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El campeón está de fiesta

QUITO -- El Deportivo Quito recibió con fiesta en el estadio 'Atahualpa' el título de campeón ecuatoriano de fútbol tras una espera de cuarenta años.

La fiesta quiteña en la última jornada del torneo nacional no fue completa, pues el flamante campeón perdió 1-0 ante el Deportivo Cuenca, aunque ese resultado no le importaba pues ya había conseguido la corona el pasado miércoles.

Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDUQ), el campeón de 2007, debió resignarse con el segundo puesto tras alcanzar una sufrida victoria sobre el Macará.

Deportivo Quito, LDU, Cuenca y El Nacional representarán a Ecuador el próximo año en la Copa Libertadores.

Los directivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que preside Luis Chiriboga, premiaron a los jugadores, cuerpo técnico y directivos de Deportivo Quito en el 'Atahualpa', tras la brillante campaña al mando del entrenador ecuatoriano Carlos Sevilla, luego de 40 años de sequía de títulos.

Chiriboga, ex presidente de Deportivo Quito, entregó las medallas y la Copa a los jugadores, que luego dieron la vuelta olímpica ante los cánticos de los fanáticos desde las tribunas, celebración que coincide con las fiestas de la capital ecuatoriana.

Mientras los quiteños celebraban el título, Cuenca lo hizo por clasificarse a la fase de repesca de la Copa Libertadores, después de remontar una pésima campaña que mantuvo al cuadro en los últimos puestos de la tabla de posiciones, pues ahora, incluso, dejó en el camino al prestigioso Barcelona, que parecía tener mayor opción.

Los directivos y los aficionados de Deportivo Cuenca no se imaginaron que el cuadro se iba a recuperar de la mano del entrenador ecuatoriano Paul Vélez, que lo sacó de los últimos puestos donde lo dejó en octubre pasado el entrenador argentino Gabriel Perrone.

Liga de Quito derrotó por 4-3 al Macará y firmó el subtítulo ecuatoriano, con dos goles del chileno Reynaldo Navia, uno del argentino Damián Manso y otro del ecuatoriano Luis Bolaños.

Cualquiera hubiera sido la ubicación de Liga de Quito en el campeonato ecuatoriano, se había asegurado su participación en la Libertadores, por ser el último campeón del torneo.

Macará trató de sacar el empate, pero no le alcanzaron los dos goles del colombiano José Herrera y uno del ecuatoriano Ángel Escobar.

La nota discordante de la jornada la protagonizaron aficionados del Barcelona, que no soportaron la eliminación de su equipo y arremetieron contra los jugadores, cuerpo técnico y directivos.

El Barcelona, jugando uno de sus peores encuentros, empató 1-1, de local, ante El Nacional, que también se clasificó a la Libertadores.

El Nacional se adelantó con gol de Pedro Quiñónez, que en el único disparo de su equipo anotó, en el primer tiempo, pues encontró mal ubicado al portero argentino Pablo Ariel Santillo.

La reacción de Barcelona llegó en el segundo tiempo y empató a través del goleador del torneo, el ecuatoriano Palo Palacios, que mediante el cobro de un tiro penalti anotó su vigésimo tanto de este año.

Los aficionados intentaron agredir a varios jugadores, al cuerpo técnico que comandó hasta el domingo el argentino Reynaldo 'Mostaza' Merlo y a ciertos directivos, por lo que los policías tuvieron que extremar la seguridad.

Bajo la dirección técnica de Merlo, Barcelona perdió o empató los últimos siete encuentros, por lo que perdió la gran posibilidad de acceder al torneo continental, y acumuló once años consecutivos sin adjudicarse el título.

El máximo goleador del torneo resultó el ecuatoriano Pablo Palacios, de Barcelona, con 20 tantos, seguido de los argentinos Martín Mandra, de Deportivo Quito, con 17; y de Claudio Bieler, de Liga de Quito, con 13 goles.