MADRID -- Cristiano Ronaldo demostró una vez más el gran corazón que tiene y su debilidad por los niños, en especial de los que más sufren, al conocerse esta semana el caso de Erik Ortiz Cruz, un bebé de 10 meses que padece displasia cortical, afección que le produce graves convulsiones, quien ha encontrado, gracias al astro portugués, una esperanza. No es la primera vez que Cristiano acude a prestar ayuda en una situación semejante

Desde que fuera diagnosticado, hace un mes, la madre del pequeño, Cristina Cruz, ha emprendido una lucha incansable por salvarlo.

Tras recibir la terrible noticia, la madre ha dedicado cada minuto a una incansable lucha por salvar a su hijo. El primer paso, pedir ayuda. La familia, residente del poblado de Villaluenga de la Sagra, en la provincia de Toledo, de poco más de cuatro mil habitantes, no tiene los medios para costear el tratamiento, por lo que los vecinos de la localidad emprendieron una campaña para recolectar fondos que, poco a poco, se ha ido extendiendo hasta llegar a Madrid y con ello, a los oídos de Cristiano Ronaldo.

La campaña había iniciado con una colecta de donativos y creció hasta llegar a decenas de establecimientos comerciales donde se recogen tapas de plástico para recaudar fondos y funciones benéficas organizadas por diversos Ayuntamientos de la Comunidad de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.

De acuerdo con información del diario ABC, hasta la semana pasada, se habían recaudado cerca de 12 mil euros de los 47 mil que la campaña se había fijado como objetivo.

El pasado 10 de marzo, la angustiada madre hacía de conocimiento público en la página de Facebook de la campaña, misma que en cuatro días ha triplicado el número de miembros, que el pequeño permanecía en graves condiciones, y dados los largos plazos de espera de la Seguridad Social Española, aumentaba el riesgo de la enfermedad.

"Queremos dejar claro, que nosotros seguimos buscando alternativas que ayuden a Erik lo antes posible, seguiremos realizando galas y eventos allá donde se nos diga, porque a día de hoy, Erik sigue en las mismas circunstancias que hace un mes cuando ingresó y se detectó su enfermedad. Aún no se le ha realizado ninguna prueba de las que necesita y por supuesto no tiene ni mucho menos fecha para operación, pero sigue corriendo los mismos riesgos que al principio, puesto que cuántas más crisis y más tipos distintos de medicación se utilicen, mayores daños puede sufrir y más ayuda desgraciadamente, necesitaría para vivir.

Por supuesto la sanidad pública cubre las pruebas y la operación en caso de posibilidad, nosotros nunca hemos dicho lo contrario, queremos dejar eso muy claro, siempre hemos hablado de plazos largos por la seguridad social, y ese ha sido el motivo por el que desde el principio se buscó otra opción, ante la imposibilidad de adelantar las pruebas por la vía de la sanidad pública, que por supuesto fue lo primero que se intentó".

24 horas después, la familia recibiría la noticia que le devolvería la esperanza.

Un amigo de la familia, residente en Madrid, decidió dar un paso más y contactar a Cristiano Ronaldo para pedirle la donación de unas botas y una camiseta firmada. Lo que no imaginaron era que el astro portugués se involucrara al punto de ofrecerse a pagar el tratamiento y la cirugía, con un costo que ascendería a los 70,000 euros.

Él quería saber cómo iba, diariamente cómo evolucionaba. Dijo que nos quería ayudar con los costes, unos 60 o 70 mil. No voy a poder agradecerlo como se merece nunca.

-- Madre de Erik sobre Cristiano
"Dioooos mio!!! El mejor milagro del mundo hoy en 11 de marzo... Cumpleaños de mi hermana Eva y décimo aniversario del 11-M... Y... lo mejor el día en el que recibo la gran noticia de que CRISTIANO RONALDO PAGA LA OPERACION A MI NIÑO!!! Dios mío... no me lo puedo creer!!! Gracias, gracias, mil gracias de verdad", escribió la madre en su perfil de Facebook.

La noticia rápidamente se extendió por todo el país. El jugador más rico del mundo brindaba ayuda a una familia necesitada una vez más. La madre del bebé, que fue dado de alta ayer por la noche luego de permanecer ingresado en el hospital los últimos días, agradecía antes de abandonar la sala de cuidados intensivos al jugador por el gesto desinteresado en un video que recogió AS.

"Él quería saber cómo iba, diariamente cómo evolucionaba. Dijo que nos quería ayudar con los costes, unos 60 o 70 mil. No voy a poder agradecerlo como se merece nunca", dijo la madre con lágrimas en los ojos ante las cámaras del medio español.

Ya otras acciones en el pasado habían mostrado del gran corazón de que está hecho CR7. En noviembre de 2011, cuando Portugal, liderada por Cristiano Ronaldo, había obtenido la clasificación a la Eurocopa 2012 con una victoria por 6-2. Pero el combinado portugués no estaba con ánimos de festejar. Carlos Martins, entonces mediocampista del Granada, atravesaba el peor momento de su vida, pues su hijo Gustavo, de tres años, aquejado de trombocitopenia, necesitaba un transplante de médula.

El capitán de Portugal, mucho más famoso y rico que su compañero, aprovechó los reflectores para hacer un llamado para salvar su vida.

"Hemos conseguido una importante victoria para Portugal. Infelizmente, el día no ha sido de alegría como esperábamos porque nuestro colega de selección Carlos Martins precisa ayuda de todos los portugueses para superar la dolencia de su hijo", escribió en su perfil de twitter inmediatamente tras el encuentro.

"Tenemos todos que unirnos y en conjunto donar sangre para que se encuentre alguien compatible y superar este obstáculo de la misma forma que lo hacemos en el fútbol: juntos y en equipo", explicó el astro portugués, quien desde entonces se ha involucrado en diversas campañas de donación de médula.

Ronaldo es uno de varios deportistas que han prestado su imagen para la organización alemana DKMS, Delete Blood Cancer, un centro de donación de medula espinal para combatir la leucemia.

En noviembre pasado, el jugador mostró su compromiso con la causa, una vez más, al aparecer en un programa de radio acompañado de pequeños enfermos de leucemia, a quienes aseguró que hacía tres años que se había convertido en donante de médula. De nueva cuenta, el jugador hizo un llamamiento a sus aficionados para que colaboraran con dicha causa, además de prometer a los pequeños que los invitaría a la fiesta en caso de que recibiera el Balón de Oro en enero pasado, como ocurrió.

Para el Comité es un placer recibir este apoyo al programa de rehabilitación. Apreciamos que la ayuda a la gente que ha perdido sus extremidades sea una prioridad para la UEFA y estrellas como Cristiano Ronaldo.

-- Nota de agredecimiento de CICR a CR7
Su compromiso con la lucha contra la leucemia no es la única causa humanitaria con la que se ha relacionado al portugués: en 2012, subastó, a través de la Fundación Real Madrid, su Bota de Oro en millón y medio de euros, mismos que donó para las víctimas infantiles del conflicto de la Franja de Gaza. Un año antes, había vendido su colección de zapatos deportivos para recaudar fondos para las escuelas de Gaza.

El gesto por ayudar a los niños palestinos fue llevado al extremo por los medios, pues se llegó a decir que el jugador se había negado, poco después, a intercambiar su camiseta con jugadores de Israel en un partido con la selección de Portugal. Según se llegó a reportar el jugador habría dicho que "yo no intercambio camiseta con asesinos". Información que nunca fue confirmada, o desmentida. Trajo consecuencias, pues se le llegó a acusar de antisemita.

El incidente, sin embargo, no desanimó a Cristiano Ronaldo en su lado humanitario, pues un año después donó 100 mil euros al Comité Internacional de la Cruz Roja para un programa de rehabilitación en Afganistán como parte de una iniciativa de la UEFA.

"Para el Comité es un placer recibir este apoyo al programa de rehabilitación. Apreciamos que la ayuda a la gente que ha perdido sus extremidades sea una prioridad para la UEFA y estrellas como Cristiano Ronaldo", publicó en una nota de agradecimiento Caroline Welch-Ballentine, directora de Recursos Humanos del CICR.

Y de tanto revuelo que causa el mínimo gesto de ayuda del jugador, se llegó a propagar el rumor de que en julio pasado el jugador había abandonado la concentración del equipo en Lyon, Francia, para acudir a donar sangre para las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela. No fue así; sin embargo, el jugador estuvo atento de los acontecimientos en Galicia, exhortando, a través de las redes sociales, a quienes sí se encontraban en la zona, a donar sangre.

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MADRID -- A tres meses del arranque del Mundial, Brasil ocupa el puesto número 9 en la clasificación de FIFA. Por delante, Italia, Uruguay, Suiza, Colombia, Portugal, Argentina, Alemania y en el número uno, el vigente Campeón del Mundo, España.

Brasil incluso llegó a bajar al puesto número 11 en octubre pasado. Pero el próximo anfitrión de la justa es el único que ha estado presente en los 20 Mundiales. No hay estadio en el planeta que cobije mejor, fortalezca a su equipo e intimide al rival como el Maracaná. O habrá que preguntarle a España cómo le fue en la final de la Copa Confederaciones el verano pasado, cuando cayeron ante el de casa por 3-0.

La clasificación de FIFA, de cara al Mundial y más tratándose de Brasil dice poco o nada. El pentacampeón será siempre un gran favorito a ganar y la goleada 5-0 a Sudáfrica en la última ronda de amistosos previo al Mundial no hace más que confirmar su posición.

Mientras otras grandes selecciones que compiten por lo más alto dejaron algunas dudas en los últimos seis meses, ya sea en amistosos o la clasificación misma al torneo veraniego, Brasil se dedicó a perfeccionar su maquinaria enfrentado toda clase de rivales en partidos amistosos, desde el más 'pintoresco' y débil como Australia u Honduras, hasta la impredecible Portugal.

