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¿Cuántos futuros integrantes del Salón de la Fama juegan en esta Serie Mundial?

Probablemente, ustedes no recuerden la Serie Mundial de 1932. Y si la recuerdan, muchas gracias por leer esta columna. Si ustedes conocen algo sobre esa Serie Mundial entre los New York Yankees y Chicago Cubs, probablemente saben que ese fue la temporada en la cual Babe Ruth predijo (o no) el cuadrangular que conectó contra el pitcher Charlie Root de los Chicago Cubs.

Lo que quizás ustedes no conozcan es que un total de 13 futuros miembros del Salón de la Fama jugaron en dicha Serie Mundial, siendo el récord de todos los tiempos. No sorprende que ese récord se generó en el año 1932; las décadas de 1920 y 1930 son las que cuentan con mayor representación en el Salón de la Fama, con más candidatos marginados que en cualquier otra era. Los Yankees de 1932 contaron en su roster con nueve miembros del Salón de la Fama con niveles distintos (Ruth, Lou Gehrig, Bill Dickey, Red Ruffing, Lefty Gomez, Tony Lazzeri, Joe Sewell, Earle Combs and Herb Pennock) mientras que los Cubs tenían a cuatro (Gabby Hartnett, Billy Herman, Kiki Cuyler and Burleigh Grimes).

Desde la introducción de las Series de Campeonato de Liga en 1969, el récord (actual) de miembros del Salón de la Fama en una Serie Mundial es de 7:

Baltimore Orioles vs. Philadelphia Phillies en 1983: Cal Ripken, Eddie Murray, Jim Palmer, Steve Carlton, Mike Schmidt, Joe Morgan y Tony Perez.

Yankees vs. Atlanta Braves en 1996: Wade Boggs, Mariano Rivera, Tim Raines, Greg Maddux, John Smoltz, Tom Glavine y Chipper Jones.

Pete Rose también jugó en la Serie Mundial de 1983; por ello, no sería descabellado pensar que la cifra, algún día, podría llegar a ocho. Pero la Serie de 1996 alcanzará los ocho consagrados en Cooperstown el próximo año cuando ingrese Derek Jeter y Andy Pettitte podría ser el noveno eventualmente. (David Cone, Bernie Williams y Andruw Jones son candidatos de menor nivel).

La Serie Mundial de 1995 entre los Braves y Cleveland Indians cuenta con seis miembros del Salón de la Fama en su haber: Maddux, Smoltz, Glavine, Murray, Chipper Jones y Jim Thome. Adicionalmente, Omar Vizquel y Manny Ramírez siguen en la boleta y Fred McGriff, Kenny Lofton y hasta el propio Orel Hershiser son potenciales candidatos en la terna del Comité de Veteranos. ¿Qué hay del 2019?

Si se considera la actual conformación tanto de Houston Astros como de los Washington Nationals, dos equipos repletos de estrellas, podríamos estar en presencia de al menos 10 futuros miembros del Salón de la Fama.

FIJA

Justin Verlander (71.4 WAR)

Firmado, sellado y enviado. Verlander tuvo un gran punto alto con una temporada digna del Más Valioso y el Cy Young y otras tres en las cuales terminó entre los tres primeros puestos de la votación del Cy Young (este año quedará primero o segundo). Ahora, Verlander ha incorporado longevidad a su carrera, con 225 victorias de por vida. Y podría sumar 300. “Pienso que puedo quedar bastante cerca”, expresó Verlander hace pocos días. “Veremos. Me siento bien… pienso que los cambios que he hecho a mi cuerpo en los últimos años y cómo presto atención a las cosas me permitirá lanzar con mayor longevidad en comparación a otros tiempos. Definitivamente, es un objetivo que tengo”.

CASI FIJOS

Max Scherzer (58.7 WAR)

Scherzer tiene 170 triunfos, tres premios Cy Young y mucha tinta negra en su página en Baseball Reference como abridor dominante durante las últimas siete temporadas. Scherzer no germinó como lanzador hasta su temporada revelación con los Detroit Tigers en 2013 a los 28 años; sin embargo, podría necesitar dos buenas temporadas más para concretar sus argumentos para una tentativa candidatura a Cooperstown. Recuerden: los votantes del Salón de la Fama siguen, por tradición, favoreciendo la longevidad por encima del valor en los momentos cumbre en la carrera de un pelotero. Pongámoslo de esta forma: Roy Halladay acaba de ser exaltado con 203 triunfos de por vida y WAR de 65.4 con una carrera llena de temporadas en la cúspide de su nivel, similar a lo alcanzado por Scherzer. Las 203 victorias de Halladay representan la menor cantidad para un pitcher abridor en ser elegido al Salón de la Fama desde que Sandy Koufax lo lograse, con 165. (Dennis Eckersley sumó 197, aunque llegó a Cooperstown gracias a la solidez de su carrera como cerrador). Si Scherzer consigue sumar 200 victorias, será exaltado.

Zack Greinke (66.7 WAR)

Greinke tiene 205 victorias, con un WAR superior al de Scherzer y hay muchos quienes ya se refieren a él como futuro miembro del Salón de la Fama. Y Greinke se mantiene fuerte, con 18 victorias en 2019, por eso, dicho total de victorias debería seguir aumentando. No estoy seguro de que, en estos momentos, sea una fija para su exaltación. El caso de Greinke es un poco distinto al de Scherzer y Halladay, ya que tuvo dos temporadas absolutamente monstruosas (con WAR de 10.4 en 2009 y 9.1 en 2015) aunque no fue del todo el ciclo de siete u ocho tremendas temporadas que sí tienen el lanzador de los Nationals y el fallecido Halladay. Sin embargo, Greinkle, similar a Scherzer, se ha mantenido libre de lesiones y tiene las características en su pitcheo que le permitirán durar mucho tiempo en la loma y seguir sumando triunfos.

EN EL CAMINO

José Altuve (38.5 WAR)

Pues bien, la segunda base es una posición interesante para los votantes del Salón de la Fama. Solo hay cuatro segundas bases elegidos que dejaron su marca desde la temporada 1970:

Joe Morgan: 100.6 WAR

Ryne Sandberg: 68.0 WAR

Roberto Alomar: 67.1 WAR

Craig Biggio: 65.5 WAR

Mientras tanto, Lou Whitaker (75.1), Bobby Grich (71.1), Willie Randolph (65.9) y Jeff Kent (55.4) han sido rechazados. También discutiremos en un futuro cercano los argumentos de Robinson Cano (69.6) y Chase Utley (65.4). ¿Cómo formaría parte Altuve de la lista? El tema aquí presente es que, basándonos en la estadística WAR (y el WAR no es el único barómetro, como es obvio; apenas es un punto de partida), a Altuve le falta mucho para alcanzar el nivel de Biggio, Alomar y Sandberg. Pero tiene el tiempo a su favor. Jugará la próxima temporada con 30 años cumplidos. Altuve ya suma 1.568 imparables de por vida. Tiene un premio al Más Valioso y tres títulos de bateo. Cuenta con una estatura de fama y reputación (como fue el caso de Sandberg y Alomar) de la cual carecieron Whitaker, Grich, Randolph y hasta el propio Kent en sus días como peloteros activos (aunque Kent ganó un premio al Más Valioso y ostenta el récord de cuadrangulares para un segunda base).

En cierto sentido, compararía a Altuve a un pelotero de la talla de Yadier Molina. Incluso, si algunas de sus estadísticas terminan quedando un poco cortas en comparación con otros miembros del Salón de la Fama en sus respectivas posiciones, sus números vienen con mucho karma en forma de bono.

Alex Bregman (20.8 WAR)

Bregman tuvo dos temporadas destacadas con WAR de 6.9 y 8.4 a los 24 y 25 años, lo suficiente para establecerse como fuerte candidato al Salón de la Fama. Hice un poco de investigación. Analicé cuántos peloteros de posición tuvieron por lo menos dos temporadas con WAR de 6.5 con 25 años desde 1947. El total es de 36, incluyendo al propio Bregman. Catorce de ellos ya son miembros del Salón de la Fama. Otros tres lo serán con toda seguridad: a saber, Mike Trout, Albert Pujols y Derek Jeter. Otros dos son Barry Bonds y Alex Rodríguez. Dos más se mantienen activos con futuros inciertos: Mookie Betts y Jose Ramirez. Restamos a Bregman, Betts y Ramírez y esencialmente, contamos con 19 de un total de 33 que bien ya son miembros del Salón de la Fama o cuentan con estadísticas dignas de Cooperstown. Eso le da a Bregman aproximadamente 60% de probabilidades (según este método bastante rudimentario) de convertirse en miembro del Salón de la Fama.

