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Deni Avdija, un potencial elegido para el Top 5 del draft NBA 2020

Jim Dedmon/USA TODAY Sports

TEL AVIV, Israel – Mientras Deni Avdija convertía una cesta para asegurar el torneo faltando 32.5 segundos en el marcador, el joven de 18 años trotó hacia la banca de sus rivales, con aproximadamente 4,000 aficionados aplaudiendo a rabiar.

Primero, ondeó su mano mientras gritaba “Adiós” al equipo español. Después, un saludo frente a la banca de España, para así poner broche de oro a una noche con 23 puntos, 7 asistencias y 3 bloqueos, aparte de alzarse con los honores al Jugador Más Valioso del torneo, llevando a la selección de Israel a conseguir su segundo campeonato europeo sub-20 consecutivo, mientras consolidaba su estatus como potencial elegido entre el Top 5 del draft 2020 de la NBA.

“No quiero ser aburrido”, comentó Avdija a ESPN.

Los jugadores y cuerpo técnico de España no tomaron sus gestos a la ligera, arrojando objetos a la cancha en señal de frustración. A primera vista, el descarado estilo de juego de Avdija podría despertar la atención, especialmente a la hora de enfrentarse a la adversidad, contra la cual tuvo muchos encuentros al presentar traspiés diversos en las primeras etapas del sub-20. El ultra-competitivo adolescente israelí-serbio es capaz de enfadarse con sus compañeros o arremeter contra ellos por los errores cometidos. Puede enterrar su cabeza en las manos a mitad de un juego después de fallar una bandeja.

Sin embargo, ese lenguaje corporal proviene de una fuerte determinación para ganar y si bien requirió de cierto tiempo para enrumbarse, a final de cuentas Avdija terminó haciendo su trabajo. Su arrojo, pasión y naturaleza competitiva (combinadas con sus destrezas que le hacen capaz de todo) terminaron imponiéndose y Avdija jugó un rol fundamental para que Israel ganara el título sub-20 continental.

“Cuando era verdaderamente joven, tenía ese arrojo”, dice Avi Even, actual scout jefe del Maccabi Tel Aviv y exentrenador asistente, quien llevó a Avdija al principal club de Israel cuando éste tenía 12 años. “Era un chico querido por todos”.

Luego que Israel se impusiera a Francia en las semifinales del sub-20, Avdija se dirigió al autobús del equipo, frente al cual cientos de aficionados le esperaban en medio de la celebración. Avdija cubrió su cabeza con la bandera de Israel y se dirigió al medio de la multitud, para terminar alzado por los aires, cantando y gritando consignas mientras su sonrisa iba de oreja a oreja. Poco después, desfiló entre los aficionados, tomándose selfis con los hinchas y alzando bebés al mejor estilo de “El Rey León” antes de ser conducido al autobús. La celebración fue aún mayor después de la victoria sobre España, con un Avdija con el torso desnudo metido en el medio del alboroto.

Al practicar con su club, el Maccabi Tel Aviv, su confianza permanece presente. Bromea con sus compañeros de equipo de origen norteamericano, mayores que él, durante batallas “uno contra uno” posteriores al entrenamiento. Cuando me encontré con él para entrevistarle en Herzliya, Israel, Avdija vestía una camiseta blanca que simplemente decía: “Ca----“, sin censura, en letras rojas. Durante una actuación de Eden Ben Zaken (una de las estrellas de pop más importantes de su país) en el Juego de Estrellas de la Liga Israelí, Avdija se incorporó al espectáculo, tomando el micrófono, bañándose de la luz de los reflectores y atreviéndose a cantar a pesar de cierto desafino en las notas.

“De verdad me gusta cantar. No soy un buen cantante, pero hago mi mejor intento”, dice Avdija, en son de broma. “Creo que mi futuro en el canto es inmenso”.

Esa arrogancia está presente en su familia. Su padre, Zufer Avdija, jugó con intensidad y personalidad similares. Nacido en la ex Yugoslavia, Zufer fue estrella del poderoso Estrella Roja en el que ahora es territorio serbio, entre 1979 y 1990, sirviendo como capitán del equipo. El encestador, de 6 pies y 8 pulgadas de estatura, también fue figura principal de la selección yugoslava que se alzó con la medalla de bronce en el Mundial de Baloncesto FIBA de 1982. Compitió contra Michael Jordan cuando MJ jugaba para la Universidad de Carolina del Norte.

Después de una lesión sufrida mientras jugaba en Serbia, Zufer llevó sus talentos a Israel, donde eventualmente conoció a Sharon, madre de Deni, quien era atleta de pista y campo, además de jugadora de baloncesto. Durante una carrera profesional de más de 20 años de duración, Zufer llegó a sumar más de 70 puntos en un partido en la segunda división israelí. Zufer nunca vio una oportunidad de encestar que no fuera de su agrado, según recuerdan sus excompañeros, combinando ese espíritu agresivo en el enceste con una actitud competitiva que se convirtió en su marca de fábrica.

“Oh, hombre, él era todo un asesino”, dijo Even, quien trabajaba con Zufer. “Algo que tenía Zufer desde el primer día que le vi, es que era un ganador de corazón. Hacía todo lo necesario para ganar partidos. Lo podías sentir en su energía”.

Tal como lo explicaba Deni: “Sin duda, nuestra mentalidad era la misma. Veníamos a matar. Todas las noches se quería ganar”.

A pesar de lidiar con dificultades para encestar e inconsistencias en su eficiencia anotadora a principios del torneo sub-20 de este año, Avdija ostentó promedio de 18.4 puntos, 8.3 rebotes, 5.3 asistencias, 2.1 robos y 2.4 bloqueos en 32.3 minutos por partido. Ante la presencia de una amplia cantidad de scouts y ejecutivos de la NBA, Avdija mostró la clase de comodidad en partidos importantes que buscan los equipos en un jugador de elite.

