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Kevin Cordón: "Los chapines tenemos un corazón muy grande para luchar ante toda adversidad"

El badmintonista guatemalteco avanzó a las semifinales y está entre los mejores 4 de los Juegos Olímpicos de Tokio

TOKIO, JAPÓN -- Con un contundente triunfo de 2-0 sobre el coreano Heo Kwanghee, el badmintonista guatemalteco Kevin Haroldo Cordón Buezo, se instaló en semifinales y continúa escribiendo su mejor historia en los Juegos Olímpicos de Tokio al ubicarse entre las mejores cuatro raquetas de la cita olímpica.

Por primera vez en los cuatro Juegos Olímpicos que ha disputado, el atleta de 34 años oriundo de La Unión, Zacapa, está en la lucha por alcanzar la medalla olímpica para Guatemala.

“Ahorita no estoy pensando con quién voy a jugar o en que ronda estoy. No quiero desaprovechar esta oportunidad y alegría que tengo porque no me la creo, está en cero mi mente. Estoy muy feliz de saber que todo ha valido la pena y aunque vengamos de un país muy pequeño, los chapines tenemos un corazón muy grande para luchar ante toda adversidad”, fueron las primeras impresiones de Kevin Cordón desde el continente asiático.

Kevin Cordón llegó a cuatro victorias de forma consecutiva en su actual presentación olímpica derrotando a Lino Muñoz de México, Ka Long Angus de Hong Kong, Mark Caljoue de Países Bajos y el coreano Heo Kwanghee.

“Saqué ciertas ventajas durante el set y volví a retomar lo que venía haciendo en el primero para arriesgarme y terminar el partido en dos sets. Son cosas que uno no sueña, sino que tiene que ser realista. Yo digo que uno tiene dos oportunidades en la vida: primero en la cabeza cuando se sueña y luego trabajarlo para hacerlo realidad. Ahorita estoy feliz”, agregó el atleta guatemalteco.

Por último, Kevin Cordón dedicó el triunfo obtenido al público chapín, su familia y a Dios por la oportunidad que le dio de jugar bádminton.

“Otra vez le vuelvo a decir muchas gracias por tomarse el tiempo para ver el partido. Agradezco de todo corazón todo ese apoyo y ayuda extra que necesito en la cancha para poder luchar. El triunfo va para todos, para Dios. Él en el 2013 me dio la oportunidad de volver a jugar bádminton y hacer lo que más me gusta. A mi familia, a mi hermano que falleció y el pueblo de Guatemala por la ayuda que me ha dado en toda mi carrera”.