TOKIO -- Juan Martín del Potro lo hizo. En una semana de gran nivel, venció al canadiense Milos Raonic, por 7-6(5) y 7-5, y se quedó con el ATP 500 de Tokio, torneo que se disputó en canchas duras y repartió casi 1,3 millones de dólares en premios.
Fue un partido de altísimo rendimiento desde ambos lados. Un duelo que mostró que ambos serán animadores serios en el circuito en los próximos meses. Y la balanza se inclinó para el sudamericano.
El primer set fue "palo y palo". Con puntos muy cortos y siempre con dominio de los sacadores hasta llegar al 6-6. Allí, una doble falta de Raonic desniveló el pleito para el 7-5, a pesar de que ganaron 42 puntos cada uno tras 54 minutos de juego, en los que Raonic no pudo aprovechar nignuna de las tres chances de quiebre (y hasta aquí Del Potro no contaba con oportunidad alguna).
El segundo fue bien similar. Con buenos servicios, golpes con inesperados ángulos y buenos cierres de los puntos en la red. Pero fue en el undécimo game cuando el argentino contó con las primeras chances de quiebre, aprovechó la tercera y se encaminó a la victoria luego de una hora y 46 minutos de un partido en el que ganaron 77 puntos cada uno. 17 aces sumó el canadiense. Pero no le alcanzó.
De esta manera, el campeón, que ya contaba con la certeza de volver al Top 5 del ranking mundial desde el próximo lunes, ahora, además, tendrá ese número en la Carrera que clasifica a Londres, acercándolo cada vez más al torneo más exclusivo del año.
Del otro lado estaba el canadiense que llegaba tras ganar en Bangkok y acumulaba 12 victorias en sus últimos 14 partidos. "Milos está jugando muy bien. Conozco su juego, es un gran sacador y va a ser duro quebrarle", palpitaba el tandilense en la previa.
Por eso, además de llevarse el título, para Del Potro fue importante en lo mental, al vencer a semejante rival: Del Potro y Raonic solo contaban con un antecedente en el circuito. Y reciente: se dio en octavos de final del Masters 1000 de Montreal. Aquel encuentro fue triunfo por 7-5 y 6-4 para Raonic, pero atestiguó un episodio que dejó un clima enrarecido entre los jugadores. ¿Qué pasó? Con Del Potro sacando 4-3 40-40 en la segunda manga, Raonic subió a buscar un punto y "lo ganó", pero antes de que la pelota picase por segunda vez tocó la red con la zapatilla, haciendo que el tanto quedara anulado.
Recuerdos al margen, vale repasar que Del Potro este año ya había jugado otras dos finales de ATP 500, en Rotterdam y Washington: y ganó ambas. Su otra definición en 2013 fue en Indian Wells y su verdugo fue el mismo que frenó a Raonic en Montreal: Nadal. El argentino, entonces, sumó así su título Nº16 en lo que fue su cuarta final del año y 22ª en su carrera.
En definitiva, fue título para Juan Martín Del Potro, que se consolida, desde cualquier punto de vista, como Top 5.