Stephen Strasburg (32.6)

Hay una cosa que los aficionados suelen olvidar: Strasburg era merecedor de todas las expectativas puestas sobre él, cuando era considerado el mejor prospecto del pitcheo nunca visto, según el criterio de muchos scouts. En su primera apertura en Grandes Ligas, Strasburg ponchó a 14 bateadores en siete entradas. Permitió una carrera en cada una de sus tres aperturas siguientes. En sus primeras nueve salidas, tuvo récord 5-2 con efectividad de 2.32 y 75 ponches en 54 1/3 innings. Strasburg era el siguiente paso evolutivo del pitcheo. Y fue allí cuando se lesionó. Volvió a la lomita y después se produjo la decisión controversial de retirarlo del staff de pitcheo antes de los playoffs de 2012.

Bajo este prisma, hay quienes perciben su carrera como una decepción. Strasburg ha hecho 30 aperturas en apenas dos temporadas. Nunca ha sido acreedor de un Cy Young. Sin embargo, de forma discreta, Strasburg siempre ha lanzado bien cuando está sobre la loma, y su récord hasta su temporada con 30 años lo compara de manera favorable con algunos de los peloteros mencionados previamente y algunos recientemente exaltados al Salón de la Fama:

Strasburg: 112-58, 3.17 efectividad, 130 ERA+, 32.6 WAR

Justin Verlander: 137-77, 3.41 efectividad, 127 ERA+, 40.7 WAR

Max Scherzer: 105-62, 3.46 efectividad, 120 ERA+, 30.6 WAR

Zack Greinke: 123-90, 3.55 efectividad, 117 ERA+, 39.9 WAR

Roy Halladay: 111-55, 3.63 efectividad 128 ERA+, 35.2 WAR

Mike Mussina: 136-66, 3.50 efectividad, 130 ERA+, 42.0 WAR

John Smoltz: 129-102, 3.40 efectividad, 118 ERA+, 35.5 WAR

A pesar de sus diversas lesiones, las 200 victorias de por vida no es un hito inalcanzable. Scherzer ha recobrado la grandeza después de cumplir 30 años. Halladay alcanzó muchos logros luego de cumplir los 30. No podemos descartar la capacidad que tiene Strasburg de hacer algo similar y convertirse en un interesante candidato al Salón de la Fama.

Anthony Rendon (2.73 WAR)

Previo al Juego 1 de la Serie Mundial, Gerrit Cole describió a Rendón de esta forma: “Si las cosas salen tal y como se espera, probablemente terminará dentro del Salón de la Fama. Él mantiene mucha tranquilidad, calma y compostura. Y pienso que muchos de sus compañeros se contagian de ello. Y él cuida mucho la pelota a ambos lados del terreno, tanto defensiva como ofensivamente”.

Rendón ha logrado años destacables siendo 2019 el más importante; pero se acerca a los 30 años, lo cual representa un obstáculo. No parece ser la clase de pelotero capaz de jugar mucho más allá de los 30 años. Su comentario durante la Serie de Campeonato de la Liga Nacional cuando se le preguntó qué le gustaría hacer a sus 36 años, similar al de su compañero Howie Kendrick: “Ojalá no sea jugando al béisbol”.

Gerrit Cole (23.4 WAR)

Cole es un año menor a Rendón, pero ha sido capaz de mantener su nivel durante las dos temporadas anteriores, madurando hasta convertirse en as dominante… y potencial ganador del premio Cy Young. Vamos, Cole es dos años menor que Strasburg; por ende, si suma un WAR de 12.0 durante las dos campañas siguientes (alcanzó 6.9 en 2019), entonces habrá logrado un WAR de 35.4 a sus 30 años. Considerando su repertorio y condiciones, ciertamente Cole tiene oportunidad de brillar mucho más allá de los 30 años, si puede mantener la buena salud.

NO, NO ES UNA IDEA DESCABELLADA

Juan Soto (7.6 WAR)

¿Acaso necesitamos explicar por qué es posible? Soto cumplió 21 años en la jornada del viernes. Acaba de ligar para .282/.401/.548 con 34 cuadrangulares, siendo su segunda temporada con OPS de al menos .400. Su producción es comparable a grandes figuras de todos los tiempos, de la talla de Mel Ott y Ted Williams con una disciplina al plato bastante precoz. Es sumamente evidente que Soto cuenta con fuertes posibilidades de convertirse en un bateador digno de alcanzar la cúspide del béisbol.

TAMPOCO ES UNA IDEA DESCABELLADA

Yordan Álvarez (3.7 WAR)

Todo su valor como pelotero radicará en su bate; sin embargo, ¿qué pasaría si termina bateando a un nivel similar al de David Ortiz durante los próximos 15 años?