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Rodrigo García 4y

El judoca guatemalteco que combate la pandemia como bombero voluntario

Francisco Aguilar se convirtió en judoca desde que tenía cinco años, es el deporte que ama. Estar en el tatami en competencia es lo que le gusta, pero ha tenido que suspender su pasión deportiva para dedicarse a tiempo completo a su labor como bombero voluntario, algo que realiza desde hace siete años.

Tiene 28 años y es originario de Jalapa, en donde colabora para la compañía 44 de los cuerpos de socorro. Compite en la categoría de 60 kilogramos y ha sido ganador de varios campeonatos nacionales.

“Ser bombero es una tradición en la familia Aguilar. El primero fue mi papá, después lo siguió mi tío, luego mis primos y de último fui yo”, comentó en exclusiva Francisco Aguilar a ESPN Digital. “Es la vocación y el don que me dio Dios. Esto me ha permitido ayudar a las personas. He tenido experiencias muy buenas al servir a la sociedad. Prácticamente, esta es mi segunda casa”.

Por ahora se mantiene alejado del gimnasio y se enfoca en su totalidad a la actividad bomberil en medio de una pandemia que azota al mundo.

“El trabajo acá se triplicó. Hay muchos casos de pánico por el tema del coronavirus y, también, las inundaciones que afectaron a las comunidades. Antes de esto me daba tiempo de entrenar, pero ahora si se ha paralizado todo”, afirmó Aguilar, quien hace turnos de 24 horas por 24 horas.

Sus inicios en el Judo

“Donde vivía antes, escuchaba un ruido en la vecindad y me preguntaba qué era. Un día decidí ver lo que pasaba y vi a varias personas peleando sobre el tatami. De primero practiqué lucha, pero preferí el judo porque me gustaba más la técnica y que era menos peligroso”. El jalapaneco ha ganado varios campeonatos durante su carerra.

Antes de la pandemia, Aguilar entrenaba en sus días libres y, a veces, previamente a su turno. “Cuando voy a un torneo me dan permiso para que vaya a competir. La disciplina y la condición física me han ayudado para estar bien en ambas profesiones”. También es cinta negra con segundo dan y su maestro de toda la vida ha sido el judoca Giovanni Quan.

“Yo viví sin mis padres desde los 5 años y le agradezco mucho al deporte, como a los psicólogos de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) porque me ayudaron mucho y eso me permitió a sobresalir. Le di parte de mi vida y le entregué bastante del corazón al judo”.

El atleta espera ser parte de la selección nacional. “Mi anhelo es volver a la selección nacional de judo. Yo me retiré porque solo me estaban dando media beca y no podía solventar la otra mitad. En ese tiempo, no tenía muchos recursos. Aún me siento capaz con la edad que tengo para hacer bien las cosas” concluyó Francisco Aguilar.

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