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Volvió a ser el "Gran David"

MUNICH (EFE) -- David Nalbandian, apartado de los éxitos desde el año 2002, cuando se apuntó los triunfos en Estoril y Basilea y alcanzó la final de Wimbledon, rememoró las sensaciones de entonces con su victoria en Munich, el tercero de su carrera, tras ganar en la final al rumano Andrei Pavel (6-4 y 6-1).

No tuvo problemas el tenista de Córdoba para certificar su condición de primer favorito y cumplir los pronósticos. Apenas en el arranque del parcial inicial el veterano rumano tuteó al sudamericano. Pero sólo hasta el momento en el que Nalbandian, actualmente veintisiete raqueta del ránking, quebró el saque del jugador de Constanta. Después, el camino se le allanó.

El jugador argentino cerró de carrerilla el duelo después de arrollar a Pavel en el segundo set. No encuentra su recompensa el rumano, en el tramo final de su carrera y distante de los grandes momentos desde el 2002, cuando perdió en el último partido de París.

"Ha sido una victoria muy importante para mí. He padecido un año muy extraño con numerosas lesiones. Cuando juego a gusto soy otro jugador. Procuro hacer bien mi trabajo y con esfuerzo llegan los éxitos", apuntó el sudamericano.

Nalbandian, sin embargo, terminó con el maleficio del finalista. Tres disputó el pasado curso, en Basilea, Madrid y Roma, pero sin suerte. La de Múnich era la primera ocasión en la que asumió la condición de aspirante.

El jugador de Córdoba teme quedar distante de las expectativas que aventuró tras aquella final en Londres. La única en un Grand Slam. El rocoso tenista sudamericano anda marginado de las características naturales que auxilian a las raquetas argentinas, especialistas en tierra batida. Nalbandian se mueve más agusto sobre áreas duras y veloces. Con un juego más rápido, donde se sostiene en su fortaleza física hasta agotar a su adversario.

No ha gozado de excesivos premios el sudamericano, que en Múnich disfrutó de la octava final de su carrera en el momento de toparse con Pavel, que rompió el gafe y terminó con la sequía de éxitos prolongada durante más de dos años