Pero no fue nada fácil para los de Luis Felipe Scolari ponerse a punto. Hace un año, dejaban dudas sobre el terreno de juego, pues mientras el resto de selecciones competían en sus respectivas eliminatorias, Brasil arrancó 2013 con una derrota ante Inglaterra en febrero, seguido por un par de empates ante Italia y Rusia, en marzo.

Scolari, que había tomado al equipo en noviembre, apenas empezaba a echar andar su engranaje. Brasil, el equipo que mantiene una supremacía aplastante en cuanto a Mundiales se refiere sobre los demás, tanto en participaciones, como goles (210), no podía quedar mal en 'su' Mundial y el tiempo apremiaba.

En Abril, por fin repuntaron para golear a Bolivia por 0-4, pero las dudas volvieron casi inmediatamente cuando cedieron un empate 2-2 ante Chile en su propia casa.

Llegó junio, y con él, la antesala al ensayo mundialista, la Copa Confederaciones. Fue entonces cuando Brasil sacó la casta. Tras un empate 2-2 con Inglaterra, la Canarinha no ha vuelto a poner el freno. El último amistoso antes de su torneo se saldó con una goleada por 3-0 a Francia.

En la Confederaciones arrasaron con quien se les puso en frente. Vencieron a Japón, México e Italia para avanzar a semifinales, donde tuvieron que luchar para deshacerse de Uruguay por 2-1 antes de aplastar a España por 3-0 en la final, resultado que dejó atónito a más de uno.

Desde entonces, Brasil ha disputado 8 encuentros de preparación de cara al Mundial y tan sólo ha sufrido una derrota, ante Suiza, con un autogol de Dani Alves. Tras el descalabro, sólo Chile y Portugal pudieron marcar ante Brasil, perdiendo, respectivamente, un 2-1 y un 3-1. De las 7 victorias, tres han sido por goleada. A Australia le endosaron 6 mientras ante Honduras y Sudáfrica, en su última exhibición, ganaron por 5-0.

Y aunque Scolari no parece tener del todo definido al equipo que utilizará en el Mundial, hay constantes inamovibles en sus convocatorias. En el ataque, parece ser claro que el '9' será quien se ha alzado como estrella referencia de este equipo: Neymar.

El atacante de Barcelona, que apenas ha disputado 47 partidos con su selección, en tan sólo cinco años, llegó a 30 tantos con la camiseta de Brasil luego de los tres goles que anotó el miércoles en Sudáfrica. Y si bien el jugador no parece tenerlas todas consigo en Barcelona, brilla como nadie con el equipo de Scolari, donde juega con total libertad en la delantera.

Neymar bien podría ser la clave del éxito de Brasil. De los 8 partidos amistosos disputados tras la Confederaciones, el atacante ha participado en todos como titular, anotando seis goles y dando cinco asistencias.

Desde que Scolari tomó al equipo, Neymar no ha faltado a una sola convocatoria y fue también uno de los hombres fuertes de la Confederaciones, con cuatro tantos y cuatro asistencias. Con Neymar abordo, y el jugador número 12 de su lado, que en Brasil importa y mucho, será difícil detener al equipo de Scolari en el camino a su sexta Copa del Mundo.

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MADRID -- La temporada pasada marcó un retroceso brutal del futbol inglés en la Champions League, en el que por primera vez en 17 años, ninguno de los equipos ingleses participantes avanzó a cuartos de final.

Al ver lo acontecido en las últimas dos semanas, se enfilan por el mismo camino, pues ni uno de los cuatro, Manchester City, Manchester United, Arsenal y Chelsea, logró sacar una victoria en la ida de los octavos de final de la máxima competición europea.

Manchester United fue el único visitante, de ocho, que volvió a casa con una derrota, al caer por 2-0 ante Olympiacos, mientras su vecino, Manchester City, y el Arsenal, fueron vencidos en casa, respectivamente, por Barcelona y Bayern München con el mismo marcador. Tal es su suerte, que el único que conserva un atisbo de esperanza es el Chelsea, que apenas logró sacar un empate 1-1 ante Galatasaray en Estambul.

Justo el año pasado, la Premier League, que se jacta de ser la mejor del mundo, sufrió un golpe al orgullo difícil de olvidar. Por primera vez desde 1996 los representantes ingleses que seguían vivos se quedaban a las puertas de los cuartos de final; Manchester City y Chelsea, entonces defensor del título, se quedaron atrás mucho antes, en la fase de grupos. Manchester United y Arsenal quedaron fuera en octavos de final eliminados, respectivamente, por Real Madrid y Bayern München.

La última vez que se había visto una participación tan pobre de los cuadros ingleses fue en la temporada 1995-96, apenas tres campañas después de la 'fundación' de la Premier. En ese entonces, en una Champions con tan sólo cuatro grupos y sin fase de octavos de final, el único representante inglés, Blackburn Roves, quedaría eliminado en la fase de grupos al ocupar la última posición del Grupo D. Al curso siguiente, el Manchester United de Ferguson que dominaría el futbol inglés durante gran parte de los noventa y hasta bien entrado el nuevo milenio no pudo ser detenido hasta semifinales, donde cayeron ante el Borussia Dortmund. Desde entonces, la constancia de los ingleses había mantenido al menos un representante de cuartos hacia adelante hasta la temporada 2011-2012 en que el Chelsea de Di Matteo levantara la Copa tras vencer al Bayern München.

"Mejor un 1-1 que un 0-0, no es un mal resultado, pero será difícil. Ahora bien, no estamos obligados a ganar la Champions o la Liga", se consoló el técnico del equipo, José Mourinho, tras el encuentro del pasado miércoles. Nada más lejos de la realidad, pues en Inglaterra, la prensa pide sangre por lo que pinta como otra debacle. Y eso que el Chelsea es el mejor parado de los cuatro en todos los sentidos.

Desde el retiro de Sir Alex Ferguson, Manchester United ha entrado en un letargo que parece desembocar en un fracaso colosal. Los 'Red Devils' llevan meses en crisis, con un técnico, David Moyes, cuestionado desde el minuto uno y al que, al parecer, se le busca ya sustituto.

Fuera de puestos europeos desde el pasado mes de diciembre, el Manchester United marcha sexto en la Premier, con apenas 13 victorias, 6 empates y 8 descalabros. Eliminados ya en la Copa de League y la Copa FA, están a nada de quedar fuera de la contienda por el único título por el que podría pelear el equipo que dominó la escena británica a principios de siglo. El descalabro -humillante, según se mire- por 2-0 ante el Olympiacos parece ser la gota que derramó el vaso para que afición y prensa local pidan su cabeza a gritos.

"No hay defensa para David Moyes tras la derrota lamentable", rezaba The Independent el pasado miércoles. "¿Es el principio del fin para Moyes?" se preguntaba, con un dejo de anhelo, el Daily Mail.

Pero si a Moyes le llueve en casa de manera constante desde septiembre, cuando su equipo llegó a caer a la 12ª posición de la tabla, ninguno de los otros tres técnicos está para lanzar cohetes.

Al Arsenal, si bien en segundo lugar de la Premier, a un punto del Chelsea y aún vivo en el torneo de la FA Cup, le ha caído una crítica tras otra después del descalabro ante el Bayern München.

Tras la derrota, la prensa londinense atizó a los 'Gunners' con rabia, particularmente al alemán Mesut Özil, al que los tabloides llamaron "un fracaso de 45 millones de euros".

Para angustia de Arsene Wenger, los ataques caen incluso desde el banquillo vecino, pues no hace ni dos semanas que Mourinho lo llamó "especialista en fracasos", pues pese a los 11 títulos cosechados al frente del Arsenal, no ha ganado nada en los últimos 8 años.

Una semana antes, Mourinho, fiel a su estilo de no dejarse de nada ni de nadie, se había enzarzado en un cruce de declaraciones con otro viejo conocido, Manuel Pellegrini, técnico del Manchester City.

"Es ingeniero y no le hace falta una calculadora para darse cuenta de las cosas", dijo el portugués después de que el chileno criticara la forma de gastar dinero del Chelsea mientras obviaba la inversión en su propia casa.

Probablemente, se trató de la continuación de una vieja rencilla del otro lado del Canal de la Mancha. Pocos días después, el conjunto de Pellegrini caía ante Barcelona.

El chileno no pudo más y criticó duramente al árbitro del encuentro, quien había expulsado a Demichelis y concedido un penal al Barcelona. "No tuvo ningún control sobre el partido. Fue una mala decisión poner un árbitro sueco en un partido tan importante", dijo Pellegrini, quien fue obligado a disculparse luego de una amenaza de multa por parte de la UEFA, aunque, veladamente, mantuvo su postura.

"Desde el principio sentí que (el árbitro) tenía un criterio diferente para ambos equipos, pero todos podemos tener un mal día. Nunca he dicho que lo hiciera intencionalmente ni que fuera deshonesto", dijo. Lo que no le va a quitar nadie, sin embargo, es la desventaja de dos goles para la vuelta en el Camp Nou y los dos partidos de expulsión -y otro condicionado- por sus duras palabras.

El único lugar donde por el momento se le tiene paciencia al chileno es en Manchester, pues aunque marchan terceros en la Premier, sus hombres están a sólo tres puntos del líder Chelsea y se mantienen vivos en la competición copera.

Mientras tanto el líder Chelsea, donde las cosas marchan más o menos como deberían -salvo el incómodo empate en Estambul- Mourinho se complica la vida por voluntad propia. Hace unos días, el portugués se vio envuelto en una polémica (otra más) luego de criticar duramente a sus delanteros, en especial a Samuel Eto'o, de quien puso en duda hasta su fecha de nacimiento. "Yo no tengo delanteros y Falcao no tiene equipo", dijo, insultando de paso al AS Mónaco.

Mourinho se defendió argumentando que sus comentarios fueron realizados "off the record". Dejando de lado la conjetura de si alguien con su experiencia debería o no estar familiarizado con "el botoncito rojo que indica encendido en una cámara" y si lo hizo o no a propósito, el daño está hecho.

