Carlos Alcaraz (Nº 3 del mundo) perdió su increíble estadística de 14 triunfos seguidos en el Masters 1000 de Madrid, donde Andrey Rublev (8º) se encargó de silenciar la Caja Mágica con una soberbia victoria por 4-6, 6-3 y 6-2 en prácticamente dos horas de juego.
Tras la eliminación que le impidió seguir su carrera en busca del tricampeonato (se proclamó en 2022 y 2023), hito nunca alcanzado en la historia del torneo, el ex número 1 del ordenamiento asistió a conferencia de prensa y analizó su paso por la arcilla española.
"Para mí es una semana muy positiva. Un día antes de empezar el torneo no sabía si iba a jugar, pero he llegado a cuartos de final. Poco a poco he ido mejorando, perder hoy con Rublev en tres sets es algo que hubiera firmado", afirmó el joven de 20 años de edad, que llegó a la prestigiosa cita luego de ausentarse en el M1000 de Monte-Carlo y en el ATP 500 de Barcelona, producto de una lesión en el pronador redondo del brazo derecho.
"Duele perder, duele no aprovechar opciones. Llevaba tiempo sin un partido tan exigente como el de ayer, hoy me ha pasado factura. No le quiero quitar mérito a Andrey, pero ha sido un día complicado, mentalmente no he estado bien. Después del partido de ayer, me he levantado con agujetas por todo el cuerpo, el antebrazo también tenía agujetas. He tenido que lidiar con todo eso", sostuvo el murciano, quien se presentó al encuentro de cuartos de final tras superar una maratónica batalla ante el alemán Jan Lennard Struff (24°), encontrando su resolución en el tiebreak del set definitorio.
El dueño de 13 títulos en el circuito, que con esta caída quedó relegado en la lucha por la cima del ranking mundial, afirmó que "las semanas que vienen serán clave" y que "en Roma seguiré jugando con la protección".