HOUSTON -- Al abridor de los Houston Astros, Luis García, la Serie Mundial le quedó demasiado…
García de nuevo falló este martes. Sólo aguantó dos entradas y dos tercios, en los que aceptó dos imparables; el segundo un impresionante batazo de 446 pies del designado Jorge Soler con dos a bordo, para el 3-0 desde la tercera entrada a favor de los Atlanta Braves.
Soler conectó con cuenta completa sobre un cutter de 83 millas por hora con Ozzie Albies y Eddie Rosario en base, a quienes García había permitido sencillo y regalado base por bolas, de manera respectiva.
García ponchó a tres y regaló un pasaporte, en apenas su segunda apertura en Grandes Ligas con descanso corto.
Antes, García sólo había tenido una apertura con tres días de descanso como abridor, el 29 de abril contra los Seattle Mariners, y el 25 de abril como relevista frente a Los Ángeles Angels.
Fue una muy mala Serie Mundial y en general postemporada para el abridor novato de los Astros. En cinco aperturas de playoffs, sólo una vez superó las cuatro entradas; en la segunda salida de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, cuando lanzó cinco innings y dos tercios con pelota de un hit, sin carreras.
En las otras cuatro salidas se combinó para permitir tres jonrones, entre ellos dos de Grand Slam, 14 carreras limpias, incluidas cuatro en la Serie Mundial.
ABREN EL TECHO CON CLIMA PERFECTO
Los Astros jugaron por segunda vez en esta Serie Mundial con el techo de su Minute Maid Park abierto, por indicación de Grandes Ligas.
Así sucedió en el Juego 2, aunque con la diferencia de que estuvo abierto desde la práctica de bateo, comparado con la semana anterior cuando fue abierto hasta que ambos equipos terminaron su rutina previa al partido porque cayó una lluvia ligera por la tarde.
Esta vez, la práctica de bateo comenzó a 78 grados Farenheit y el primer lanzamiento fue a 68 grados.
Es la primera postemporada en que el parque de los Astros tiene su techo abierto durante los partidos desde el 2005.
MARATÓNICOS PARTIDOS DE LA SERIE
Los primeros cinco partidos de la Serie Mundial fueron maratónicos, con una duración promedio de tres horas y 41 minutos; los más largos de la historia.
El año pasado, el Clásico de Otoño entre Los Ángeles Dodgers y los Tampa Bay Rays tuvo una duración promedio en sus seis partidos de 3:37 horas.
El Comisionado de Grandes Ligas, Robert Manfred, advirtió que es imposible seguir sosteniendo partidos tan largos porque son difíciles de entretener para los fans y aunque el Sindicato de Jugadores se opongan, analizan de manera seria, imponer el reloj de lanzamiento obligatorio para los pitchers, a fin de agilizar los partidos.