Nos han taladrado la cabeza con eso de que la Premier League es la mejor liga del mundo. Es la mejor marca del mundo, pero ha quedado atrás y el United incluso más que el resto. Necesita seis o siete jugadores para reconstruir el equipo.

-- Roy Keane, ex jugador del Man. United
Resultado: Torres, furioso. Eto'o, mucho más. Torres salió al campo dispuesto a contradecirlo -aunque sus más que discretos números en la presente campaña parecieran darle la razón al técnico- pero el gol que marcara en Estambul quedó opacado por el empate.

Pero mientras Mourinho sueña con el equipo que va a armar tras el Mundial (quiere a Falcao, a Khedira, por ahí dicen que hasta a Xabi Alonso), su vestidor, el actual, se convierte en una bomba de tiempo, sin contar que ya se deshizo de su principal detractor, Juan Mata.

¿Y Moyes? No tiene tiempo para meterse en problemas fuera de Old Trafford. Con la bronca que tiene en casa es suficiente.

Mientras en Inglaterra se matan entre ellos, en el Continente la vida continúa. Para muestra, la ya legendaria lengua afilada de Roy Keane, emblemático Red Devil, técnico en receso y actual comentarista en la TV inglesa: "Nos han taladrado la cabeza con eso de que la Premier League es la mejor liga del mundo. Es la mejor marca del mundo, pero ha quedado atrás y el United incluso más que el resto. Necesita seis o siete jugadores para reconstruir el equipo", dijo el irlandés tras el descalabro de los rojos en Grecia.

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MADRID -- Otra vez Mestalla. Hace tres años Valencia acogió el último clásico español en la Final de la Copa del Rey. El gol de cabeza de Cristiano Ronaldo en la prórroga dio al Real Madrid su título número 18 en la competencia. Fue el 20 de abril de 2011; entonces hacía más de dos décadas que el título de Copa no se decidía con un clásico. Y, por supuesto, no faltó la polémica, como es costumbre en un Barça  Madrid, sobre todo si hay título de por medio.

Esta será la séptima vez que el título de Copa se decida con un clásico en los 112 años de historia del torneo, el más viejo de España a nivel nacional. Con tres victorias por bando en las seis Finales anteriores disputadas entre ellos, los dos gigantes de la Península Ibérica están a dos meses de una especie de 'desempate', si bien Barcelona manda en el torneo, con 26 títulos por 18 del Real Madrid.

Dos meses de larga espera para la batalla final por el título "menos importante" como lo llamara el técnico del Real Madrid Carlo Ancelotti hace unos días, aunque título al fin y al cabo. Y con cerca de 500 millones de presupuesto (de ambos equipos), perder en la batalla Final bien podría equivaler a un fracaso sin importar qué tan duro se peleó hasta el último aliento. Sin embargo, parece quedar lejos la histeria colectiva que acompañaba a la víspera de un clásico en años recientes. Los 'debutantes' en España Carlo Ancelotti y Gerardo Martino se han encargado de devolver la seriedad y sentido común a la situación. Sin ataques viscerales y sin artimañas.

Vamos a jugar todas las competiciones. Esta (la Final de Copa) es la menos importante de nuestro camino. Tenemos la Liga, la Champions... Llegar a la Final es siempre una cosa buena para el equipo.

-- Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid

Si bien no ha faltado polémica en las seis Finales que han disputado entre ellos, particularmente en 1968 cuando un error arbitral dio el título al conjunto culé desatando el caos en las gradas del Santiago Bernabéu, han sido las más recientes, en 1990 y 2011, disputadas también en Mestalla, las que vieron recrudecer la animadversión entre los dos rivales.

Hace 24 años, Real Madrid se quedó con 10 en la segunda parte tras la expulsión de Fernando Hierro. Al final del encuentro que Barcelona ganó con un contundente 2-0, reinó el caos, agresión incluida al arquero Andoni Zubizarreta. El Madrid, con amargura, veía cómo se le escapaba el título de las manos y culpaba al árbitro.

En 2011, la agresión entre las dos entidades estaba por llegar al límite -antes de rozar en el absurdo en 2012. La fiel imagen de la enemistad era representada por los dimes y diretes entre los entonces técnicos José Mourinho, por los blancos, y Josep Guardiola, por los azulgrana. Uno trasgresor, polémico, provocador. El otro, instalado en el papel de la superioridad moral. Una época dedicada a la exaltación de los "valores" del club catalán ante la arrogancia de los capitalinos.

Fueron los años en de la caricaturización de buenos y malos. El resultadismo ante la elegancia; el juego de toque y la adopción del 'falso nueve' como nueva genialidad futbolística. La cartera y la cantera. Y las quejas varias de uno y otro lado sobre las ayudas arbitrales al rival. Hace tres años Real Madrid salió airoso con una victoria por 1-0, pero dejó un campo minado. Guardiola perdía como técnico ante el odiado rival por primera vez y en Madrid, el consuelo de haber ganado un título al equipo que entonces ejercía una aplastante supremacía sobre los demás, pues para ese entonces, la liga estaba más que decidida en favor del Barcelona. Después, la historia conocida por todos: el dedo en el ojo de Tito Vilanova; la demonización de Casillas por querer enmendar su relación con los compañeros de selección. El delirio de persecución del entrenador portugués.

La lucha por la supremacía en el futbol español es hoy ligeramente más civilizada; pues ni uno llega con la arrogancia de antaño ni el otro con la asumida superioridad moral. Los técnicos de hoy, gusten más o menos en comparación a sus antecesores, han dado una nueva cara a sus respectivos equipos. Se deshicieron, que ya es ganancia, del ruido innecesario en torno al clásico y han devuelto el futbol a donde tiene que disputarse, a la cancha.

Y en la cancha prevalece la rivalidad absoluta por la hegemonía en España. Y como ya es costumbre, vendrá personificada por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Hace un lustro que ambos jugadores viven enfrascados en su particular rivalidad por ser "el mejor del planeta". Ambos jugadores se han dedicado a romper cuanto récord se les ha puesto en frente.

En esa lucha constante, Messi lleva la delantera en este torneo en particular. El argentino es el máximo anotador histórico en el torneo de Copa, con 29 goles y 12 asistencias. Detrás del argentino, Cristiano Ronaldo, con 20 tantos y 5 asistencias. Entre los dos fenómenos y el resto, un mundo. Les sigue Raúl, hoy en Medio Oriente, con 17 goles en el torneo.

De récord será también la actuación en las porterías. José Manuel Pinto, titular en Copa con el Barcelona, es el jugador con más encuentros disputados en la historia del torneo. La Final será su participación número 47 en la Copa del Rey. En la puerta contraria, Iker Casillas buscará ampliar su ya aplastante récord de imbatibilidad. El Real Madrid se convirtió, tras vencer al Atlético de Madrid en la Semifinal por un marcador global de 5-0, en el primer equipo en la historia en llegar a la Final sin haber recibido un solo gol. En la portería, Casillas sumó 720 minutos sin encajar un gol en el torneo. De mantener el cero, se convertirá en el único arquero en la historia de la competición que termina imbatido.

Después, el morbo. Gareth Bale y Neymar. Los fichajes-dolores de cabeza de ambos clubes ante la obligación de demostrar que valió la pena su llegada (como fuera) a España. Y el paralelismo con la carrera por la Liga. Para cuando lleguen a la Final copera a mediados de abril, ya no habrá tres cabezas en la tabla y alguno de los dos llegará con nada que perder y todo que ganar. Habrá pasado menos de un mes entre el 'clásico' que muy probablemente será decisivo para el título de Liga si es que el Atlético no tiene nada más que objetar.

Polémica habrá, como siempre, y secuelas del reciente enfrentamiento liguero, también. Condenados a arrebatarse títulos el uno al otro constantemente, lo normal es que alguien se pase de entusiasmo en alguna falta. O que responda a una agresión de manera desproporcionada. Un derrotado que clamará venganza, más si hay error arbitral de por medio. Ancelotti o Martino ante su primer gran fracaso. Al menos la guerra de declaraciones histéricas parece haber quedado en el pasado. Ya es ganancia.

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MADRID -- "Spain is different". Todo extranjero que juega de local en España ha pronunciado esa frase con cierta resignación al menos una vez. Nos pasa cada que nos enfrentamos a una situación, digamos, 'peculiar'. De esas cosas que sólo pasan aquí y que serían inexplicables en cualquier otro contexto. Pasa como anécdota graciosa y, la mayoría de las veces, entrañable. Incluso hasta cuando resulta casi imposible concebir la vida en otro lugar. El problema es que, como cualquier lugar, España tiene su lado oscuro.

Cuando terminó el partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid del miércoles pasado, todo transcurría con normalidad. Los suplentes que no jugaron, como de costumbre, se quedaron a calentar unos minutos en la cancha cuando el estadio empezaba a vaciarse. Entre ellos Marcelo. En la esquina norte del Santiago Bernabéu, los aficionados del Atlético de Madrid esperaban a que la policía les permitiera abandonar el estadio.

Graham Hunter, periodista de la cadena inglesa Sky Sports, se había rezagado. Y entonces presenció una escena habitual en los estadios españoles. La afición colchonera comenzó a increpar a Marcelo. Según relató Hunter en su cuenta de Twitter, simulaban el sonido de un simio. Según un fotógrafo de Marca, que corroboró la información horas después, le gritaban "mono". Marcelo, acostumbrado, no hizo nada. Apareció su hijo y los colchoneros presentes, se dirigieron entonces al pequeño. "Esperamos tu padre muera", le gritaban, según Hunter; de acuerdo a otros testigos, le espetaban que "Marcelo no es tu padre". A saber. Matices. Prevalece el hecho: a Marcelo lo compararon con un mono y al niño le dieron una muestra bastante representativa y cruel de la habitual xenofobia en las gradas españolas.

El periodista, acostumbrado a la Premier que se ha civilizado bastante en las últimas décadas, estaba horrorizado y se apuró a denunciar. Al tener repercusión en el extranjero, el tema quedó en el aire en España, no porque el que ejerce de local pensara dos veces en ello. "En España se va al futbol a sufrir, no a disfrutar", me comentó un amigo canario casi como si estuviera diciendo una obviedad. "En todos los estadios se concentran más en pitar, que en animar. A lo mejor ni son racistas, sino que lo dicen para 'joder' al rival". Y con esa explicación puso fin a la discusión. En los foros españoles en la red, la amplia mayoría expresó la misma idea: el 'forofo' insulta al equipo rival; el racista, a cualquiera.

Marcelo, más que acostumbrado a ser uno de los blancos de las aficiones rivales, probablemente no habría dicho nada tras lo ocurrido; pero al salir a la luz, la afición merengue -esa que se ensaña, como en el resto del país, al gritarle a Diego Costa "no eres español"- se volcó en mensajes de apoyo al brasileño.

"Quiero agradeceros a todos los mensajes de apoyo que he recibido. Aunque no es la primera vez que esto sucede, os aseguro que los insultos racistas jamás afectarán mi tranquilidad personal y mucho menos la de mi familia", expresó Marcelo en su cuenta de Twitter al día siguiente, restándole importancia al incidente.

Le ha pasado tantas veces, que ya está curtido. Como lo está Diego Costa, que hace caso omiso a los gritos que le niegan el derecho a llamarse español (pero quiero ver cómo festejan sus goles si llega a jugar el Mundial). Ellos saben dónde están y de qué va este negocio. La afición española, como cualquier otra, se agarra de cualquier cosa que pueda utilizar para desestabilizar al rival. Se meten con todos. A los mulatos y negros de raza, "monos" (aparentemente la creatividad de la grada no da para más que la comparación al pariente primate de nuestra rama evolutiva); a los latinos, por "indios", aunque cada vez menos. A los portugueses, por ser el vecino pobre y menospreciado (salvo Cristiano, a ese le llaman "Barbie"). A los rumanos, ¡ay, los rumanos!... La lista es amplia y para cada caso, un insulto xenofóbico específico -y eso (o precisamente por eso) es que estamos lejos de tener a un Robbie Rogers por aquí. Con este panorama, ¿quién va a ser el valiente que se atreva?

Un caso familiar: Hugo Sánchez, conocido como "indio patarrajada" en el Camp Nou (y el resto de España, pero más en Barcelona). Claro, era el siglo pasado y los jugadores sabían que "ajo y agua", concepto que tan grabado le quedó al 'Penta'. Entonces no había una iniciativa de FIFA o de la UEFA por erradicar el racismo. El tema es que estamos en pleno siglo XXI y los jugadores siguen haciendo caso omiso de los insultos en lugar de levantar la voz; como si no fuera 'personal' el abuso pues, como está establecido entre las masas, "no es racismo, es odio de aficionado".

En este sentido, Inglaterra lleva la delantera desde la 'refundación'. Empezaron por poner fin a la violencia de los hooligans (que era un grave problema) y han logrado que los cantos racistas sean duramente penados y hasta muy mal vistos. En Italia, problemas de corrupción aparte, empiezan a tomar este tipo de iniciativas ante los 'tifossi', que no son precisamente unos angelitos.

Pero mucho ha contribuido que el jugador decida defenderse. Como Mario Balotelli. Más allá de sus extravagancias, al italiano hay que reconocerle la valentía. Ha luchado hasta el cansancio por que se le respete la condición de ser humano. Se queja airadamente, denuncia. Patalea. Amenaza con salir del campo o colgar las botas. Con esas actitudes logra que la opinión pública tome una postura y, por tanto, evita que la Federación Italiana se haga de la vista gorda cada que alguien le grita "negro de mierda". Cosa que le pasa a menudo, incluso dentro de la cancha.

"Siempre dije que si (el racismo) ocurría en el estadio me comportaría como si nadie dijera nada y no me importara. Pero esta vez creo que he cambiado de opinión. Si pasara otra vez, entonces me voy a ir de la cancha porque es muy estúpido", dijo 'Super Mario' en enero pasado después de un partido contra la Roma. Tras múltiples incidentes con el mismo jugador, la Federación Italiana reaccionó imponiendo una multa al club. Ya lo hizo Kevin Prince-Boateng. Abandonó la cancha en un amistoso contra el Pro Patria al no soportar más los gritos racistas. Resultado: seis aficionados del equipo rival fueron sentenciados a prisión.

Siempre dije que si (el racismo) ocurría en el estadio me comportaría como si nadie dijera nada y no me importara. Pero esta vez creo que he cambiado de opinión. Si pasara otra vez, entonces me voy a ir de la cancha porque es muy estúpido.

-- Mario Balotelli, delantero italiano del Milan

Fueron esas voces, entre otras, las que obligaron a la FIFA y la UEFA a replantearse las sanciones contra el abuso racista. Y en partidos europeos se han llegado a clausurar estadios, como pasó con el CSKA de Moscú cuando recibió al Manchester City y Yayá Touré fue víctima de los abusos de la grada. El jugador, enojado, amenazó con boicotear el Mundial de 2018.

Hasta Joseph Blatter, en aras de hacer lo políticamente correcto y seguir los lineamientos de la campaña de la FIFA, se ha tenido que pronunciar. "¿Qué son 65 mil dólares por un incidente así? No estoy feliz y llamaré a la Federación Italiana", dijo Blatter tras conocer el monto de la multa a la Roma (que lleva ya cuatro sanciones de la UEFA por la misma razón), pues le parecía poco. Pero eso en Italia donde la presión comienza a mover los engranes. En España nadie habla y nadie se mueve. La extrema simplificación de atribuir un grito racista a la provocación y no a la xenofobia en sí, hace que este tipo de situaciones prevalezcan como parte del 'folklore' de los campos de futbol y nada más. Como algo 'benigno'.

Por eso los jugadores generalmente se ahorran el drama y pasan página hasta que la situación se vuelve insostenible. Sucedió hace poco con el defensa del Betis Paulao. El brasileño simplemente no pudo más cuando fue su propia afición la que empezó a cantarle como mono. El jugador había sido expulsado por doble amarilla del clásico contra Sevilla, que a la postre se saldó con un 0-4 a favor del rival y con el Betis hundido al fondo de la tabla. Abandonaba el campo cuando empezaron los insultos. Paulao, frustrado, rompió en llanto en las escaleras hacia el vestidor. Probablemente no quería que lo vieran llorar, pero un fotógrafo captó el momento y la imagen no tardó en circular por toda España.

"Es bueno que este asunto tenga mucha repercusión para que se tomen medidas. El color de la piel no cambia nada. Espero que los responsables hagan lo debido. No pretendo tener una actitud más seria porque apenas soy un extranjero más en España. Creo que no sería de mucha ayuda. Las imágenes están disponibles para que todos las vean", dijo Paulao cuando el incidente se volvió de dominio público.

Y otra vez, Blatter, obligado a hacer lo políticamente correcto, se tuvo que pronunciar. "Me siento muy desanimado tras enterarme de los insultos racistas de los aficionados hacia un jugador del Real Betis. Condeno su actitud, que fue vista en televisión e Internet por millones de personas", dijo. Esta vez no amenazó con llamar a la Federación ni pidió una sanción de manera categórica. ¿Para qué? En España esas cosas no se castigan.

Por supuesto, no hubo sanción para el Betis. Como no lo habrá para el Atlético. El presidente de la LFP, Javier Tebas, apenas ha puesto en marcha su plan para limpiar el futbol. Lucha contra la corrupción y la piratería mientras intenta regular la situación financiera de los clubes. No ha llegado a ese punto en su lista de deberes. Claramente, no es considerado un problema grave.

España no es Inglaterra. La UEFA no puede meter las manos más allá de lo que concierne a sus propias competiciones. Estos jugadores no son Super Mario y saben lo único que les va a acarrear la denuncia es que a la siguiente les tripliquen la dosis. España simplemente no funciona como el resto de Europa, no todavía. España es diferente.

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MADRID -- "El partido más importante que íbamos a jugar lo cambiamos por la dignidad", dijo Paco Fernández, director técnico del Racing de Santander.

Días antes, Mario Fernández, el arquero y capitán del equipo cántabro que esta temporada milita en Segunda B, había anunciado que no disputarían la vuelta de los Cuartos de Final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad si no dimitía el presidente del club, Ángel Lavín, alias 'Harry'.

"Este señor tiene el club secuestrado. No mira por el club y sí mira por sus intereses. Es una pena. Tenemos que conseguirlo entre todos", comentó a los medios locales el delantero Mariano. Los jugadores del Racing de Santander llevaban meses sin cobrar su sueldo. Con la remota posibilidad de avanzar a semifinales tras caer por 3-1 en la ida, tomaron la drástica decisión de sacrificar el partido para ejercer presión. Y que España, que no había querido darse por enterada de los problemas en El Sardinero, ya no pudiera escapar de la realidad.

Solo así consiguieron el apoyo externo; la afición, harta de padecer a la siniestra directiva, acudió a El Sardinero a arropar a los jugadores. Incluso Luis Rubiales, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles acudió a Santander para anunciar que la organización estaba "a muerte" con el grupo de jugadores.

Este señor tiene el club secuestrado. No mira por el club y sí mira por sus intereses. Es una pena. Tenemos que conseguirlo entre todos.

-- Mariano, delantero del Racing, sobre el presidente del club Ángel Lavín
Futbolistas españoles de todo el país, y algunos en el extranjero, se apuraron a respaldar la postura reivindicativa de sus colegas. Los jugadores de la Real Sociedad, respetuosos con la postura del rival -y a sabiendas de que avanzarían a semifinales sin jugar- se dedicaron a pelotear entre ellos hasta que el árbitro, pasado un minuto, dio por anulado el encuentro.

La protesta de los futbolistas resultó todo un éxito -menos de 24 horas después, la Junta Administrativa del club cesó por fin a Lavín y el resto de su Consejo Administrativo, instaurando una nueva directiva conformada, en su mayoría, por exjugadores del club, con Juan Antonio 'Tuto' Sañudo a la cabeza.

Pero los graves problemas en Santander, ni se limitan las deudas con los jugadores -misma que ascendía a 300 mil euros en diciembre pasado-, ni están remotamente cerca de quedar solucionados. Afición, las fervientes peñas racingistas, y jugadores llevan años reclamando atención para que se solucione su situación. Racing está metido en una crisis institucional que se agravó con el descenso a Segunda B el verano pasado, el segundo consecutivo tras bajar a Segunda al concluir la temporada 2011-2012.

Hoy, en ese pozo oscuro llamado Segunda B de donde salir cuesta una vida, el club está fuera de la jurisdicción de la LFP presidida por Javier Tebas, quien tanto empeño ha puesto en "limpiar " el futbol español, asegurándose de que los clubes, muchos de ellos intervenidos por Hacienda debido a sus cuantiosas deudas, regulen sus respectivas situaciones financieras y lanzándose a una cruzada para acabar con la piratería de las señales televisivas en internet.

Las violentas protestas de la afición en el estadio llegaron a su punto más álgido apenas hace un mes, en otro encuentro de Copa, ante Almería, cuando un grupo invadió el palco presidencial que entonces ocupaba Ángel Lavín, quien apenas duró año y medio en el cargo, tras la desastrosa gestión del político cántabro del Partido Popular Francisco Pernía, aunque éste continuaba dirigiendo desde la sombra a través de su amigo de la infancia.

Todo empezó hace tres años cuando el empresario Ali Syed se hizo con el 99.8% de las acciones del club, para desaparecer poco después sin dejar rastro cuando salió a la luz que era buscado por Interpol. Quien se suponía que llegaba al club como "salvador", dejó a la institución en una situación tan precaria que tuvo que declararse en quiebra, por lo que una Junta Administrativa tomó el control.

Como siempre en estos casos, empezó la lucha de poder. Pernía se hizo con el cargo presidencial, pero tuvo que dimitir poco después por la presión de socios minoritarios. En tres años, el club ha visto pasar una veintena de Consejeros y tres dirigentes. En mayo pasado, consumado el descenso matemático, Syed, a la distancia, 'renunció' al 99% de sus acciones, aunque judicialmente, seguirían bajo control de la empresa WGA, a través de la cual se había hecho con las acciones propiedad de Jacobo Montalvo, quien, a su vez, al año siguiente emitió una demanda para recuperar sus acciones. Apenas en noviembre pasado el juez le dio la razón, pero eso no significa que el club tenga hoy un propietario legítimo y visible, pues el club apeló la sentencia. Mientras tanto, aficionados, socios y jugadores, desesperados, no saben a quién recurrir.

La medida tomada por los jugadores el jueves deja al Racing sin la posibilidad de jugar la Copa el próximo año y con una multa de entre 3 mil y 12 mil euros. Pero, al menos, sirvió para dar esperanzas de una eventual solución. Lograron echar a Lavín, que se aferró al cargo con uñas y dientes hasta que no pudo más. La empresa WGA había empezado a allanarles el camino al anunciar, hace unos días, que Ali Syed habría sido destituido como administrador.

La situación del Racing, lejos aún de solucionarse, es un reflejo vivo del país; también del futbol español. Hoy es un equipo modesto, en algún momento un grande de España, el que se encuentra al borde del precipicio.

Pero el del club cántabro no es el único caso que hoy ensombrece al futbol ibérico. Hace apenas un mes, el presidente del Sevilla, José María Del Nido, fue sentenciado a 7 años y medio en prisión por prevaricación malversación de fondos públicos. Y aunque el delito consistió en facturar cerca de siete millones de euros al Ayuntamiento de Marbella, en la provincia de Málaga, salpica directamente al club.

Tras la sentencia, Del Nido se vio obligado a presentar su dimisión. A principios de mes lanzó una iniciativa par recaudar firmas pidiendo su indulto en los aledaños del estadio y, por extraño que parezca, fue el presidente de la LFP, Javier Tebas, uno de los apoyos más vocales en dicha petición.

Aunque gritó a los siete vientos que lo hacía a título personal, es imposible desligarlo del cargo. En consecuencia, la mayoría de presidentes de clubes de Primera y Segunda firmaron la petición de manera entusiasta.

Luego está el Valencia. La Fundación tuvo que recurrir, esta semana, a vender sus acciones para cubrir su deuda con Bankia.

El caso del Deportivo La Coruña, cuya crisis llegó a tal punto el año pasado, que estuvo a un paso de ser disuelto al no poder cubrir sus deudas.

Otros, menos afortunados al haber caído en una división semiprofesional, no pueden decir lo mismo. La UD Salamanca, otro histórico, desapareció el año pasado al no poder hacer frente a sus deudas. Igual Xerez, aunque fue refundado. O las sospechas de 'amaño' de los implicados en descenso de todos los años; Hércules y Zaragoza, sobre todo, recurrentes en las suspicacias colectivas.

Y después extraña la investigación que actualmente lleva a cabo la Unión Europea por las 'irregularidades financieras' de siete clubes españoles, incluidos Barcelona y Real Madrid. Lo raro es que sean tan pocos los investigados.

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MADRID -- Costó, pero Carlo Ancelotti por fin encontró la solidez, y muy probablemente, el once ideal con el que hará frente el resto de la campaña. El once con el que Real Madrid comenzó el año con una fuerza descomunal, encaminándose a registrar números de terror en la segunda vuelta.

Beneficiados, todos, por el sistema 4-3-3 que últimamente parece imperar en el equipo -ya sea de inicio o mutando con los cambios- y sobre todo (o en consecuencia) por la presencia de Gareth Bale en el campo.

El primer favorecido, Karim Benzema, que se encamina a mejorar los registros de 2011-2012, su temporada más productiva con el Real Madrid hasta la fecha.

Bale, criticado últimamente por sus "pobres" actuaciones, ha contribuido mucho más de lo que parece tanto al crecimiento del francés en la presente campaña como a la productividad del equipo.

He visto un buen partido de Bale. Trabajó mucho en ataque y en defensa. No solo Bale, todos los jugadores lo han hecho bien. Fue un partido óptimo. Tiene costumbre de jugar por la derecha porque jugó muchos partidos y no tiene problemas.

-- Carlo Ancelotti sobre Gareth Bale luego del partido ante Espanyol
"He visto un buen partido de Bale. Trabajó mucho en ataque y en defensa. No solo Bale, todos los jugadores lo han hecho bien. Fue un partido óptimo. Tiene costumbre de jugar por la derecha porque jugó muchos partidos y no tiene problemas", dijo el técnico blanco tras el encuentro en que el pasado martes Real Madrid venció por 0-1 al Espanyol, partido en que el '11', por discreta que fuera su actuación, participó, circunstancialmente o no, en el gol de Benzema 'peinando' el centro de Di María. Protagonizó, además, la jugada más comentada del encuentro. Un cobro de tiro libre que no llegó a ser gol sólo gracias a la mano salvadora de Kiko Casilla.

El galés, que a mediados de diciembre sufrió una nueva lesión, había dado un par de actuaciones bastante irregulares al comenzar el año. La falta de ritmo producto de la ausencia le había impedido brillar. Una y otra vez había explicado el técnico merengue que la adaptación del jugador llevaría tiempo y que su primer año se vería empañado por la falta de pretemporada en agosto pasado. Aún así, a Bale se le critica en España cada que sale al campo y su presencia no se ve reflejada en el marcador, calificando sus actuaciones de "pobre".

"Pobre" es un término muy relativo, cuando no inexacto, considerando que el extremo acumula 8 tantos y 9 asistencias en los 21 partidos que ha disputado con el conjunto merengue desde su llegada con la temporada ya iniciada. Tiene, por ejemplo, siete partidos disputados menos que Karim Benzema y Ángel Di María, quienes acumulan, respectivamente, 14 y 10 goles con el equipo.

El Madrid intenta brillar en su reacomodo en un 4-3-3. De momento, al menos, logra funcionar. Con la llegada del galés y la redistribución de labores, Karim Benzema ha crecido muchísimo en su juego, pues lo ha liberado de responsabilidades al frente para moverse con mayor libertad en la cancha. Hoy se involucra, más que nunca, en las labores de recuperación y defensa. La presión que ejerce desde la punta ha sido en no pocas ocasiones clave para el éxito del Real Madrid.

Karim Benzema, que esta campaña ha anotado 14 goles y 8 asistencias en 28 encuentros, se perfila a batir su propio récord como jugador merengue, el de la temporada 2011-2012, cuando marcó 32 tantos y dio 19 asistencias en 57 encuentros disputados.

Más aún: de los 14 goles del francés en lo que va de la campaña, 11 han sido marcados con el galés en el campo, y por tanto, en una formación 4-3-3, sin importar en qué momento del partido se adoptó el sistema. De las 9 asistencias que ha registrado Gareth Bale en la campaña, 3 han sido para Benzema. Del resto, dos han sido para Cristiano Ronaldo y dos para Jesé. Lo que refleja el gran entendimiento entre los dos.

La gran diferencia en productividad del Madrid cuando tiene al tridente completo y trabajando a su máxima capacidad quedó en evidencia en noviembre, mes en el que mejores números registró en la primera mitad de la campaña. El 30 de octubre, Real Madrid con los tres hombres fuertes en el campo venció a Sevilla por 7-3. Fue la primera de cuatro goleadas en Liga por más de cuatro goles de diferencia en lo que va de la campaña. Fue también el día que Gareth Bale anotó su primer gol a balón parado y el día que Benzema se lució con dos anotaciones tras seis jornadas de Liga sin marcar. Hasta ese momento, Karim llevaba 5 goles en su cuenta. Dos meses y medio después, y contando una anotación por partido disputado en noviembre, ha triplicado la cuota.

