El “Rey” es uno de los cinco jugadores latinos que serán exaltados durante la ceremonia del 2024.
Félix Hernández fue un lanzador sinónimo de calidad y sus hazañas en Grandes Ligas lo hacen estar dentro del debate del mejor lanzador venezolano de todos los tiempos. Gracias a esto, Hernández fue seleccionado para pertenecer a la decimoprimera clase de exaltados al Salón de la Fama del Béisbol Latino junto a su compatriota Johan Santana, a los dominicanos Alex Rodríguez y Alfonso Soriano, así como al curazoleño Andruw Jones.
Hernández jugó por 15 años en MLB, todos junto a Seattle Mariners, equipo con el que se hizo profesional en el béisbol de los Estados Unidos. En 419 encuentros (418 como abridor) tuvo marca de 169 ganados y 136 partidos, mientras que mantuvo una efectividad de 3.42 en 2,729.2 entradas de labor, alcanzando, además los 2,524 ponches, un premio Cy Young, dos títulos de pitcheo y seis invitaciones al Juego de Estrellas.
Para Hernández, el orgullo y la felicidad de pertenecer al Salón de la Fama del Béisbol Latino lo hacen sentirse agradecido, señalando que la experiencia solamente es comparable con una eventual entrada a Cooperstown, tomando en cuenta que aparecerá por primera vez en la boleta de votación para la clase 2025.
“Es un orgullo y un honor estar aquí con todas estas leyendas. De verdad, me encanta, me encanta, súper feliz, estoy muy feliz”, inició diciendo Hernández a Enrique Rojas de ESPN.
“Para mí, de verdad, esto es una felicidad. Estar con todas estas leyendas, compartiendo con ellos, para mí esto es, después de Cooperstown, esto también”, agregó el lanzador venezolano.
Sobre Cooperstown, Hernández señaló que es algo que no puede controlar y por lo pronto, se va a dedicar a disfrutar su entrada al Salón de la Fama del Béisbol Latino y luego, si se le da la oportunidad de entrar a la inmortalidad en los Estados Unidos, será un sueño hecho realidad.
“Yo estoy aquí y estoy disfrutando de todo esto, vamos a ver lo que pasa el año que viene (sobre sus posibilidades de entrar a Cooperstown). ¿Quién no quisiera entrar? Se me eriza la piel (de pensar en ello) todavía”, sentenció.