Hace unos días, la rotación de los Cardenales estaba en problemas. Cuando el abridor Michael Wacha fue colocado en la lista de lesionados con una reacción de estrés en su hombre de lanzar, era difícil saber que esperar. Las reacciones de estrés son poco comunes, así que tenemos pocos ejemplos para poder estimar cuando podría volver. Los Cardenales quizás tengan más profundidad en sus abridores en su organización que cualquier otro equipo en el béisbol, pero ningún equipo tiene la profundidad para reemplazar a un lanzador del calibre de Wacha. Con menos de un año de experiencia en las mayores, Wacha ya se había convertido en el segundo as del cuerpo de abridores de los Cardenales. Su efectividad de 2.79 esta temporada sería la 12ª mejor en la Liga Nacional si tuviera la suficiente cantidad de entradas para calificar para el cetro de efectividad.
Ha pasado más de un mes desde que Wacha lanzó por última vez. A medida que la incertidumbre sobre su estatus se alargaba hasta finales de julio, parecía que los Cardenales tendrían que añadir un lanzador en la fecha límite. Los rumores los vinculaban a David Price y Jon Lester, dos de los mejores abridores disponibles en el mercado de cambios. Con la calidad y cantidad de jugadores en su sistema de fincas, los Cardenales eran uno de los pocos equipos con los prospectos necesarios para adquirir esos jugadores élite. Y dado el hecho de que están detrás de Cerveceros y Piratas en la División Central de la Liga Nacional muchos creían que los Cardenales necesitaban hacer una gran mejora para asegurar su boleto a la postemporada.
Pero los Cardenales no consiguieron en cambio a ninguno de esos lanzadores estelares. En cambio, ellos consiguieron a Justin Masterson y John Lackey. Lackey es un abridor veterano sólido, pero no tan bueno como Price o Lester, y no tiene un potencial por explotar. Hace un año, cuando Masterson aparentaba dar un paso adelante con una mejorada efectividad de 3.45 y más de un ponche por entrada, quizás habría sido considerado un abridor élite. Sin embargo, en esta temporada, Masterson tiene menos ponches, más boletos y efectividad que ha aumentado a 5.51, la quinta peor en el béisbol entre abridores con por lo menos 90 entradas.
En su superficie, el cambio de Masterson no parece haber movido la aguja para los Cardenales. A la fecha, Carlos Martínez ha logrado efectividad similar de 4.74 y aparentaba tener más potencial por la velocidad excepcional de su recta. Probablemente él será el abridor que quede desplazado por Masterson. Sin embargo, los Cardenales tienen la razón en ver gran potencial en Masterson. Su cambio a los Cardenales lo mueve de un equipo en el que probablemente encajaba peor por su estilo en todo el béisbol al que probablemente sea el mejor. En este lugar, Masterson puede volver a ser el mismo lanzador que fue en Cleveland a principios de esta temporada, y posiblemente pueda recuperarse en la segunda mitad. Él no es un Price o un Lester, pero él y Lackey son las mejoras que los Cardenales necesitaban para llegar a los playoffs.
Una razón para que la efectividad de Masterson sea tan alta esta temporada es su promedio de pelotas en juego (BABIP por sus siglas en inglés) de .350, el cuarto más alto en todo el béisbol entre los abridores con por lo menos 90 entradas. Hablando en términos amplios, el BABIP de los lanzadores tiende a sufrir u retroceso hacia el BABIP de las mayores - que es de .296 esta temporada - a medida que lanzan más entradas. Masterson ha desafiado esa tendencia, y no solo esta temporada. Desde su primera temporada complete con los Indios en el 2010, tiene un BABIP de .310, que lo ubica empatado en el cuarto puesto en las mayores.
Con cinco años de esta tendencia, es tentador pensar que Masterson solo permite contacto más duro que el típico, por la razón que sea, pero quizás ese no sea el caso. Un factor que puede afectar consistentemente el BABIP de un lanzador es la defensiva, y el apoyo defensivo de Masterson en los Indios fue consistentemente malo. Basados en la estadística de las Carreras Salvadas por la Defensiva (DRS por sus siglas en inglés), su defensiva le costó 153 carreras en las pasadas cinco temporadas, la tercera peor cantidad en el béisbol.
Esta temporada ha sido particularmente mala para los Indios. Su defensiva le ha costado 63 carreras, que son 21 más que la siguiente peor defensiva en el béisbol y la mayor cantidad para el equipo en una temporada durante la estancia de Masterson. Sin que sea sorpresa, Masterson ha permitido su mayor BABIP esta temporada. Mientras tanto, los grandes picos y declives en la efectividad de Masterson con los Indios corren en paralelo con los aumentos y los descensos en su BABIP permitido. Sus dos temporadas de efectividad más baja, 2011 y 2013, son además las dos temporadas con el BABIP más bajo permitido.
Ahora, Masterson se mueve del peor equipo defensivo en el béisbol al mejor, ya que los Cardenales tienen 67 Carreras Salvadas por la Defensiva esta temporada. Más que eso, los Cardenales tienen defensores élites en cada posición en el cuadro interior. Jhonny Peralta tiene 14 Carreras Salvadas, la tercera mayor cantidad entre todos los torpederos. Matt Adams tiene 11 Carreras Salvadas, la mayor cantidad entre todos los inicialistas. Mark Ellis y Kolten Wong se han combinado para salvarle a los Cardenales 12 carreras en la segunda base, y el intermedista del año pasado Matt Carpenter les ha salvado cinco carreras en la antesala. Esa destreza defensiva en el cuadro interior le será particularmente útil para Masterson porque él es uno de los lanzadores que más rodados provoca en el deporte. Solo Tim Hudson y Brett Anderson tienen una tasa de rodados más alta que Masterson en el 2010.
Si intercambiamos el total prorrateado de Carreras Salvadas de los Indios durante las entradas de Masterson por el total prorrateado de Carreras Salvadas de los Cardenales, entonces Masterson habría permitido 13 carreras menos esta temporada con exactamente la misma actuación. Eso habría bajado su efectividad actual de 5.51 a 4.32. Y eso es apenas la base. Si los Cardenales pueden ayudar a Masterson a devolver su tasa de boletos a sus niveles anteriores de por vida, entonces Masterson podría darle fácilmente a los Cardenales los mismos números que les dio a los Indios en el 2013.
Los Cardenales tenían los prospectos para hacer lo que hicieron los Atléticos al adquirir a Jon Lester y Jeff Samardzija en la fecha límite, pero ellos fueron astutos al hacer las movidas pequeñas por Masterson y Lackey. La mejoría de Masterson va a ser suficiente como para devolverle a ser un abridor sólido, y él y Lackey son lo suficientemente buenos como para que los Cardenales lleguen a la postemporada. Mientras tanto, el acuerdo le permite al equipo retener sus mejores lanzadores jóvenes, que deberían mantener a los Cardenales en contienda mucho tiempo después que Masterson, Lackey, Price y Lester hayan llegado a la agencia libre.