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Aztecas toparon contra profesionales

TORONTO -- México trabajó, compitió y estuvo cerca en las finales en el boliche panamericano. Pero al final quedó corto del podio femenil y varonil. Es dificíl pensar en medallas mientras que sea un hobby para los mexicanos, que compiten contra una mayoría de verdaderos profesionales.

"Sí, siento por dentro muchos sentimientos", dijo la mexicana Silvia Góngora. "Obviamente es mucho sacrificio lo que un bolichista hace para dedicarse 100 por ciento al deporte".

"Estoy muy contenta como quiera por estar dentro de las seis mejores mujeres de esta zona, considerando que casi todas las que estamos jugando, al menos el Top 8, jugamos en la PWBA, que es la Gira Profesional de Boliche en Estados Unidos".

Góngora ha sacrificado su carrera profesional de diseñadora gráfica para dedicarse en cuerpo y alma al boliche.

Trabaja en el Instituto del Deporte de Nuevo León como instructora de boliche, así tiene sus tiempos flexibles para seguir trabajando y enfocándose hacia sus metas, que son los grandes torneos a escala internacional, así como hacerse de un nombre en el profesionalismo.

"Yo soy novata en eso y la verdad es que apenas acabo de ingresar y la verdad es que estoy contenta en esa parte", dijo el sábado por la tarde en la jornada final del boliche en Toronto 2015. "Siempre que nos toca batallar un poquito y meternos entre las mejores cuatro. A veces se siente que te arde por dentro".

Góngora siempre estuvo entre el grupo principal; igual sucedió en el dobles femenil, cuando llegó también a la ronda final.

"Estoy contenta de luchar", comentó. "La verdad es que luché. Estoy súper cansada, sudada, la verdad intente hasta el final".

"Todavía en la última línea podía haber cerrado con todas las chuzas para poder irme hasta el cuatro", mencionó. "Así de cerca pudo haber pasado".

La mexicana consideró que el boliche mexicano tiene potencia, sólo hace falta mejorar algunos detalles técnicos, apoyos y, sobre todo, mentalidad para dar el siguiente paso.

"La mente es poderosa en todos los aspectos", dijo. "Nosotros por ejemplo, poder hacer tiros tan precisos es un 70 por ciento mentalmente. Si los niños desde pequeños pueden comenzar con el trabajo mental a temprana edad, yo creo que sería obviamente mucho mejor el boliche".

Su compañero en el equipo mexicano Alejandro Cruz coincidió en que México tiene potencial para sobresalir en boliche, pero mientras sea un trabajo de tiempo parcial para los de alto desempeño será complicado competir en los mejores escenarios del mundo.

Cruz dijo que hasta el desarrollo tecnológico tiene que ver con los resultados finales en las grandes competencias, como los Juegos Panamericanos.

De cualquier manera, Cruz, quien terminó en séptimo lugar en la justa continental no pretexta nada, reconoce la habilidad de sus rivales y dijo que se enfocará en corregir los detalles que le impidieron estar en el podio.

"Estuvimos tan cerca en dobles que pensamos que podíamos hacerlo en sencillos", dijo en referencia al torneo por equipos en Toronto, que terminó en la cuarta posición, junto a su compañero Mario Quintero. "Fue demasiada presión en el último momento".

"Cuando tienes más confianza y cuando sabes más, entonces en los momentos críticos puedes tener mejor oportunidad", agregó. Hicimos buenos tiros pero no tan buenos como los otros. Quizá los otros juegan más o tal vez ellos están arreglando su estilo más rápido que nosotros".

A partir de este lunes, Góngora y Cruz seguirán su vida personal y deportiva en México.

Ambos también continuarán su batalla para demostrar que el boliche es tan buen deporte como cualquier otro y aseguraron que no pararán hasta verlo en los Juegos Olímpicos a mediano o incluso a largo plazo.

"Hay que mentalizarnos en que hay una meta grande, que es pararnos en Juegos Olímpicos algún día", sentenció Góngora. "No quiere decir que forzosamente sería en el 2020. Pero me encantaría poder pararme en los Olímpicos y ya podría decir que puedo morir en paz".

"Esperemos en Dios que algún día suceda".