Su hablar pausado no parece subrayar lo que dicen algunas de sus frases. Hay gente que necesita elevar la voz o hacer gestos para remarcar sus palabras. Marcelo Méndez, entrenador de la Selección Argentina de vóleibol masculino, no necesita ese énfasis para apostar fuerte y cantar retruco. Su modo es simple y a la vez contundente: en un extenso diálogo con ESPN, aseguró que el primer objetivo será clasificarse para los Juegos Olímpicos París 2024 y, con el pasaje asegurado, defender la histórica medalla de bronce conseguida en 2021 en Tokio.
Durante la videollamada, que repasó también lo hecho por su equipo polaco en la Champions League y la Plus Liga, el técnico de la celeste y blanca dijo que hay otros equipos que en principio tienen mayor potencial físico y voleibolístico, pero no escondió las cartas: el deseo y la ilusión poseen mayor peso que el de los supuestos fundamentos que ponen a varios de sus rivales como favoritos al podio parisino.
“Quería estar el jueves entrenando el equipo, pero me cambiaron los vuelos por el paro. Y voy a llegar a Argentina el viernes a las 6 de la mañana. Espero poder estar a las 9 dirigiendo la práctica”, detalló Méndez desde Polonia, donde dirige al Jastrzebski Wegiel, el club con el que se consagró bicampeón de la Plus Liga y con el que este último domingo perdió por segunda vez la Súper Final de la Champions League europea masculina.
–Durante las últimas semanas estuvo concentrando en su club polaco, pero también iba recibiendo videos e informes sobre las prácticas de la Selección. ¿Cuándo cambia el chip para poner la cabeza ciento por ciento en el seleccionado?
–Ya se produjo ese cambio. Siento que tengo un “switch” que voy moviendo para un lado y para el otro durante la última parte de la temporada de clubes, pero ahora ya estoy con la cabeza de lleno en la Selección. Por suerte, tengo un gran plantel de profesionales, técnicos y amigos que se hicieron cargo del inicio de las prácticas del seleccionado hasta que yo pudiera incorporarme. Me fueron pasando información y videos de los entrenamientos y estuve observando al equipo. Pero ya está, moví la tecla y ya tengo solamente espacio mental para la Selección. Estoy ansioso por llegar.
–¿Ya tiene en mente los objetivos de mínima y de máxima para la temporada 2024?
–El primer objetivo es clasificarnos para los Juegos Olímpicos. Tenemos una buena relación de puntos en el ranking (las últimas plazas se definen en la VNL, la Liga de las Naciones), pero no nos podemos descuidar. Este sistema de clasificación es un poco feroz y tenemos que jugar todos los partidos al máximo hasta que sepamos que estamos clasificados. Ése sería el objetivo de mínima, por decirlo de alguna manera. Y el objetivo de máxima es el de siempre, el que me propuse en 2021 con estos chicos cuando íbamos a Tokio: tratar de sacar una medalla. Entonces, el objetivo es clasificarnos a los Juegos y, ya en París, defender la medalla.
–Por lo que fue viendo en videos de las prácticas de la Selección, ¿cómo está el equipo? Hay jugadores que tuvieron poco rodaje, como Luciano Vicentin en la Liga de Turquía.
–En las prácticas vi bien al equipo. En distintas condiciones de forma por las diferentes situaciones particulares, por supuesto. Porque, como dijiste, por ejemplo Vicentin jugó poco y “Lulo” Palonsky tuvo muchos altibajos en la Plus Liga, con partidos excelentes y otros más deslucidos. Hay que nivelar el equipo. También tenemos a Facundo Conte, que viene de jugar la Liga Argentina, y a Ezequiel Palacios, que se está recuperando de las lesiones que lo tuvieron fuera de competencia de Selección en 2023.
–Entre los receptores-punta mencionó a Vicentin y Palonsky, titulares en la VNL 2023, y a Conte y Palacios, titulares en el bronce de Tokio. Y hay más opciones en ese puesto.
–Claro. También Jan Martínez, que por momentos jugó muy bien durante 2023. Ahí también está Manu Armoa, una joven promesa. Y tenemos a otro atacante de punta, Lucas Conde (19 años, 1,93 metro), que fue creciendo mucho. Pasó de España al vóley francés y pudo desenvolverse con mucha seguridad en París Vóley. Y ahora está entrenando muy bien con la Selección mayor. Tiene condiciones y ciertos fundamentos muy buenos. Tendré que hacer un cóctel para tratar de elegir a los mejores.