"Karim jugó bien; los tres se han combinado muy bien. Bale marcó, ha hecho asistencias. Las combinaciones de los tres fueron muy buenas. Karim marcó dos goles y fue importante por el juego. En frente son muy peligrosos los tres", dijo Ancelotti tras el 7-3 al Sevilla. Faltaba, claro está, mantener solidez defensiva, cosa que con el tiempo, el Real Madrid ha podido labrar.

Un mes después, el 30 de Noviembre, Gareth Bale dio la mejor actuación hasta la fecha con la camiseta blanca: se llevó el balón a casa tras anotar su primer triplete con el Real Madrid, además de dar la asistencia a Karim Benzema en una victoria por 4-0 sobre el Valladolid. Después llegó el complicadísimo mes de diciembre. Las rotaciones, las bajas por lesión. El 'bajón' de Bale.

Bale no ha sido el único que ha sucumbido a las críticas esta temporada. Durante la sequía en seis encuentros de liga, Benzema fue puesto en tela de juicio más de una vez e, incluso, la grada del Santiago Bernabéu, que no se caracteriza precisamente por su paciencia, le recriminó un par de fallos de cara a gol con sendas pitadas. Dos meses y medio más tarde y después de haber llegado a la marca de 108 goles con la camiseta blanca, raro es quien le echa en cara su 'bajón' de juego a principios de la campaña.

DI MARÍA, OTRA PIEZA CLAVE
Con media temporada transcurrida, el trabajo de 'adaptación' del equipo de Ancelotti comienza a dar frutos, sacando un rendimiento más que aceptable de sus tres hombres de ataque. Y de Ángel Di María, que aporta lo suyo.

Con sutileza, Carlo Ancelotti se la ha pasado amoldando el plan a lo que mejor funciona, fichaje millonario de jovencitos españoles de por medio o no. Sin confrontaciones directas, ha evitado hasta la imposición institucional; sin mucho ruido, Ancelotti ha sabido hacer de los 'hombres fuertes' y de experiencia en el plantel los pilares del equipo por encima de las millonarias incorporaciones de las "estrellas del futuro" Isco e Illarramendi.

"El equilibrio" en el juego parece ser lo más importante para el entrenador; no es de extrañarse que lo busque de igual manera en el vestidor. Sin dramas, sin egos heridos, ha encontrado el balance en el rol que juega cada uno de sus hombres. Y eso que se ha brincado la jerarquía en más de una ocasión.

Superado el drama en la portería, lo ha hecho, de manera más sutil, con los cobros. Apenas llegó Bale, Ancelotti se apuró a anunciar a Cristiano Ronaldo como cobrador oficial. Sin embargo, Bale cuenta ya tres goles en tiro libre, pues a medida que fue pasando el tiempo y dejó que Cristiano Ronaldo por sí mismo abriera paso al compañero, decidió dividir la cancha: la mitad para uno, la mitad para el otro. Cada quien en su perfil fuerte y fin de la historia.

También había dicho que utilizaría el 4-3-3 en casos puntuales. Y puntualmente lo ha utilizados casi de cajón en las últimas semanas; sacrificando, muchas veces, a Isco, quien, por otro lado, tampoco es que no juegue; muchas veces lo ha señalado Ancelotti como el enganche ideal, aunque inevitablemente con la 'BBC' en el campo, el equipo termina mutando aunque no quiera. Y con ese dibujo, aunque no quiera, el malagueño sale sobrando, pues la solidez en la media viene de 'la otra línea de tres', tan importante y productiva como la de adelante. La de trabajo pesado: los imprescindibles Xabi Alonso y Luka Modric con Ángel Di María delante. El argentino, que en teoría juega un rol de 'suplente' en el equipo, lleva 8 goles y 10 asistencias en 28 partidos disputados, ya sea de inicio o entrando en la segunda parte. Los mismos encuentros que el titularísimo Karim Benzema. Uno menos que el inamovible Cristiano Ronaldo.

Va a ser que al final el suplente es Isco y no al revés.

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MADRID -- La primera vuelta del campeonato cerró con Barcelona y Atlético de Madrid en un mano a mano por el liderato. Cincuenta puntos cada uno y peleando por la primera plaza de la jornada 3. Tras 16 largas semanas, el enfrentamiento entre los 'punteros' puso fin a la primera mitad.

Era 'el partido del año' y el que definiría el rumbo que tomaría la liga a partir de ahora. Sin embargo, los equipos más poderosos de la Liga "se anularon mutuamente", como reconocería el técnico colchonero Diego Siemone, para mantener el suspenso con un empate 0-0, que solo sirvió para continuar emparejados con 16 victorias, dos empates y una derrota, y para que el tercero en discordia, Real Madrid, se metiera de lleno en la pelea recortando la distancia a tres puntos.

El resto, a pelear por plaza europea, si pueden. El que más se acerca a los 'tres monstruos' es el Athletic de Bilbao, que cerró con 36 unidades, seguido por Villarreal y la Real Sociedad, con 34 y 32 puntos, respectivamente.

El Atlético llega con una fuerza descomunal a la segunda vuelta, y al campeonato, como una bocanada de aire fresco, pues hace 10 años que Madrid y Barcelona se reparten el título. Desde que Valencia se coronara campeón en la campaña 2003-2004, no ha habido otro campeón que no salga entre los dos gigantes.

Como estrellas de la gran campaña del Atlético de Madrid se han erguido el técnico Diego Simeone y el delantero Diego Costa.

El 'Cholo', la figura más reverenciada en el Vicente Calderón, trajo consigo la paz y la comunión de la grada con el equipo. Los habituales enfrentamientos entre afición y directiva; los cánticos de protesta tan comunes en la ribera del Manzanares son, desde su llegada en 2011, cosa del pasado. El técnico argentino ha devuelto la sonrisa a la grada y el espíritu combativo en su equipo, que buena parte de lo que va del siglo XXI se la había pasado en la ambigüedad, deambulando entre la media tabla, y con un poco de suerte, los puestos de Europa League.

"Vamos partido a partido", repite sin cansancio, tanto que se ha convertido en el lema de su equipo. Y es que Simeone devolvió al Atlético, además, la identidad. "Somos el equipo del pueblo", reitera y no duda en destacar el gran esfuerzo de sus jugadores, que no se detienen ante nada, ni siquiera los 'gigantes', pese a la "pequeña diferencia de 400 millones de presupuesto", como recuerda 'El Cholo' constantemente.

En la cancha, ha sido Diego Costa el que ha hecho la diferencia para el Atlético de Madrid. Con 19 goles anotados en Liga -23, contando los 4 en la Champions League- el hispano-brasileño compite por el 'Pichichi' de la Liga con el delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo.

El gran año de Costa, que el verano pasado obtuvo la nacionalidad española, le valió que Brasil y España se disputaran el derecho a convocarlo para la cita más importante, el Mundial. Los primeros meses de la campaña transcurrieron para el '19' rojiblanco con ambas federaciones intentando convencerlo para optar por un equipo y llevó a Vicente del Bosque, técnico de la 'Roja' a citarse con él en varias ocasiones para asegurarle la convocatoria, aunque Del Bosque, diplomáticamente, repite hasta el cansancio que tiene tantas opciones como los demás.

Diego Costa ha brillado con luz propia y junto a Cristiano Ronaldo, se convirtió el jugador que marcó el paso en la presenta campaña, llenando el hueco que momentáneamente dejó Lionel Messi, quien se perdió los últimos dos meses de 2013 por una lesión.

Messi, marginado de las canchas debido a una lesión, luego de empezar la campaña entre algodones, no ha tenido su mejor arranque; incluso ha lucido, al menos en liga, mucho menos que Pedro y Alexis, con 11 tantos cada uno; tres más que los 8 anotados por el argentino. Aún así, y pese a la ausencia, Messi sigue siendo la piedra angular del equipo. Con mucho menos tiempo de vuelo que el resto, el '10' es el máximo goleador del equipo en la campaña con 18 tantos. Considerando de donde vienen, la cifra queda un poco deslucida, pero hay que tener en cuenta el atenuante. Y la 'transición' del fin de la 'era Guardiola', a la que Tito Vilanova dio continuidad, en Barcelona, que no ha sido nada fácil.

El súbito cambio de mando tras la recaída del técnico ha sido más dura para la afición y los medios locales que para el equipo. Y aunque el conjunto culé mantiene el paso firme en la defensa del título de Liga colocándose a la cabeza desde la primer jornada, en Barcelona se mira con escepticismo la labor de Gerardo Martino, quien desde que asumió el cargo ha tenido que soportar, una y otra vez, las duras críticas al 'cambio de estilo' en el juego del equipo, particularmente en cuanto a la 'posesión'. Barcelona perdió, en septiembre pasado, 'la posesión del balón' por primera vez en cinco años.

Fue en el partido ante el Rayo Vallecano, y aunque éste se saldó con una victoria por 0-4 para los del 'Tata', en la ciudad catalana causó estupor; como si el fin de una era se tratara. Pero Barcelona, de una manera u otra, lucha por mantener su hegemonía, y viendo lo que dejó la primera parte del torneo, el Atlético es el único equipo capaz de frenarlo.

Y es que el tercero en discordia, el Real Madrid, aunque los sigue de cerca, no ha podido con sus dos grandes rivales, que han salido ganadores en sus respectivos enfrentamientos ante el club merengue. Ni siquiera el millonario fichaje de Gareth Bale o el poderoso número '7' han sido suficientes para llevarlos a la cima. Y eso que Cristiano Ronaldo, por sí solo, difícilmente encuentra quien le haga sombra. 30 goles anotados en lo que va de la campaña, 20 de ellos en Liga para liderar la tabla de goleo individual; 69 goles en 2013 que le valieron el Balón de Oro, que bien pudo ganar desde octubre, cuando un desafortunado comentario de Joseph Blatter causó estupor en Madrid y provocó una campaña de acoso, intencional o no, para que fuera reconocido con el galardón.

