sobra el dejar muy claro que para la gente de la Liga aplica también el “todo mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. No vaya a ser que anden de prejuiciosos innecesariamente.
Lo tercero y más importante es mantener todas sus opciones abiertas. La parte toral del comunicado del jueves es cuando señala que “el proceso de desafiliación al Presidente de Cruz Azul no comenzará hasta que no se presenten los elementos para ello”. O sea, como en la popular película de Jim Carrey y Jeff Daniels, UNA PAREJA DE IDIOTAS “so you´re saying there´s a chance” “entonces hay una posibilidad” en correcto castellano.
Si al final del procedimiento judicial contra Álvarez Cuevas hay una declaratoria de culpabilidad -aún y si esta es obtenida mediante una negociación entre partes, no le va a quedar opción a los dirigentes mas que cumplir su palabra y desafiliar-.
Pero hay algo que el comunicado obvió. Por ahora.
Qué va a pasar si de la investigación judicial y en el desahogo de todos los elementos probatorios, la autoridad es capaz de demostrar que en el flujo de esos recursos de procedencia ilícita, objeto de la indagatoria, se incluyó transacciones en el Club de Futbol Cruz Azul.
Qué dirá el comunicado firmado en Toluca si, por decir algo aleatorio, el pago de transferencias de futbolistas se hizo utilizando ese cuestionado dinero.
Lo que no podrá hacer es cerrar los ojos, porque en el punto número 4, claramente esgrime: ´La Liga MX reitera su disposición para colaborar con las autoridades que se lo requieran.
Esas autoridades no lo requieren. Por ahora.
Hay muchas razones por las cuales concluir que la desafiliación de Guillermo Álvarez es probable, pero la del club muy improbable.
Pero también hay muchas razones para concluir que aquel viejo dicho de que “cuando veas las barbas de tu vecino corar, pon las tuyas a remojar” debe tener a más de un dirigente nervioso, o por lo menos atento.
El futbol mexicano lleva un buen rato en la mira de las autoridades, no solamente para conocer el origen de los millones que mueve, sino también por aquello que sus obligaciones -particularmente las fiscales- coincidan con lo generoso del negocio.
Ese es un tema que a los dueños de equipo no les ocupa.
Por ahora.