LONDRES -- En un partido enorme, Juan Martín del Potro no pudo ante el serbio Novak Djokovic, en semifinales de Wimbledon y cayó por 7-5, 4-6, 7-6 (2), 6-7 (6) y 6-3. Por la otra llave, el británico Andy Murray derrotó al polaco Jerzy Janowicz en cuatro sets y encendió al máximo la esperanza local.
Tuvo todo. Grandes puntos, paridad hasta la última bola y una enorme dosis de dramatismo. Del Potro, octavo favorito, y Djokovic, máximo preclasificado, regalaron en el Court Central del All England Club uno de esos partidos para el recuerdo. Finalmente quedó en manos del número uno del mundo, por pequeños detalles. Su mayor movimilidad y su resto físico terminaron inclinando la balanza a su favor y le dieron el pase a la final de Wimbledon, luego de cuatro horas y 43 minutos (en la semifinal más larga en la historia del certamen), por segunda vez en su carrera.
A puro servicio. El inicio del partido mantuvo una paridad absoluta. Era esperado, dado que ambos llegaron a esta instancia sin ceder sets y con muy buenos porcentajes con su servicio. Djokovic, no obstante, dio un aviso en el sexto game, con buenas aperturas con su derecha y aprovechando la falta de primer saque del argentino. Pero Del Potro sorteó los problemas, no sin antes tener que luchar en un game muy largo -tuvo break point en contra- y que podría haber sido bisagra. Siguió todo igual.
El argentino, en su primera semifinal de Wimbledon, no logró hacer pesar del todo su poderosa derecha en el set inicial -logró sólo cuatro tiros ganadores- y, por ende, tuvo que trabajar más los puntos, algo también esperado por la movilidad del número uno del mundo, campeón en la Catedral en 2011. Eso lo fue dejando a Djokovic en una situación más favorable, que terminó de plasmar en el marcador en el duodécimo game. Quiebre (en su segunda oportunidad del match), set y primera diferencia en el partido.
Del Potro no sintió el impacto. Si bien volvió a tener algunos inconvenientes con su servicio en el sexto game, en el que salvó cuatro chances de quiebre, supo cuándo golpear a Djokovic. Fue agresivo, atacó sobre el saque y con buenas devoluciones encontró el camino. Quiebre en cero. Fulminante. Sin embargo hubo un momento de sufrimiento para el argentino, que volvió a estar en problemas con su servicio -salvó otro break point en el 4/3-, pero pasado el temblor lo cerró con autoridad para quitarle al número uno del mundo su primer set en el certamen.
Detalles, sólo detalles definieron el tercer set. Fueron games muy intensos, con muchísimos intercambios de golpes y una tremenda intensidad. Ambos tuvieron oportunidades con la devolución, decididos en ser agresivos ante el segundo saque, pero también los dos lograron salir airosos ante los inconvenientes. Djokovic hizo la diferencia subiendo más seguido a la red, mientras que Del Potro respondió con potencia -mucha potencia- desde la base. No obstante, el argentino arrojó dudas en el cierre y lo pagó caro. Supo levantar un 0-40 para poner el 6-6, pero en el tiebreak falló un smash (quedó 2-4) y perdió el eje. Dos errores no forzados y se le fue el set.
Gran reacción del argentino en el cuarto parcial, no sólo por estar 1-2 en sets y tener el panorama complicado sino porque además un quiebre en el séptimo game lo puso contra las cuerdas. Lo levantó, no obstante. Y también supo reponerse a un 0-30 con su servicio en el 4-4. ¿Hubo más? Sí. Sus potentes golpes, tanto de derecha como de revés, lo llevaron al tiebreak y ahí tuvo que jugar con dos match point en contra. Fiel a su estilo, lo fue a buscar. A pura potencia y con un Djokovic trayendo todo con enormes defensas, Del Potro logró forzar un quinto set. Partidazo.
La acción no decayó en lo más mínimo. Es más, creció, porque el dramatismo cobró un poco más de protagonismo en el Court Central del All England Club y le dio un plus al choque. El cansancio, físico y mental, empezó a ser más notorio en el césped y comenzaron a aparecer algunos huecos, con chances de quiebres para ambos. Y ahí fue Djokovic el que capitalizó mejor la situación. Quebró en el octavo game y fue a servir para el partido con el marcador en 5-3. Igual, antes, un poco de sufrimiento. Del Potro tuvo chance para recuperar el break, pero la historia ya tenía preparado un ganador. Levantó el game y con un revés paralelo, su 80° tiro ganador del partido, cerró la historia. Ahora, a esperar al británico Andy Murray, que busca quebrar una racha de 77 años sin títulos en singles para los locales.