MÉXICO -- El mercado de agentes libres está a punto de abrir sus puertas y es una buena oportunidad para que los equipos de la AFC Oeste refuercen sus plantillas, en especial a la ofensiva.
A continuación presentamos un repaso a las mayores necesidades que tienen los equipos en la división:
DENVER BRONCOS
Considerando que Peyton Manning anuncie su regreso para la próxima temporada, lo cual se espera que sea pronto, y el equipo logre reestructurar su contrato para ganar más espacio bajo el tope salarial, la prioridad de los Broncos será reforzar su ataque terrestre.
Es cierto que los receptores abiertos Demaryius Thomas y Wes Welker, así como las alas cerradas Julius Thomas y Jacob Tamme se perfilan para convertirse en agentes libres, sin embargo es poco probable que dejen marchar a cuatro de sus armas ofensivas más importantes.
Por cuanto hace a la posición de corredor, Denver empleó a tres titulares distintos a lo largo de la temporada debido a las lesiones, C.J. Anderson, Montee Ball y Ronnie Hillman, quienes produjeron 1,785 yardas, ubicándose en la posición N° 15 de la NFL, sin embargo no lograron establecer su ataque terrestre en la recta final de la campaña para aliviar la carga de trabajo al mariscal de campo Peyton Manning, quien sufrió una lesión en la ingle.
Denver sufrió cinco derrotas durante el 2014, incluyendo los playoffs, y el común denominador en esos partidos fue terminar con menos de 100 yardas terrestres, por lo que si los Broncos aspiran a volver al Super Bowl tienen que encontrar refuerzos para su backfield.
KANSAS CITY CHIEFS
Los Chiefs fueron uno de los equipos que no avanzó a los playoffs tras haber calificado en la temporada anterior, y gran parte de esa caída se debió a la nula producción de sus receptores abiertos.
Kansas City fue el primer equipo desde los New York Giants de 1964 en terminar una temporada sin touchdowns de sus receptores abiertos, algo que no se puede pasar por alto si se busca trascender en la NFL.
Salvo el veterano Jason Avant, los Chiefs no tienen receptores programados para convertirse en agentes libres, sin embargo deberán tomar decisiones en las posición para encontrar refuerzos que inquieten a las defensivas rivales, que suelen enfocarse en detener a Dwayne Bowe.
El corte del ala cerrada veterano Jason Avant ayudará a recuperar un poco de espacio bajo el tope salarial, no obstante la prioridad del equipo será blindar al cazamariscales Justin Houston, quien llegará al mercado el próximo 10 de enero.
Con poco margen de maniobra en cuanto a su capital, los Chiefs enfrentan un duro reto en la temporada baja.
OAKLAND RAIDERS
Los Raiders tuvieron la peor ofensiva de la liga con 4,515 yardas en el 2014, lo que representa un reto complicado para el nuevo entrenador en jefe Jack Del Rio, quien heredó una defensiva que se ubicó en la posición N° 12 de la NFL al permitir 5,721 yardas.
El mariscal de campo Derek Carr mostró que tiene potencial para convertirse en un titular sólido en la liga, aunque requiere contar con un receptor abierto N° 1, algo que no tuvo Oakland la temporada pasada.
Así que la prioridad para los Raiders es renovar su ataque terrestre, que apenas sumó 1,240 yardas de la mano de los decepcionantes Darren McFadden y Maurice Jones-Drew, quienes tuvieron un promedio de 3.4 y 2.2 yardas por acarreo respectivamente.
Latavius Murray fue un reserva confiable que mostró la explosividad para escaparse en largos acarreos, aunque sólo terminó con dos anotaciones.
Los Raiders han navegado sin rumbo desde el 2002, acumulando 12 temporadas consecutivas sin récord ganador.
Encontrar estabilidad en la posición de mariscal de campo con Carr fue un gran primer paso para tratar de recuperar el brillo que alguna vez tuvo esta gloriosa franquicia, construir un ataque terrestre sólido será un gran salto para buscar salir del bache en el que se encuentran.
SAN DIEGO CHARGERS
Los Bolts son uno de los equipos que más sufrirán con la apertura del mercado por la cantidad de talento que podrían perder con el receptor abierto Eddie Royal, el esquinero Brandon Flowers, el apoyador Dwight Freeney y el corredor Ryan Mathews, entre otros, programados para convertirse en agentes libres.
Por si fuera poco, los linieros ofensivos veteranos Nick Hardwick y Jeromey Clary anunciaron recientemente el final de sus carreras, dejando un vacío de liderazgo en la trinchera de San Diego.
Los Chargers tienen cerca de 30 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial, por lo que podrán competir para retener a algunos de sus agentes libres, sin embargo su prioridad debe ser reforzar la posición de corredor, luego de terminar en la posición N° 30 de la liga con apenas 1,367 yardas terrestres.
Es poco probable que regrese Mathews, quien ha sido una decepción luego de haber sido reclutado en la primera ronda del draft del 2010 procedente de Fresno State. Mathews ha batallado con las lesiones a lo largo de sus cinco años de carrera y la campaña pasada corrió para apenas 330 yardas y tres touchdowns en los ocho partidos en los que estuvo disponible.
Donald Brown llegó como refuerzo durante la temporada baja pero igualmente decepcionó al sumar apenas 223 yardas en 85 acarreos, 2.6 yardas por acarreo. Los Chargers también dieron acarreos al novato Branden Oliver, quien mostró explosividad y la capacidad de atrapar pases saliendo del backfield, terminando como el quinto mejor receptor del equipo con 39 recepciones.
Sin embargo, las 582 yardas terrestres de Oliver en el 2014 no son garantía de un ataque terrestre exitoso para San Diego la próxima campaña.