(Maximiliano de Mingo - enviado especial)
En vísperas a la visita de Los Pumas a Irlanda en el Aviva Stadium, Scrum visitó el entrenamiento del equipo Dublin Dogos y dialogó con los protagonistas de un elenco lleno de jugadores argentinos.
En primera instancia, el head coach Francisco Lamino desarrolló cómo se creó el club y su actualidad: "Es un club que ya tiene varios años y juega la liga local. Está formado por argentinos y australianos más que nada, pero recibimos gente de todo el mundo (Uruguay, España, Europa). Sirve como un lugar de expatriados que hayan jugado al rugby, pero también son bienvenidos aquellos que no hayan tenido experiencia. Es más que nada social y para sentirnos en casa, cuando en realidad estamos lejos".
En relación a la competencia, el entrenador contó que "entrenamos una vez por semana. No es a lo que estamos acostumbrados en Argentina, pero es suficiente. Practicamos los miércoles y jugamos más que nada los sábados. Somos 25-28 jugadores y para los partidos un poco menos, unos 23".
Por su parte, acerca de cómo llegó al club, Lamino declaró: "Hay una fuerte conexión con Hurling, mi club, y cuando llegué a Dublín me vine acá, ya sabía de la existencia. Jugué y hoy en día estoy de este lado. Es un nivel parecido a una Pre-Intermedia de Buenos Aires, no es de alto vuelo. El año pasado perdimos la final por el ascenso, así que esperamos esta temporada volver a estar ahí, porque el objetivo es subir de categoría".
Joaquín Aleanzi, capitán del equipo, también dialogó mano a mano y expresó: "Hay muy buen nivel en esta liga, es gente grande que se presta a jugar físicamente. Las condiciones climáticas son pésimas para jugar acá, la temporada va de octubre a abril así que siempre tenemos lluvia y frío".
En base a lo que es el club para él, el tercera línea no dejó dudas: "Para mí significó hacerme amigos y conocer gente de otras culturas que sino no hubiese visto nunca. Acá te encontrás con gente muy apasionada, está muy bueno. Somos un grupo de locos que le gusta seguir jugando al rugby y vivirlo de esta manera".
Finalmente, el entrenador asistente Matías Troche, también contó su realidad: "Mis amigos me trajeron. Este lugar es una casa fuera de casa, se armó una comunidad muy linda. Estamos muy motivados de seguir creciendo deportiva y humanamente".