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Brianda Cruz: Me dijeron que no sabía perder (ante Imane Khelif)

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La boxeadora mexicana enfrentó a Imane Khelif, y recuerda los comentarios que recibió tras dar su opinión sobre la descalificación de la argelina


MÉXICO.- La boxeadora mexicana Brianda Tamara Cruz, quien el 24 de agosto debutará como boxeadora profesional, recuerda su combate contra Imane Khelif, hoy medallista de oro en los Juegos Olímpicos Paris 2024, y las reacciones que despertó en redes sociales su opinión cuando en el Campeonato Mundial de 2023 descalificaron a la boxeadora argelina.

“Me enfrenté a Imane en una serie mundial en Guadalajara en 2022, en una final, y el Mundial fue en 2023, donde salió la noticia. Cuando me tocó pelear yo no dije nada. Yo perdí y jamás dije nada; simplemente perdí y seguí adelante. Yo acepté mi derrota. Le di las gracias por pelear. Yo sentía algo dentro de mí, pero no dije nada”, afirma Brianda Cruz.

La mexicana revela que fue atacada y también apoyada por gente de México en redes sociales y hasta dijeron que “no sabía perder, solo porque reaccioné a esa noticia”, la descalificación de Khelif del mundial organizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA). Cuenta que, inclusive, tuvo que asesorarse con abogados que le aconsejaron cerrar el tema.

En cuanto al Campeonato Mundial 2023, “yo no fui y ella sí. En el Mundial hubo quejas de boxeadoras y la IBA quiso hacer una prueba de antidoping; habían dicho lo mismo: que no sentían que esa fuerza fuera normal. Todas venimos del nivel más alto que es Juegos Olímpicos y todas sabemos a lo que vamos y todas hemos sentido cómo es el nivel en esas competencias; ahí se le hizo un antidoping y salió con niveles altos de testosterona y se le descalificó”.

Asegura Brianda Cruz que “lo único que dije fue: ‘mira, ok, ya se dieron cuenta. Qué bueno que yo estoy bien, que no salí lastimada y espero que todas estén bien; simplemente fue eso”. Hace unos días, Imane Khelif se adjudicó la presea olímpica en los 66 kilogramos. La boxeadora argeltina nació como una mujer cisgénero, según consta en su pasaporte, y es sobre esta base que el Comité Olímpico Internacional determina la elegibilidad para participar en eventos femeninos. Ha estado en competencias femeninas durante varios años. Representó a Argelia en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, donde perdió en los cuartos de final.

En los Juegos Olímpicos de París, Imane Khelif, de 25 años, ganó la final de 66 kilógramos, después de ser descalificada del campeonato mundial del año pasado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) al no pasar una dudosa prueba de elegibilidad para las competencias femeninas. En 2023, el COI tomó la medida sin precedentes de prohibir permanentemente a la IBA en los Juegos Olímpicos, después de años de preocupaciones sobre su gobernanza, equidad competitiva y transparencia financiera.

El presidente de la COI, Thomas Bach, tuvo que defender en rueda de prensa durante la competición que "nunca hubo ninguna duda" sobre que Khelif y la también finalista en los 57 kilogramos Lin Yu-ting de estas Olimpiadas (las dos descalificadas por la inhabilitada IBA) nacieron, crecieron y compiten como mujeres.

Brianda Tamara, entre el profesionalismo y el boxeo olímpico

Brianda Cruz regresa por sus fueros, luego de tiempo alejada del escaparate público. Afirma que inició su segundo ciclo olímpico hacia Paris 2024, pero a la hora de tomar decisiones “fue más fuerte” querer ser profesional que mantenerse en el amateurismo. Tomó otro camino para cumplir sus sueños y la Arena Jalisco de Guadalajara será testigo de su presentación como boxeadora profesional y espera algún día ser campeona del mundo.

Asistió a los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, Brianda Cruz declara a ESPN que “ya no quería estar en donde estaba ni pasar las cosas que estaba pasando. ¿Quién no sueña con otros Juegos Olímpicos?; pero si Diosito te manda para otro lado, hay que hacerlo”.

Las razones de Brianda Cruz para no seguir siendo amateur “son cosas delicadas, son muy propias, pero estoy bien gracias a Dios. Siempre de la mano de Dios puedo salir adelante. Y ahora estoy muy emocionada por mi debut profesional”.

Otros motivos que la alejaron fueron sus etapas viviendo en Ciudad de México, mientras su mamá y su hermano, más chico que ella, estaban solos en casa, en Mazatlán, ya que su papá pasa tiempo fuera por su trabajo de pescador. “Y yo necesitaba también estar con ellos”.

Pese a todo comenzó su segundo ciclo olímpico hacia París, “pero pasé por depresiones, por ansiedad y optamos mi familia y yo por mi salud y salirme de la Selección Nacional. Después me fui al gimnasio de Jackie Nava, en Tijuana, donde lamentablemente se cayeron tres de mis peleas de debut profesional. Y ahora estoy en Los Angeles preparándome con mi entrenadora Gloria Alvarado. Luego iré a Guadalajara y me quedaré un tiempo a descansar en mi casa después de la pelea; pelearé en la categoría de 66 kilogramos”.

Ansiedad y depresión en el deporte olímpico

Manifiesta Brianda Cruz que “empecé a los 10 años en el gimnasio de Radamés Hernández; ahí es donde conocí a ‘Green’, Marco Verde, cuando estábamos chicos, yo tenía como 13 años y ya llevo 15 años en el boxeo. Creo que todos entrenamos para ganar y que vengan las derrotas, eso, al final, a todos los atletas nos lastiman. Algunos lo saben llevar de mejor manera y otros no podemos”.

Se sincera la mazatleca y dice que aunque inició su segundo ciclo olímpico, no quiso pasar por tres años de preparación; era mucho tiempo para ella, además, “cuando estaba en el COM (Comité Olímpico Mexicano) yo sufría mucho de ansiedad, de depresión, no sé si por el encierro. Ya estaba cansada y creo que era justo y necesario que yo regresara a mi casa, pues mi desempeño no estaba siendo el mismo. Fui a los Juegos Centroamericanos y ya no quise asistir a los Panamericanos a buscar el boleto a París. Dejé la Selección Nacional y por salud preferí descansar”.

Agrega Brianda Cruz: “Dios sabe por qué hace las cosas. Desde chiquita quise ser boxeadora olímpica, ser la primera boxeadora en representar a México en Juegos Olímpicos, y gracias a Dios lo logré; pero creo que ahora es mi momento en el boxeo profesional. Es muy diferente el boxeo profesional al amateur. Y yo necesitaba que me dieran más visión, que la gente me conociera un poco más y para eso necesitaba salir de Mazatlán”.

Sin reparos, admite que en su nueva aventura quien la apoya económicamente es su papá y la familia la respalda en todos sus planes profesionales. “Ahorita me siento muy tranquila, me siento en paz. Me he acercado mucho a Dios. Creo mucho en San Judas Tadeo. Soy una persona de mucha fe. He entrenado a conciencia, muy fuerte porque tengo una meta: quiero ser campeona del mundo. Iniciaré mi camino en Guadalajara y de ahí ya no para”, mencionó.