“Este chico tiene un espíritu altamente competitivo y comprende bien lo que se necesita para alcanzar su nivel más alto”, indica Tim Fanning, entrenador asistente del Maccabi.

En prácticamente todas las evaluaciones hechas hasta hoy, ha sido considerado con argumentos como el mejor prospecto. Entonces, en una carrera abierta para hacerse con el puesto número 1 del draft 2020, ¿dónde encajaría Avdija?


¿Cómo encajará el juego de Avdija en la NBA?

Si bien Avdija aún debe demostrar su habilidad a nivel profesional y no cuenta con las atractivas herramientas de James Wiseman o el potencial creador a nivel de triples o habilidades atléticas de Anthony Edwards, Avdija, según mis estimados, merece formar parte del debate del Top 3 del draft, considerando sus herramientas aptas para el juego moderno.

El desempeño de Avdija en el sub-20 fue impresionante en los tramos decisivos; sin embargo, hay muchos dentro de los círculos del baloncesto internacional que consideran que el nivel competitivo de este evento fue el más bajo de todos los tiempos porque los mejores jugadores o bien estaban disputando el Mundial sub-19 o jugaban en la NBA. A pesar de ello, ver a Avdija funcionar básicamente como ala-pívot a la defensiva y como base a la ofensiva fue impresionante.

Mejoras a la defensiva

Con una estatura vistiendo zapatillas de 6 pies, 9 pulgadas y una contextura proporcionada de 218 libras y alcance de pie de 8 pies, 10 pulgadas, Avdija debería ser capaz de funcionar apropiadamente como puesto 4 a la defensiva en la NBA durante largos periodos, mientras se hace más fuerte y cobra mayor experiencia, abriendo así un mundo de posibilidades dentro de la alineación, ofensivamente hablando.

Aún cuenta con algunos malos hábitos que desechar, pero Avdija hizo un salto a la defensiva en Tel Aviv, ubicándose en el tercer puesto general en promedio de bloqueos por cada 40 minutos (3.0) y en el segundo en win shares a la defensiva (0.59). Demostró un timing tremendo y excelente técnica de verticalidad como defensor primario y secundario. Demostró voluntad para hacer las pequeñas cosas que no siempre hemos visto por su parte en otros aspectos evaluados, además de tener velocidad suficiente para deslizarse hasta el perímetro cuando se muestra completamente involucrado en la cancha.

Bien sea en los canales de pase o alrededor del aro, su anticipación a la defensiva es precisa y cuenta con instintos en el rebote para sobrevivir en dicha posición.

Reiteramos que el nivel de competición no fue estelar y está lejos de ser un defensor imprescindible, pero las mejoras mostradas por Avdija (particularmente como protector del aro) y su voluntad para hacer ajustes a su juego se destacaron.

Creación

Todos los equipos de la NBA buscan creadores de alta estatura y versatilidad, ya que eso permite amplia flexibilidad a la hora de armar las alineaciones. Eso es precisamente lo que aporta Avdija.

“Puede encestar el balón, juega a la defensiva, juega a la ofensiva, puede jugar en el poste, puede subir el balón, puede jugar al pick-and-roll, es inteligente”, dice Yam Madar, compañero de Avdija en el sub-20.

A mitad de cancha, los aspectos interesantes de Avdija comienzan con su habilidad de encestar triples en pull-up. Ahora bien, Avdija apenas encestó un 28.6% de sus intentos de triples durante este torneo y cuenta con efectividad en los tiros libres de 58.2% en un total de 306 intentos, lo cual es preocupante. No obstante, al verlo jugar en persona durante más de dos años, podemos decir que no carece de toque. El hecho de que puede hacer cestas de más de 30 pies contra cambios defensivos o retroceder para conseguir triples le da un tremendo potencial como creador a mitad de cancha, a pesar de que sigue aprendiendo en esta posición, particularmente como manejador del balón. Avdija convirtió 2.1 triples por cada 40 minutos en el sub-20 y tiene efectividad de por vida del 32.4% en cestas de 3 puntos en un total de 358 intentos, lo cual redundaría en una efectividad mayor si él fuera más selectivo.

Con defensores obligados al menos a respetar su pull-up, Avdija puede romper a los rivales en el pick-and-roll, particularmente como creador. Si bien él es ampliamente dominante en su manejo con la mano derecha, él entiende bien como utilizar su corpulencia para reducir a sus oponentes.

Si bien éste contó con la ayuda importante por parte del base revelación Madar, Avdija orquestó la ofensiva israelí por toda la cancha; se trata de algo que hemos visto en diferentes escenarios y de forma tan impresionante que he llegado a sugerir que la mejor posición ofensiva de Avdija a largo plazo podría ser la de líder escolta.

Cuando no se encontraba presionando en transiciones u operando en las cortinas, Avdija empujó a los defensores hasta el poste, donde más frecuentemente busca crear espacios para sus compañeros. Esto despierta buenos augurios para la capacidad de Avdija de castigar a los cambios defensivos en su futura incursión en la NBA. Puede hacer un corto cambio de rumbo, usar su fortaleza para crear oportunidades o emplear su preciso trabajo con los pies para causar faltas. Es capaz de ver ambos lados de la cancha y le encanta atacar al encestador más débil por las alas.

Aún existe demasiada retención en su juego cuando es la principal opción; no obstante, cuando se le otorga el rol que se espera de él con el Maccabi, junto con los destellos que mostró en el sub-20, ciertamente existe optimismo de que Avdija será capaz de hacer los ajustes necesarios para poder jugar mejor cuando no tiene posesión del balón.