El cuatro de noviembre del 2009, Pedro Martínez, considerado como el mejor lanzador de la historia de República Dominicana tuvo la última salida de su carrera durante la Serie Mundial
La Serie Mundial de 2009 culminó un día como hoy con la victoria de los New York Yankees sobre Philadelphia Phillies. El triunfo de Nueva York los llevó al campeonato número 27 y hasta ahora, el último que han ganado en MLB.
Sin embargo, el final de la Serie Mundial de 2009 también marcó el fin de una de las carreras más dominantes para un lanzador. El cuatro de noviembre de 2009 se dio la última salida del segundo jugador dominicano que llegó al Salón de la Fama de Cooperstown, Pedro Martínez.
La última salida de Martínez no fue lo que se esperaba, ya que fue castigado por los bates de los Yankees, en especial por Hideki Matsui. En cuatro entradas de trabajo, el dominicano solamente tiró 77 lanzamientos. Permitió cuatro carreras limpias, tres imparables, incluido un cuadrangular de dos carreras por parte del japonés durante la segunda entrada, así como un sencillo productor de dos vueltas en el tercer inning. Adicionalmente, Martínez otorgó dos bases por bolas y terminó con cinco ponches.
El partido final de Pedro Martínez se convertiría también en su última derrota. A pesar de ello, el lanzador dominicano no anunciaría su retiro oficial como beisbolista profesional, sino hasta dos años después, cuando en diciembre del 2011, dio la noticia.
“El Grande”, como se le conoce popularmente, culminó su carrera con 219 victorias y 100 derrotas en 476 partidos a lo largo de 18 temporadas en MLB. Trabajó por 2,827.1 entradas y alcanzó un promedio de carreras limpias permitidas (ERA) de 2.93. Finalizó con 3,154 ponches, para ocupar el decimotercer puesto histórico en dicha categoría. Adicionalmente, fue campeón de Serie Mundial junto a Boston Red Sox.
Pedro Martínez tuvo uno de los picos de carrera más dominantes en la historia del béisbol, ganando múltiples premios Cy Young y ayudando a Boston Red Sox a romper la sequía de 86 años sin un campeonato en 2004. Sus méritos lo colocan, tal y como el mejor lanzador dominicano en la historia de las Grandes Ligas, siendo considerado además como uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas.