Thiago Tirante, el último pasajero

Thiago Tirante desde muy pequeño estuvo acostumbrado a la exposición. Es que, por ejemplo, en 2019 el argentino finalizó el año como número uno del mundo junior luego de ganar el prestigioso Orange Bowl. Hoy, con 24 años, su madurez se nota. Y confía en instalarse en el Top 100. Por lo pronto, el platense supo ser 90° del mundo y hoy está 106°, pero a la hora del cierre de la lista del próximo Abierto de Australia se encontraba 101°, lo que le dio el último pasaje directo para debutar en ese cuadro principal.

"Me empezó a felicitar la gente y yo todavía no había visto la lista porque la página que nosotros vemos andaba mal. Pero yo pensaba que se tenía que bajar uno porque había hecho la cuenta. Iba a cerrar más o menos 100°", confesó ante la pregunta de ESPNTenis.com. "Era muy difícil que no se dé, pero entré a reconfirmar y sí, había sido el último. Mucha satisfacción. Súper, súper contento. El año pasado me quedé en la puerta. Perdí contra (Joao) Fonseca. Estaba jugando en un muy buen nivel y estaba para pasar esa qualy. Después quedé uno de lucky loser, tuve mala suerte. Este año se me dio un poco de suerte y un poco de merecimiento a lo que fue el año.Tengo que estar orgulloso de mí y encararlo de la mejor manera con mi equipo", valoró.

¿Y después de Australia? "Ojalá pueda ganar un poquito más de ranking y jugar torneos más importantes. La idea es jugar más torneos ATP que este año. Entrenando y disfrutando y teniendo tiempo para poder canalizar lo que viene. Uno muchas veces, con el tema de mejorar en el ranking, de mejorar en cuestiones técnicas, se olvida dónde está y en la burbuja donde uno está. Está bueno analizar lo que uno viene haciendo. Porque hoy en día me toca estar 100°, pero no muchas personas lo pueden hacer. Eso también es súper importante. A veces parar la moto y decir estamos en un lugar privilegiado. Eso es muy importante para la cabeza de uno y, sobre todo, la salud mental".

Dueño de seis títulos Challengers, dos los consiguió este año, temporada en la que además llegó a otras dos finales. "Este año estuvo muy bueno. Año a año voy mejorando el ranking, eso es positivo. Nunca me fui para atrás. Y si lo hice, lo pude revertir durante el año. Me quedo con la solidez de triunfos en juego, rachas positivas y muchos partidos que jugué este año. Este año jugué bastantes y eso está muy bueno para seguir manteniendo el nivel, para seguir confiando en uno mismo, para seguir entrenando cosas. Tengo que seguir mejorando la subida a la red" especificó. "La primera volea. Con un saque más sólido y metiendo más primeros, voy a tener más respiro, me va a dar más confianza en mi juego".

Por lo pronto, su récord en el Road to Australia, torneo exhibición que se disputa en el Buenos Aires Lawn Tennis Club (BALTC), fue de 1-1, lo que le dejó varias conclusiones al entrenado por Miguel Pastura: "Estuvo bueno para probar, para seguir intentando cosas que a uno le cuesta, que le tiene que dar un poquito más de ritmo, de bola. Y sobre todo en la parte técnica".

En cuanto a esto, puso el foco en modificaciones en su raqueta: "Fue un cambio importante hace dos semanas y me estoy acostumbrando. En mitad de la pretemporada jugar un par de puntos para ver cómo se siente uno está bueno para tener un parámetro. Me ayuda mucho físicamente. Yo siempre jugué con una muy dura, donde físicamente me exigía mucho, Y a medida que me iba cansando en el partido, me costaba jugar largo. Jugaba muy corto y, si no le pegás bien, es una raqueta que te traiciona. Se te muere un poco en la raqueta. Pudimos llegar a un intermedio, porque no estoy para jugar con una raqueta que despida mucho. Me va a dar mucho para los partidos largos y contra los jugadores que le pegan mucho. Hago mucha menos fuerza y la bola me sigue saliendo bien, no se descontrola".