La primera fecha del Tres Naciones disputado en Australia tuvo una apabullante actuación de Nueva Zelanda. Los All Blacks no sólo golearon históricamente a los Wallabies sino que también se quedaron con la decimoctava Bledisloe Cup consecutiva. El resultado final fue 43-5 tras un primer tiempo que dio realmente miedo.
La primera etapa tuvo a los All Blacks intratables. El elenco dirigido por Ian Foster arrancó el aluvión y no paró. A los 5', el pilar Karl Tu'inukuafe fue quien selló un gran movimiento de los de negro. Daugunu y Barrett fueron amonestados en los primeros minutos, ambos por acciones de uso desmedido de la fuerza.
Luego, tras varios tries perdidos, Nueva Zelanda contó con un Richie Mo'unga superlativo. El 10 marcó a los 21 y a los 27 para empezar a marcar el ritmo del partido. A los 30' Dane Coles apoyó la última conquista de la visita en la primera etapa que se fue arriba al descanso por 26-0.
Australia arrancó el complemento con el ímpetu de remontada. El debutante, Lolesio apoyó tras un gran movimiento personal de Petaia a los 2 minutos. Los Wallabies descontaban y se ilusionaban en Sídney con un triunfo memorable.
Pero, los All Blacks pusieron el partido en un freezer. Nueva Zelanda utilizó toda su experiencia para hacer pasar el tiempo. El duelo se tornó trabado y sin emociones. Hasta que, a los 71' y 74' aparecieron los golpes de knock out. Rieko Ioane y Jordie Barrett apoyaron los tries que dieron sentencia al resultado final de 43-5.
Nueva Zelanda festejó en Sídney. No sólo arrancó de gran manera el Tres Naciones, sino que también se llevó la Bledisloe Cup. Desde el 2003 que la copa es absolutamente negra y de nadie más. Australia no la levanta desde el 2002 y ya se está transformando en un verdadero karma.