–En mayo tendrá una serie larga de partidos: dos amistosos con Cuba en Misiones, cuatro partidos de VNL en Río de Janeiro y dos amistosos más, contra Serbia, en Rosario. Se intuye que habrá rodaje para todos.
–Es verdad. No nos van a faltar partidos. A la VNL tenemos que ir a full, porque ahí podemos obtener puntos fundamentales para clasificarnos para los Juegos. Y tenemos las dos series de amistosos, con Cuba y Serbia, para seguir viendo y probando jugadores. Es un desafío ver quién está en condiciones y qué caras nuevas pueden aparecer. La calidad de cada jugador no cambia, pero los que estaban bien en un año pueden no estar tan arriba al siguiente. La Selección son momentos. Eso es un poco cruel, pero el que esté en mejores condiciones será el que defienda la camiseta argentina en los compromisos más importantes.
–A priori, ¿con qué similitudes y diferencias nos vamos a encontrar respecto del equipo de 2023?
–No puedo pensar en un equipo fijo o que en principio sea el de arranque en cancha, porque el año pasado jugamos la VNL con un equipo y después, por lesiones, terminamos jugando y ganando el Sudamericano con otro equipo. Y el Preolímpico fue un mix de jugadores de los dos torneos anteriores. El 2023 fue muy cambiante.
–Claro. En la VNL se destacaron los puntas Palonsky y Vicentin. Al Sudamericano no viajó “Lulo” por lesión y aprovechó su oportunidad Facundo Conte.
–Sí, y durante todo el año fue creciendo Jan Martínez, que también jugó muy bien el Preolímpico. Tengo que evaluar cómo está cada uno. Por supuesto, ya tengo información, pero necesito verlos entrenarse en estos días y tratar de usar los partidos con Cuba en Misiones y la primera semana de VNL para ir definiendo un poco más el plantel.
–En 2024 se estrenará nuevo formato para el vóley olímpico: en vez de ser dos grupos de seis equipos, serán tres zonas de cuatro países. ¿Cambia en algo el panorama para Argentina?
–Si nos clasificamos, como queremos, nosotros vamos a intentar hacer lo mejor en cada partido, como siempre. No somos un equipo que pueda permitirse “regular” o cambiar jugadores. Tenemos que ir a full. Si estamos a pleno, no sé si le podemos ganar a cualquiera, pero sí sé que le podemos jugar bien a cualquiera. Y jugando bien al vóley durante mucho tiempo, uno tiene más posibilidades de ganar. Además, Argentina vive todo con intensidad, la misma intensidad que se vive en el ambiente, en la Villa Olímpica y en cada espacio de los Juegos. Queremos llegar a París.
–Y ya en París, como dijo, defender la medalla.
–Sí, por supuesto. Sabemos que es difícil. No somos tontos. Hay equipos que supuestamente están en otro nivel: Italia, Estados Unidos, Polonia, quizás Francia. Y después hay otro pelotón también muy difícil, porque a partir de estos Juegos cambió el sistema de clasificación y habrá muchos rivales europeos. Y está Brasil, que tiene jugadores con muchísima experiencia. Si se ponen en forma Leal y Lucarelli, son dos atacantes excelentes que no muchos países tienen. También tienen a Alan y a su hermano Darlan como opuestos. Y en el armado, a Bruninho y a Cachopa, que jugó una excelente Súper Liga en Italia. Los Juegos Olímpicos son muy difíciles. Habrá muchísima competencia.
–Inclusive en ese escenario repleto de figuras y grandes planteles, Argentina sostiene su ilusión de subirse al podio.
–Algunos equipos sienten mucha presión durante los Juegos. Otros, no. Para nosotros, lo importante es clasificarnos. Cuando hayamos cumplido ese primer objetivo, replanificaremos y veremos cómo encaramos lo que queda de la VNL o lo que sigue a ese torneo, con la idea de llegar de la mejor forma posible a París. No podemos adelantarnos hasta que no tengamos la clasificación asegurada en nuestras manos.