Pero más allá del mediático tropiezo del presidente de la FIFA, no le faltan argumentos al portugués. Insaciable, incansable, Cristiano Ronaldo apenas toma un respiro y de no haber sido por una lesión que lo dejó al margen en el cierre decembrino, probablemente llevaría todos los minutos del campeonato disputados. Es el portugués, como lo ha sido en cinco años, el que resuelve para el Madrid y en no pocas ocasiones el que ha decidido las victorias blancas. Los de Ancelotti, como los del Tata, han sido duramente criticados en su ciudad cada vez que su juego deja dudas, por más que terminen goleando al rival.

En el mundo de los mortales, la sorpresa ha sido el recién ascendido Villarreal, que pelea, desde el principio, por una plaza en Europa con Uche y Giovani Dos Santos como las grandes figuras. Uche, con 11 tantos en liga, es el máximo goleador del 'Submarino Amarillo', seguido por el delantero mexicano, con 8 tantos anotados en 16 partidos de Liga y uno en la Copa del Rey.

Según una encuesta realizada por el diario madrileño Marca, Dos Santos ha sido el 'mejor fichaje de la temporada' tras su llegada del descendido Mallorca en el verano pasado. El mexicano recibió 36.7% de los votos; muy por encima del segundo lugar, el mediocampista del Athletic, Mikel Rico, con 22.7% de votos.

De Bale, el hombre más caro de la historia, ni sus luces. El galés, que tardó más de dos meses en llegar y otro tanto en recuperarse de una lesión, apenas ha brillado. Con tan sólo 12 partidos disputados en lo que va de la campaña, no ha podido dejar más huella que nueve goles y 8 asistencias y aunque en noviembre, el mejor mes para el Madrid, el 'tridente' deslumbró a España entera, un golpe en un entrenamiento significó un retroceso en su adaptación a la Liga. Tendremos que esperar a la segunda vuelta para ver su mejor versión. Y la de Lionel Messi, quien ya recuperado, presentará su mejor versión para llevarse de calle a los hoy 'reyes' de la Liga, Diego Costa y Cristiano Ronaldo.

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La evolución en el futbol europeo pasa por el cambio generacional en los banquillos. Empezó Pep Guardiola, hace ya cinco años, cuando se hizo cargo del Barcelona, y hoy Ole Gunnar Solskjaer tiene su primera oportunidad al frente de un equipo de la Premier League para revolucionar el juego.

El año empezó para el ex artillero del Manchester United con una nueva aventura por delante. El noruego, quien saltara a la fama por anotar el gol con que el Manchester United se coronó en la Champions League de 1999, es el último de los técnicos jóvenes en hacer su incursión en una de las ligas más competitivas del continente.

Solskaer, a un mes de cumplir los 41 años, tomó el mando del Cardiff City luego de tres exitosas temporadas al frente del Molde noruego. El fichaje del 'asesino con cara de bebé', integrante del exitoso equipo que conquistara seis Ligas con el Manchester United a finales de los 90, ha generado gran expectación en Inglaterra, pues hay quien lo ve como una de las grandes promesas. Sin embargo, hay quien le mira con escepticismo, pues carece de la experiencia para una Liga tan competitiva como la Premier.

Una decisión arriesgada, según Phil McNulty, columnista de la BBC, quien opina que el noruego "pone en riesgo su reputación" al llegar a un club pequeño que se juega la permanencia sin muchas más armas que el deseo de triunfar, luego de haber dado, por primera vez en su historia, dos Ligas al Molde en su debut como técnico.

Y no es para menos, pues Solskjaer está acostumbrado a ganarlo todo. Pero como buen 'soldado' de Alex Ferguson, el ex atacante, que desembarcara en el Manchester United en 1995 como máximo goleador de la Liga noruega, se ha preparado a conciencia para la misión. Tras su retiro en 2007, Solskjaer pasó a formar parte del cuerpo técnico de su mentor en Old Trafford, dedicando los tres años siguientes a aprender del más grande para después volver a su Noruega natal y hacerse cargo del club que le vio nacer.

Su designación como técnico del cuadro galés fue, de menos, controversial. Ha llegado a reemplazar al esocés Malky Mackay -apenas un año mayor que el noruego y quien en dos años se ganó el corazón de la afición del Cardiff al llevar al equipo a la Premier League por primera vez en su historia. Sin embargo, las dificultades que conlleva el status de 'Cenicienta' del torneo, dejaron al cuadro galés a las puertas del descenso, lo que orilló a la directiva a buscar en Solskjaer una alternativa.

El noruego, quien reconoció haber fichado por el Cardiff a expresa recomendación de su mentor, ha intentado por todos los medios dar garantías a la afición, pese a su falta de experiencia en la Premier. El técnico ha empezado por intentar reforzarse, primordialmente con viejos conocidos del Molde y el Manchester United, para cumplir con su objetivo de salvar la categoría. Pero ya no está en Old Trafford y tendrá que ganar adeptos desde cero.

La mayoría de sus ex compañeros han saltado en su defensa; primero el noruego Jan Aage Fjortoft, quien dijo que "no tendrá problemas en adaptar su juego a la Premier League" y después Gary Neville, con quien compartiera vestuario a las órdenes de Ferguson, que lo describió como un hombre "inteligente, trabajador y con un cerebro hecho para el estudio del futbol".

Por mucha suspicacia con que se mire su fichaje, hay algo en la férrea defensa de sus ex compañeros y su extenso bagaje que dan cierta esperanza hacia el futuro. Hay quien incluso se aventura a asegurar que, como ellos, Solskjaer ha encontrado ya un estilo definido de juego en su táctica. Según Fjortoft, "le gustan los jugadores jóvenes, los equipos rápidos y efectivos. No es de los que tienen la posesión como prioridad". Ataques letales. Como él.

Aunque es un niño, comparado con Jupp Heynckes; con un camino largo que recorrer antes de encontrar la estabilidad que incluso gente como Michael Laudrup y Jurgen Klopp han logrado en la última década, la incursión de Solskjaer en los banquillos parecen reflejarse en los inicios de Pep Guardiola y Diego Simeone, dos de los entrenadores más exitosos de Europa y quienes apenas pasan de los 40 años de edad.

Como Solskjaer, Guardiola empezó en casa. Tras su retiro, Guardiola se hizo cargo en 2007, a los 36 años, del filial del Barcelona. En un año, llevó al Barça B a ascender de Tercera a Segunda B, ganándose la confianza para dirigir al primer equipo. Fue un gran salto en la carrera del catalán, que con poca experiencia y sin haber cumplido los 40 se hacía con el control de uno de los equipos más grandes, y por tanto exigentes, del continente. Cuatro exitosos años después, Guardiola había sumado a su palmarés tres Campeonatos de Liga, dos Copas de Rey, dos Campeonatos en la Champions League, dos Supercopas de la UEFA y dos Títulos en el Mundial de clubes. Tras un año sabático, en seis meses ha cosechado ya dos títulos con el Bayern Munich en las últimas ediciones de la Supercopa de la UEFA y el Mundial de Clubes.

Pero más allá de los 14 títulos obtenidos como técnico del Barcelona, Guardiola definió un estilo de juego: empezó por utilizar, en varias ocasiones, una línea de tres en el fondo, algo impensable en el Viejo Continente, e impuso el uso del 'falso 9', tan en boga en estos días. Claro, Guardiola tenía un Lionel Messi alrededor de quien construyó al equipo, y aún con el cambio de mando, su legado parece vigente, pues Barcelona continúa siendo un equipo disciplinado y agresivo, particularmente en la presión.

En el mismo camino se encuentra el técnico del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, que a su manera también está imponiendo un estilo y filosofía de juego 'marca de la casa'. En apenas dos años, el argentino ha convertido al cuadro colchonero en uno de los más aguerridos y efectivos de Europa. Un equipo con un espíritu que parece calca del Simeone jugador, misma tónica que ha utilizado en cuanto equipo ha dirigido desde que cambiara las botas por el área técnica en 2006.

El tercer mejor entrenador de 2013 según la IFFHS, suma ya cinco títulos en su carrera como técnico, dos Ligas argentinas con Estudiantes y River Plate, además de una Copa del Rey, un título de Europa League y una Supercopa Europea al mando del Atlético de Madrid. Simeone, que no cuenta con el potencial humano en términos de calidad que en su momento tuvo Guardiola en sus manos, ha convertido un equipo mediocre y sin estrellas en el más peligroso de Europa. Potenciando las carreras de todos sus jugadores, desde Diego Costa, que hoy opta por la titularidad en el Mundial, hasta Thibaut Courtois, uno de los mejores porteros de Europa, pasando por David Villa y Raúl García, quienes se han revalorizado gracias a la tremenda campaña colchonera.

Son varios los contemporáneos de estas leyendas de finales del siglo XX los que han iniciado sus carreras en los banquillos y aunque con menos lustre, no carecen de interés. Entre ellos, Roberto Martínez, actual técnico del Everton, quien a los 40 años tiene ya varios logros en su haber, llevando al Wigan Athletic a ganar la FA Cup la campaña pasada y en 2007-2008 lograr el ascenso a la Championship con el Swansea que hoy dirige Michael Laudrup, quien, dicho sea de paso, se ha convertido de igual manera en uno de los técnicos sensación de Europa, aunque con mucha más experiencia que sus colegas más jóvenes. Martínez, que como jugador tuvo una carrera más bien discreta, intenta seguir los pasos de sus exitosos colegas al mando del Everton, que actualmente compite por una plaza europea en la Premier League.

Con sendos portentos al mando de los equipos europeos, hay esperanza en una evolución definitiva en el juego. Y los que vienen, pues más de uno se prepara a conciencia para, algún día, tomar el mando de un grande. Zinedine Zidane, por ejemplo, que con su acostumbrado sigilo aprende de Carlo Ancelotti en el Real Madrid. O Gennaro Gattuso, mucho más joven, pero con la misma intención. El italiano ha tenido ya sus primeros intentos como director técnico al frente del Sion y el Palermo, y aunque no le fue nada bien -ni siquiera pasó la barrera de los seis meses- difícilmente se dará por vencido. Si logra salir limpio de la investigación por amaño de partidos en Italia en la que actualmente está involucrado, Gattuso continuará su preparación para, algún día, dejar huella desde el banquillo. Al fin y al cabo, sólo tiene 36 años.

