La pareja uruguaya de doble par ligero formada por Bruno Cetraro y Felipe Klüver escribió una nueva página en la historia del remo olímpico uruguayo, el deporte que más medallas le dio al país sudamericano, con su sexta plaza en la final de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Este jueves en Japón, todavía miércoles en Montevideo, la dupla finalizó en la sexta y última posición de la final A, en la que se impuso Irlanda. Pero la 'medalla' de Cetraro y Klüver fue meterse en la regata definitiva, apenas cuatro meses después de asegurar su plaza olímpica y tras pocos años en este deporte.
Es el mejor rendimiento olímpico de Uruguay en el Siglo XXI.
A primera hora de una mañana de calor sofocante en Tokio, en el Canal Sea Forest a las afueras de la capital, la lucha en cabeza entre los irlandeses Fintan McCarthy y Paul O'Donovan y los alemanes Jonathan Rommelman y Jason Osborne, que se resolvió a favor de los primeros por 86 centésimas, rompió la carrera para el resto de embarcaciones.
Los irlandeses ganaron el oro con un tiempo de 6:06.43, seguidos de los germanos con 6:07.29 y de los italianos Stefano Oppo y Pietro Ruta, ya a 7:87.
La dupla uruguaya cerró su participación en 6:24.21, a 17.78 de los vencedores, campeones del mundo en 2019 y, en el caso de O'Donovan, plata olímpica en Río 2016.
Con su participación en esta final Cetraro y Klüver firmaron la mejor actuación de Uruguay en unos Juegos desde que el ciclista Milton Wynants se colgó la plata en la carrera por puntos de la prueba de ciclismo en pista en Sídney 2000, e igualaron lo logrado por el atleta Emiliano Lasa en Río de Janeiro 2016.
Entre esos Juegos y los actuales los más destacados habían sido el regatista Alejandro Foglia y el atleta Emiliano Lasa.
El primero finalizó octavo en la clase Láser en Londres 2012, mientras que el atleta ocupó la misma posición en salto de longitud cuatro años más tarde.
A lo largo de su historia, Uruguay consiguió diez medallas, dos de estas de oro al proclamarse campeón de fútbol en París 1924 y Ámsterdam 1928, por entonces el Mundial oficioso de selecciones, lo que hace que la Celeste luzca cuatro estrellas en su pecho tras ganar las Copas del Mundo de 1930 y 1950.
También consiguió dos de bronce en básquetbol, una de bronce en boxeo, la ya mencionada en ciclismo y otras cuatro en remo.
En esa disciplina el país sumó una presea de plata y tres de bronce entre Los Ángeles 1932, Londres 1948 y Helsinki 1952, de la mano de Guillermo Douglas, Eduardo Risso, Juan Rodríguez, William Jones y Miguel Seijas.
Cetraro y Klüver sellaron su pasaporte para Tokio en las aguas de Río de Janeiro el pasado 5 de marzo en una regata en la que finalizaron primeros, luego de una increíble arremetida final en la que dejaron atrás a los locales y a los chilenos.
Así, los remeros lograron cumplir un sueño pocos años después de iniciarse en ese deporte.
De hecho, el primero de ellos entró en el mundo del remo en 2008, cuando su padre vio algo del deporte en televisión y lo impulsó a practicarlo, mientras que el segundo lo hizo en 2015 invitado por un profesor que le propuso intentarlo, algo que aceptó... aunque no sabía nadar.