El ala cerrada de los New York Giants, Daniel Fells, se sometió a otra cirugía este miércoles, al tiempo que los médicos continúan trabajando para detener la infección por estafilococo resistente a la meticilina (MRSA, en inglés) en el pie y pierna.
Es la sexta cirugía que Fells recibe desde que lo diagnosticaron hace dos semanas, y sigue internado en un hospital de New York City mientras la administran antibióticos. Es probable que se avecinen más cirugías, pero el optimismo sobre la condición de Fells al largo plazo se extendió este miércoles, ya que tuvo respuesta positiva al último tratamiento de antibióticos.
Fells fue diagnosticado con MRSA mientras se atendía una lesión de tobillo, y los Giants lo colocaron en reservas lesionados por toda la campaña debido al tratamiento que la potencialmente fatal infección requiere. Como resultado del padecimiento y las cirugías que conlleva, es probable que Fells no vuelva a jugar fútbol americano.
Y aunque falta mucho tratamiento y recuperación para Fells, sus médicos han hallado razones en los últimos días para creer que sus posibilidades de supervivencia son amplias, según fuentes. El domingo, doctores tenían miedo de una posible amputación al pie de Fells para salvar su vida. Pero con la respuesta al tratamiento actual, el cual incluye perlas de antibióticos colocadas en el pie y medicina intravenosa, la esperanza se ha elevado para evitar el drástico paso.
Los Giants dedicaron la victoria del domingo a Fells y le presentaron el balón de juego vía Skype en su reunión del lunes. Jugadores, coaches y personal lo han visitado, y el preparador físico Ronnie Barnes y el coach Tom Coughlin mantienen contacto regular con Fells y su esposa para saber su condición actualizada.