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MADRID -- Llegó el mercado invernal y con él, un sin fin de rumores que nos acompañarán un largo mes. Un mundo de posibilidades para las carteras amplias que buscan asegurarse títulos al final del curso. Para los más grandes, el inicio de la planeación del próximo curso.

En España, ni Real Madrid ni Barcelona moverán sus fichas. Rarísima vez realizan movimientos invernales, y eso, orillados por la necesidad. Lo hizo Madrid con Emanuel Adebayor hace un par de años debido a los problemas de espalda de Gonzalo Higuaín, y el torneo pasado, con Diego López, ante la lesión de Iker Casillas, hoy suplente en Liga. Suficiente fue el gasto veraniego del cuadro merengue como para buscar en las rebajas. Tampoco habrá salidas en Chamartín, aunque Jesé, Morata y Fabio Coentrao sueñen con prados más verdes; sobre todo el portugués, quien no ha vuelto desde que se lesionara en la repesca mundialista entre Portugal y Suecia y cuya situación cada vez siembra más dudas.

El Real Madrid, que tiene trabajo de sobra con intentar amarrar a Xabi Alonso, libre para negociar su salida pues su contrato expira el 30 de junio, se concentrará en reforzar al filial Real Madrid Castilla que milita en Segunda División y que tras el éxodo veraniego está a punto de naufragar ocupando la última posición de la tabla. Ante la gran necesidad de salvar la categoría, se espera la llegada de Pablo Felipe Teixeira, delantero brasileño de 21 años.

Lo mismo sucede en el Camp Nou; con plantel completo para lo que resta del año, el gran refuerzo no es otro que el alta médica de Lionel Messi. Así, Barcelona se concentra en buscar sustituto para Víctor Valdés, quien desde verano anunció que se marchará en cuanto concluya la temporada. Apenas abrió el mercado de invierno, el club catalán se apuró a cerrar las negociaciones con el arquero del Borussia Monchengladback, Marc André Ter Stegen, y de acuerdo con la prensa catalana, el acuerdo con el alemán de 21 años es "total" y sólo falta abonar los 12 millones de euros que cuesta la ficha del jugador. Valdés, libre para negociar con el próximo club, podría recalar en Inglaterra, pues la prensa británica asegura que más de un club se interesa por él, comenzando con el Manchester City.

Tampoco Manchester United tiene grandes planes para el invierno, pese al irregular inicio de campaña. De acuerdo con el técnico David Moyes, en Old Trafford no se harán "contrataciones porque sí".

"Creo que el mercado es más apropiado para actuar es el de verano, no en invierno, porque normalmente los futbolistas que pueden cubrir tus necesidades no están disponibles", dijo Moyes recientemente. En su lugar, el escocés se concentra en el futuro y para ello ha enviado emisarios a negociar por el mediocampista del Atlético de Madrid Koke, luego de acudir al encuentro entre el cuadro colchonero y el Porto del mes pasado para verlo en acción, pese a que el español acaba de renovar su contrato hasta 2018.

Atlétco de Madrid, que actualmente tiene una de las plantillas más en forma de España, tendrá que soltar a sus piezas más atractivas, como cada año, pues las deudas no le permiten el lujo de conservar a sus estrellas.

Y mientras los gigantes se quedan con lo puesto, Atlético de Madrid se refuerza para continuar en la lucha por el título. Hasta ahora, ha incorporado al delantero argentino José Sosa, quien llegó cedido del Metalist ucraniano hasta final de temporada con opción a compra por 10 millones de euros. La llegada del argentino, que ya se coronó campeón a las órdenes de Diego Simeone con Estudiantes, abre las puertas de salida para el brasileño Leo Baptistao, que apenas cuenta para El Cholo, y podría salir a préstamo al Betis o al Rayo Vallecano, equipos en una situación desesperada y con gran urgencia de reforzar la delantera.

A su vez, comienza a fraguarse el destino estival de sus grandes estrellas, pues las deudas no le permiten el lujo de conservar a los jugadores con los que puede hacer caja. Mientras buscan desesperadamente la manera de conservar a Thibaut Courtois, quien tarde o temprano tendrá que volver al Chelsea, comienza a ser claro que el tiempo de Diego Costa como colchonero se acerca a su final, pues es hoy uno de los delanteros con mayor proyección en el mercado europeo.

El hispano-brasileño, que tendrá en el Mundial, en caso de ser llamado por Vicente del Bosque, la gran vitrina para recalar en un grande de Europa, comienza a coquetear con el futuro. Los rumores apuntan a un interés de Manchester United, Manchester City y hasta Liverpool, que no tiene nada claro lo que pasará con Luis Suárez. Más aún, de acuerdo con el Mirror, recientemente el nativo de Lagarto ha entrado en la órbita del Arsenal. Lo quieren, según la prensa alemana, en el Borussia Dortmund, que en verano se quedará sin Robert Lewandowski, quien pasará reconocimiento médico con el Bayern Munich en estos días para incorporarse al equipo de Pep Guardiola en cuanto la temporada llegue a su fin luego de llegar a un acuerdo por los próximos cinco años, según el diario Bild.

Simeone no quiere soltar al actual Pichichi de la Liga, pero será imposible conservarlo. Lo mismo ocurrió con 'Kun' Agüero y Radamel Falcao.

El 'Tigre', en contraste, no ha tenido la suerte deseada en Mónaco. Se esperaba que su sombra se proyectara durante años en el Calderón mientras llegaba a Francia a consolidarse como uno de los grandes de Europa. No pasó ni lo uno ni lo otro. Sin embargo, en el Principado todavía esperan sacar jugo de su fichaje estrella. Con una cláusula que asciende a los 95 millones de euros, en Mónaco esperan hacer caja en verano, ya sea con el Real Madrid, pese a que Ancelotti ha asegurado que no interesa al club merengue, o con el Chelsea de José Mourinho, en cuyo caso la transferencia incluiría a Fernando Torres o Demba Ba, según diversos reportes. Mientras tanto, Mónaco se ha asegurado al eventual reemplazo al fichar al marfileño Lacina Traoré, quien ha firmado un contrato por los próximos cuatro años y medio. De acuerdo con la prensa francesa, el jugador de 23 años terminaría la temporada cedido en el West Ham antes de recalar en el club del Principado.

El PSG, que no se queda atrás a la hora de desembolsar grandes sumas para asegurarse refuerzos de lujo, continúa encaprichado con Eden Hazard, estrella del Chelsea de José Mourinho. Pese a la condición de indiscutible del belga en el cuadro londinense, Nasser Al-Khelaffi busca asegurar su traspaso para el próximo verano y está dispuesto a desembolsar los 60 millones de euros de la cláusula -misma cantidad que pagó en el verano pasado por Edinson Cavani- para salirse con la suya. En tanto, en Italia apuntan a otro desembolso millonario. Según la Gazzetta dello Sport, el club parisino tiene la mira puesta en Paul Pogba de la Juventus y ofrecería un sueldo de siete millones anuales al jugador para la temporada 2014-2015.

En Italia, sólo Milan ha hecho incorporaciones interesantes para afrontar el resto de la campaña, luego de un terrible comienzo de temporada que ha sumido al equipo en una grave crisis deportiva. Si bien amarró su pase a la siguiente fase de Champions League, los rossoneri se encuentran sumidos en la decimotercera posición de la tabla en la Serie A tras 17 jornadas, tan sólo a cuatro puntos del descenso y más de 20 del liderato. Hasta el momento han llegado el japonés Keisuke Honda, procedente del CSKA, y Rami, cedido por Valencia hasta el final de la temporada.

Mientras tanto el Chelsea se prepara para 'limpiar' la casa de cara a la próxima campaña. José Mourinho ha dejado claro que Juan Mata "tiene las puertas abiertas" para abandonar el club luego de seis meses en que el español ha entrado poco y nada en sus planes. Mata, que no quiere quedarse sin Mundial, busca destino desesperadamente. De acuerdo a los rumores, podría ir a la Juventus, el Inter, el Nápoles o el PSG; cualquier grande que esté dispuesto a pagar los 36 millones que cuesta su cláusula.

Tampoco cuenta para Mourinho el mediocampista Kevin De Bruyne, que podría salir cedido a la Bundesliga o la Liga española. Según la prensa inglesa, el Bayer Leverkusen estaría dispuesto a pagar los 30 millones que el Chelsea pide por el belga de 22 años, aunque en España apuntan a una cesión en Málaga. Por lo demás, Samuel Eto'o, Ashley Cole, Frank Lampard y John Terry terminan contrato en verano, por lo que el técnico portugués se ha empleado a fondo en buscar relevos para la próxima temporada.

Chelsea ha firmado ya a Bernard Traoré, que se irá cedido al Vitesse holandés por el resto de la temporada. De acuerdo con la prensa española, Ashley Cole, cuyo futuro es el más incierto de todos, podría recalar en el PSG o el Tottenham la próxima campaña, mientras Mou busca en la Península al sustituto, que podría ser el sevillista Alberto Moreno. Para reforzar la delantera, el portugués mantiene el interés en Gonzalo Higuaín, y aunque el argentino ha dejado claro que no piensa moverse del Nápoles, el Chelsea estaría dispuesto a pagar 50 millones de euros por su traspaso.

Y mientras los movimientos de verano comienzan a tomar forma, teniendo en cuenta que en año mundialista la escena cambia de un día a otro, aún quedan varias 'joyas' con el futuro incierto, entre ellos, Rio Ferdinand, Dimitar Bervatob y David Villa, que terminan contrato el 30 de junio.

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