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Feos

BUENOS AIRES -- Visto lo que se ha visto, los autos 2014 de Fórmula Uno, no se requiere de maestrías en arte ni de refinados gustos estéticos para concluir rápidamente y sin más protocolo que el Campeonato Mundial tendrá los vehículos más feos de la historia. Porque no se salva ni uno de los 11 modelos. En su momento, los primeros trazos aerodinámicos, la búsqueda de soluciones técnicas y ciertos afanes revolucionarios fueron engendrando vehículos extraños en 65 años de formato mundialista. Nunca como ahora hubo toda una grilla desprovista de belleza, algo que -acaso más grave- había sido anticipado por los que conocían los términos del reglamento técnico. El ejercicio propuesto es rebobinar la memoria para recordar otros autos feos en la historia de la Fórmula Uno.

Vanwall VW 5
A mediados de la década del 50, la marca creada por Tony Vandervell comenzó a competir en el Mundial con autos propios. El VW 5 de 1957 no era precisamente bonito: muy alto en la parte trasera pese a que los coches aún tenían motor delantero, aquel año fue manejado por Stirling Moss, Tony Brooks y Stuart Lewis-Evans. Mal no le fue: resultó el primer auto británico en ganar en Fórmula Uno -con Moss, en Aintree 1957- y en 1958 se transformó en el primer campeón de Constructores.

Cooper T51
Fue el primer coche con motor trasero, lo que al principio conspiró contra la hermosura debido al espacio que ocupaba el impulsor encargado a Climax. Sin embargo, abrió un camino que luego seguiría el resto de las marcas. El chasis era una evolución de modelos como el T45 pero cobró notoriedad en manos de Jack Brabham. El australiano lo llevó al campeonato en 1959.

Tyrrell 003
Derivado del 001, la versión 003 pensada por Derek Gardner fue más efectiva que bonita. Su aerodinámica le daba cierto aire vanguardista. El escocés Jackie Stewart logró con él su segundo título, en 1971. Su compañero de equipo, Francois Cevert, usaba otro chasis, el 002. Aquel coche del leñador Ken Tyrrell portaba un Cosworth V8.

March 711
Si las trompas actuales resultan raras, cómo calificar la del March 711. Parecía una bandeja. El vehículo de 1971 fue diseñado por Robin Herd, Geoff Ferris y Frank Costin. La marca tuvo entre sus fundadores a Max Mosley, controvertido expresidente de la FIA. Aunque no ganó, los cuatro segundos puestos logrados ese año por el sueco Ronnie Peterson le dieron el subcampeonato detrás de Jackie Stewart.

Hesketh 308
La película Rush, estrenada en 2013, repasó la historia de James Hunt y su rivalidad con Lauda en la temporada de 1976. En la cinta aparecía también el primer modelo de Lord Alexander Hesketh en el Mundial. El inglés Hunt condujo aquella fealdad -reformada y con una toma de aire más baja- a la victoria en Holanda 1975. Aquel día, el 308 motorizado por Cosworth (impulsor de la mayoría de los modelos de la época) fue escoltado por las Ferrari de Lauda y Clay Regazzoni. Hunt terminó cuarto en ese Mundial, su mejor actuación fuera del título logrado con McLaren en 1976.

Ferrari 312T
Diseñada por Mauro Forghieri, sobresalió por su altísima toma de aire sobre la cabeza del piloto. Era la única parte pintada de blanco, con las líneas roja y verde de la bandera italiana. Usada a partir de 1975, fue la máquina con la cual el austríaco Niki Lauda logró su primer título. Las evoluciones, con líneas más armónicas, mejoraron la estética.

Ligier JS5
Fue el primer Fórmula Uno de la marca, diseñado por Gérard Ducarouge. Cuando apareció, llamó la atención en una temporada en la que incluso irrumpió el Tyrrell de seis ruedas. La prominente entrada de aire del JS5 fue el motivo por el cual el modelo cosechó el apodo de Tetera. Si bien colectó tres podios en 1976, llegaron cuando corrió con una entrada de aire más convencional.

Tyrrel P34
Aunque sea uno de los autos más recordados de la historia, tampoco resultó una beldad. Aquel modelo aparecido en 1976 fue conocido como el "Tyrrell de 6 ruedas". El sudafricano Jody Scheckter lo guió al triunfo en el Gran Premio de Suecia, pero a fin de año dejó el equipo y aseguró que el P34 era un trasto. La revolucionaria máquina empezó a languidecer cuando GoodYear paró el desarrollo de los neumáticos delanteros especialmente construidos para el coche. A fines de 1977, aquel Tyrrell dejó de competir. Williams, March y Ferrari probaron sus propios modelos de seis ruedas pero no llegaron a las carreras.

Ensign N179
La característica singular no fue su rendimiento sino la posición de los radiadores de agua y aceite, ubicados ¡en la trompa! Así apareció en el Gran Premio de Sudáfrica de 1979. Sin embargo, el auto sufrió de excesivo calentamiento y Derek Daly no pudo clasificarse para largar. El N179 fue modificado y los radiadores, colocados en una posición más tradicional en los pontones. Esto no alcanzó para que mejorara su prestación.

McLaren MP4/10
Se trató del primero con motor Mercedes. Si la trompa del coche 1995 era parte del distintivo, cualquier atractivo se desvanecía con aquel alerón montado sobre el cubremotor. El equipo tentó a Nigel Mansell para que regresara al Mundial pero el campeón de 1992 no entraba en el ajustado habitáculo, por lo que debió esperar a que le construyeran un coche más grande. Cuando al fin corrió, duró poco. Disconforme con la prestación del auto, fue reemplazado por Mark Blundell. Mika Häkkinen hilvanó los mejores resultados: dos segundos puestos, en Italia y Japón, ya con la versión MP4/10B.

Tyrrell 025
En el generoso e involuntario aporte que la marca inglesa hizo a este compilado es preciso agregar el auto de 1997, el penúltimo de los 29 Tyrrell de la historia. En el afán de buscar mayor sustento aerodinámico en la parte media, los ingenieros colocaron alerones sobre los pontones que velozmente fueron apodados ceniceros. No resultaron de gran ayuda para que Jos Verstappen y Mika Salo anotaran puntos. La escudería sólo cosechó dos unidades en el año y concluyó penúltima.

Williams FW26
El equipo de ingenieros de aerodinámica comandados por la italiana Antonia Terzi dotó al vehículo de una nariz tan única como fea. La falta de rendimiento obligó a varios desarrollos y cambios, incluida la colocación de una trompa más convencional. Una pole position en Canadá y la victoria del colombiano Juan Pablo Montoya en Brasil, última fecha de 2004, no fueron saldo suficiente esa temporada para la sociedad entre Williams y BMW.